Es malo prometer como PRM las tres causales y defender los derechos de las mujeres para luego no cumplir.
También lo es candidatearse para
diputada para ir a la Superintendencia de Seguros, traspasar la diputación al
hijo y defender a la nuera que está siendo investigada por enriquecimiento
ilícito.
Es malísimo modificar una ley para
nombrar un abogado partidario de las Alianzas Público Privado en un cargo
propio para ingeniero hidráulico.
Es indefendible que ejerza como
administrador del Banco de Reservas un conocido cómplice de los Supertucano,
solo por haber sido el jefe de los recolectores de dinero para la campaña
electoral del Presidente.
No tiene madre la publicidad pagada
para promoción de la Dirección de Aduanas, Contraloría General de la República,
Autoridad Portuaria, Presidencia y otras instituciones del Estado que no tienen
nada que ofertar al mercado.
Es acogerse al tráfico de
influencia, aceptar vender acciones y propiedades del Estado, siendo miembro
del grupo económico más poderoso del país interesado en comprarlas.
Es fuerte que el abogado defensor de
“El Fantasma”, beneficiario de las ventas de Antena Latina, sea el ministro de
Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Es terrible lo de la Belfond y Acero
Estrella (Acero/Acero) en Barahona y Barrick en los Siete Picos de Yamasá.
Es vergonzoso lo del Gobierno y las
vacunas, sobre todo aquello de orinar en la vasija china para luego beber en
ella; cuando los vietnamitas recomendaron “nunca mear en el recipiente que ha
de beber”. Es estúpido el lacayismo frente a un imperio senil y decadente como
EE. UU.
Todo eso es malo, malísimo,
indefendible, denunciable, repudiable, vergonzoso, terrible, estúpido…Pero no
es que Pacheco, Josefa, los diputados “cristianos”, Pereyra, Orlandito, Manuel
Estrella, el Canciller… sean los más malos de esta película tipo “clavo”. Es
peor quien los/as nombra, los protege y le abre cancha en Ministerios y
Superintendencias.
Los supera, quien aconsejado por
asesores mercadológicos y expertos en marrullas, proclama sin rubor que está
con las “causales”, al tiempo de colar soterradamente la carnada tramposa de la
“ley especial” y luego la idea del “referéndum”, maniobra contra derechos
fundamentales inalienables. ¡Orlando los maldice a todos!
Es aún peor, quien luego de
comprometer en campaña el apoyo del PRM a las tres causales, declara “personal”
su convicción sobre el aborto y anuncia la imposibilidad de “imponérsela a los
demás; aunque no fue así cuando pactó con Leonel lo del Consejo de la
Magistratura, ni cuando le hicieron la ley a la medida a W. Arnaud.
Hay disciplina, para justicia no.