Las expectativas de inflación constituyen un factor importante en la evolución de la tasa de inflación. Si los agentes económicos piensan que los precios subirán en el futuro, se produce una tendencia al alza de los precios en el presente. Por ese motivo, los bancos centrales tienden a hacer todo lo posible para mantener ancladas las expectativas de inflación.
La credibilidad de la política monetaria es fundamental para el sostenimiento del anclaje de las expectativas de inflación. La confianza en las decisiones del organismo emisor se logra y mantiene cuando éste cumple las reglas y estrategias que aseguran la estabilidad de precios. Un banco central que cede a las presiones de los políticos, por ejemplo, financiando déficits públicos, emite una cantidad excesiva de pesos y provoca una tasa de inflación muy por encima de la meta. En ese escenario la población pierde la confianza en la moneda nacional y tiende a sustituirla por otra moneda extranjera o por otros activos, como bienes raíces. El resultado final es inflación y depreciación de la moneda local.
La evidencia empírica revela que los países que siguen metas explícitas de inflación logran mantener las expectativas de inflación dentro del rango meta. En el caso de la República Dominicana, el Banco Central aplica desde 2012 la estrategia de metas explícitas de inflación, la cual en la actualidad establece un rango meta de 4%±1%. Esto permitió que los dominicanos se beneficiaran entre diciembre de 2012 y diciembre de 2020 de una previsible y baja tasa de inflación, que se colocó en promedio anual en 3%. En ese período, las expectativas de inflación para los próximos doce meses, estimadas por el Banco Central en base a encuestas aplicadas a expertos, se mantuvieron ancladas en 3.91%.
A nivel internacional, el cambio de postura de la política monetaria, de una expansiva a una más restrictiva, tiene como objetivo mantener ancladas las expectativas de inflación y así asegurar que la tasa de inflación converja dentro del horizonte de política a la meta de inflación. Eso es lo que quiere el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, al anunciar el más agresivo aumento de tasas de interés de referencia desde 1994 para asegurar que las expectativas de inflación a cinco años, que se sitúan hoy en 2.6%, atraigan hacia abajo a la inflación actual de 8.6%.
Lo mismo quiere lograr el gobernador Héctor Valdez con el cambio de postura de la política monetaria. Al mes de junio de 2022, las expectativas de inflación para los próximos 24 meses se mantienen ancladas en 4.5%, cifra que cae dentro del rango meta. La nueva política monetaria del Banco Central, unida a la reducción de la tasa de inflación internacional y al anclaje de las expectativas, hará que la tasa de inflación actual de 9.5% se vaya reduciendo gradualmente hasta converger al rango meta del 4%±1%.
Publicado por Jaime Aristy Escuder en 17:34 No hay comentarios:
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jueves, 30 de junio de 2022
Se acabó la era de bajas tasas de interés
[Escrito el 29 de junio de 2022]
Los gobernadores de los bancos centrales de Estados Unidos, Unión Europea y el Reino Unido dejaron claro hoy que “se acabó la era de bajas tasas de interés e inflación moderada.” Hace meses señalé que si usted tenía algún proyecto de inversión o consumo, aprovechase las bajas tasas de interés de ese momento, pues no se volverían a ver por mucho tiempo.
Los gobernadores o presidentes Jerome Powell, Christine Lagarde y Andrew Bailey señalaron en la conferencia anual de política económica del Banco Central Europeo que su principal meta es reducir la tasa de inflación.
Powell, el presidente de la Reserva Federal, indicó que él estaba más preocupado por el riesgo de no detener la inflación, que por la posibilidad de que el aumento de la tasa de interés lleve la economía a una recesión. “El error más grande que se podría cometer… sería no restaurar la estabilidad de precios,” sentenció Powell, cuyo principal objetivo es mantener ancladas las expectativas de inflación y así reducir la tasa de inflación que a mayo se colocó en 8.6%.
Esto cobra una gran importancia en un entorno caracterizado por múltiples choques de oferta -como son la pandemia del covid-19 y la invasión de Rusia a Ucrania- y una rápida recuperación de la demanda agregada, que se han traducido en aumentos exponenciales de los precios de los combustibles y alimentos en los mercados internacionales. Obviamente, esto ha perjudicado más a los países en desarrollo, como la República Dominicana.
Christine Lagarde, la presidenta del Banco Central Europeo, aun cuando quiere enfrentar la inflación, que en mayo se colocó en 8.1%, señaló hoy que aumentará las tasas de interés de política monetaria de manera gradual. Esto se explica por el efecto recesivo que tiende a provocar la disminución del suministro de gas natural y petróleo ruso. Alemania, principal economía europea, importaba el 55% del gas natural que utiliza de Rusia y enfrenta la posibilidad de quedarse sin ese combustible hacia finales de este año. Esto llevaría a esa economía, y probablemente a toda la zona euro, a una recesión.
Andrew Bailey, el gobernador del Banco de Inglaterra, que enfrenta una tasa de inflación superior al 9%, señaló que las consecuencias de la guerra en Ucrania se manifiestan en mayores precios. Es muy probable que en las próximas reuniones de política, aumente la tasa de interés de referencia en 50 puntos básicos en vez de los 25 puntos básicos que se había incrementado en reuniones anteriores.
En el caso de la República Dominicana también se ejecutan medidas monetarias, como el aumento de la tasa de interés de referencia, con el objetivo de mantener ancladas las expectativas de inflación, lo cual facilitará que la tasa de inflación converja a su meta de 4%±1%.