Brasil, uno de los epicentros mundiales de la pandemia, sumó 1.760 muertos por COVID-19, la segunda peor marca desde el comienzo de la crisis. Batió el récord diario de fallecidos por séptimo día consecutivo. La cifra confirma el fuerte recrudecimiento de la enfermedad en un país al borde del colapso en gran parte del territorio.
Brasil registró su semana más
mortífera desde el inicio de la crisis sanitaria. En los últimos cuatro días,
el número de fallecidos asociados al COVID-19 no ha bajado de 1.600: el martes
se perdieron 1.641 vidas, el miércoles 1.910 -récord absoluto-, el jueves 1.699
y este viernes otras 1.760.
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De acuerdo con el balance divulgado
este viernes por el Ministerio de Salud, el total de fallecidos por coronavirus
asciende a 262.770 desde el pasado 12 de marzo, fecha en la que se registró la
primera muerte derivada de la enfermedad en el país.
El Gobierno informó que el gigante
latinoamericano contabilizó 75.495 casos en las últimas 24 horas, por lo que el
acumulado de contagios llegó a los 10.869.227.
La media de contagios en los últimos
14 días es de 56.000 diarios, mientras que la de muertos llega a 1.200 diarios
en el mismo periodo.
Las cifras confirman a Brasil, con
sus 212 millones de habitantes, como el segundo país del mundo con mayor número
de decesos, tan solo detrás de Estados Unidos, y el tercero en casos, por
detrás de la nación norteamericana e India.
De acuerdo con el balance, 9,6
millones de personas ya se han recuperado de la enfermedad en Brasil, mientras
que 935.047 siguen bajo acompañamiento médico.
San Pablo anunció una “operación de
guerra”
San Pablo, el estado más poblado de
Brasil y el que registra mayor número de muertes y casos por COVID-19, anunció
este viernes una “operación de guerra” para acoger pacientes con el virus en
sus hospitales, los cuales se encuentran al borde del colapso.
El secretario de Salud de San Pablo,
Jean Gorinchteyn, informó que en el marco de la operación será levantado un
nuevo hospital de campaña para atender a enfermos de COVID-19, después de que
fueran desactivados todos los construidos durante la primera ola.
También serán convocados voluntarios
para actuar en la línea de frente de combate al virus.
“Vamos a continuar abriendo camas
dentro de los hospitales. Abriremos en cualquier lugar de esos hospitales: sea
en los anfiteatros, sea en los ambulatorios, sea en los pasillos. Va a haber
pacientes en los pasillos, lo que no queremos son pacientes desatendidos”,
resaltó.
San Pablo, la región más rica del
país, tuvo esta semana el récord de ingresos en las Unidades de Cuidados
Intensivos (UCI) desde el comienzo de la pandemia y el mayor número de
pacientes ingresados con sospecha de coronavirus.
Variantes más peligrosas del
coronavirus avanzan con fuerza por Brasil
Las nuevas variantes del coronavirus consideradas más transmisibles y
peligrosas avanzan por Brasil y ya son predominantes en al menos un cuarto del
país, que enfrenta la peor fase de la pandemia.
Contenedores frigoríficos para
almacenar cuerpos, ambulancias transformadas en improvisadas habitaciones de
hospital, traslado de pacientes a miles de kilómetros de distancia… Las señales
de un inminente colapso sanitario son cada vez más visibles en Brasil.
El hartazgo de una parte de la
sociedad después de un año de restricciones, el negacionismo del presidente
Jair Bolsonaro y la falta de medidas a nivel nacional, convierten además a
Brasil en un enorme “granero” para la aparición de nuevas variantes, según
especialistas consultados por Efe.
“Brasil se está transformando en el
mayor laboratorio a cielo abierto de coronavirus, pueden surgir un gran número
de mutaciones” y a raíz de eso, “variantes más infecciones y letales”, alertó
este viernes el reputado científico brasileño Miguel Nicolelis, profesor
catedrático de la Universidad Duke de Estados Unidos.
Detrás de este ‘tsunami’ de
contagios que crece sin cesar desde noviembre hay varios factores, pero el que
más inquieta a los científicos es la circulación sin freno de variantes del
SARS-CoV-2 con mutaciones asociadas a un mayor poder de infección.
En al menos siete de los 27 estados
brasileños ya son mayoría los casos detectados con las llamadas “variantes de
preocupación”. Son Amazonas, Ceará, Pernambuco, Río de Janeiro, Río Grande do
Sul, Santa Catarina y Paraná, según la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), centro
de investigación médica referencia en Latinoamérica.
En todos ellos, los hospitales están
al límite, especialmente en los tres últimos, que conforman la región sur del
país. Y parece ser apenas el principio. “El efecto de las variantes va a
comenzar a sentirse ahora”, alertó Nicolelis.
La Fiocruz ha identificado en más de
la mitad de los contagios de esos estados la mutación que comparten las
variantes de Reino Unido, Sudáfrica y Brasil.
La brasileña, conocida como P.1 y
originaria de Amazonas, ya está presente en casi todo el territorio nacional.
“La película se repite. Amazonas fue
el primero, pero los otros están yendo detrás. No me sorprendería ni un poco
que la P.1 fuera la principal responsable de lo que está pasando en el sur”,
afirmó a Efe Felipe Naveca, virólogo del Instituto Leônidas & María Deane
(Fiocruz Amazonia).
Por otro lado, cada vez son más los
indicios que apuntan a que la variante brasileña es capaz de evadir los
anticuerpos generados por una persona que superó la covid-19 previamente.
Y a mayor número de casos, mayor la
probabilidad de que surjan nuevos linajes. De hecho, la Fiocruz ha aumentado su
capacidad de secuenciamiento genético en todo el país a fin de averiguar “si la
propia P.1 también está evolucionando”.
“Mientras tengamos ese ambiente con
millones de casos diariamente existe la posibilidad de que surja otra variante
y no sé si será peor que la P.1. Precisamos cortar la transmisión para que no
haya chances de que aparezca algo peor”, insistió Naveca.
Fuente: Infobae