Orlando Gil-Tomado de Diario Libre
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Si la situación del país con estado de excepción, toque de queda y generosidad a todo dar reditúa políticamente, tonto partido, candidato y campaña que se queden fuera.
Las elecciones presidenciales y congresuales son el 5 de julio y hasta ahora ningún sector político se pronuncia en contra y todos se preparan a participar.
En principio, como reacción impensada, se denunció que el gobierno usaría la circunstancia para favorecer al candidato oficial, y este, Gonzalo Castillo, le hizo la corte dedicándose a repartir.
Dijeron entonces que lo que daba a manos llena no era suyo, sino robado o fondos del Estado, creyendo que de ese modo su caridad se convertiría en un bumerán.
Pudo, pero no fue así, y no porque lo dijera el interesado, sino porque prontamente su principal adversario se puso en lo mismo: Dar esto o aquello.
Compartir ese ánimo igualó a los candidatos. La campaña electoral por otros medios.
Incluso puede recordarse que el dar desde el gobierno o en campaña no era nada nuevo, y que nunca preocupó ya que la heredada picardía española aconsejaba tomar lo que fuera y votar a conciencia.
Aunque Balaguer ganaba casi siempre.
La política sigue siendo la misma, aunque la perspicacia hace hallazgos interesantes. Por ejemplo, el candidato oficial, sin que tal vez fuera la estrategia, saca los discursos de la campaña y lleva la competencia a un terreno que supone favorable.
De bolsillo a bolsillo, de cartera a cartera.
Luis Abinader se afana en entregar hospitales que no se sabe si serán usados y Gonzalo Castillo -por su parte- continúa distribuyendo kits de prueba, aun cuando las autoridades se retrasan en aplicarlas.
Las encuestas salen a la calle y salen como pregón de la esquina, y solo que el manisero no se va, sino que se queda. Antes de conocerse los resultados las mediciones fueron modificando el panorama, obligando a cada jugador a poner las cartas sobre la mesa.
Esa es la situación de ahora, de Castillos y Abinader, y para fines de banca el gobierno se entretiene jugando solitario