Marisol Aquino – SANTO DOMINGO 18/01/2021/Diario Libre
Ricardo González, director general de la
citada organización social, afirma que para financiar el proyecto las
autoridades debieron hacerlo a través del Banco de Reservas o de cooperativas,
porque con la bancarización, en cualquier momento las familias que hayan
logrado obtener la vivienda podrían perderla por falta de pago.
Al responder preguntas de Diario Libre,
por teléfono, González explicó que los programas sociales no se pueden
privatizar y que los sectores de menores ingresos viven del “chiripeo”, por lo
que cualquier ahorro que posean en una eventualidad pueden gastarlo.
Sostuvo, además, que, en su propuesta al
Gobierno, Ciudad Alternativa le recomendó que había que incluirse también a los
sectores de pobreza extrema, que son los que más necesitan apoyo.
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“No hay posibilidad de que una persona
viviendo en pobreza extrema pueda asumir ese costo (RD$3,600), y lo otro es que
al bancarizar, nosotros pensamos que los programas sociales no se pueden
privatizar porque al bancarizar la política de vivienda implica que en
cualquier momento esas familias pueden perderlas”, sostuvo el director general
de Ciudad Alternativa.
Otra organización consultada por Diario
Libre fue el Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba), cuyo
coordinador general, Fermín Antonio Páez, respondió que esperan ver la
modalidad de los precios y si llegaría realmente a los sectores más populares
por la experiencia que se ha tenido en esos proyectos, los que se “repartían
entre un grupito”.
Sostuvo que se les consultó para el
proyecto, pero que no tenían conocimiento de que fuera de la magnitud que se ha
informado y que se desarrollaría en tan poco tiempo.
El Plan Nacional de Viviendas Familia
Feliz contempla la construcción, en el primer año de ejecución, de 11 mil
viviendas de manera simultánea en diversas localidades del país.
Agregó que en algunos sectores en donde
los vecinos se pongan de acuerdo, se podrá acondicionar las viviendas de toda
una manzana completa y “tal vez donde había 30 viviendas en un proceso de
reurbanización se pueden habilitar 60 o 90 y así van haciendo espacios para
otras nuevas”.