La CEPAL acaba de anunciar que el poder adquisitivo de los dominicanos ha caído un 10% del 2019 al 2021 debido a la inflación. Llamen a un familiar en Nueva York y háganle esa misma pregunta.
El año pasado se ajustó el salario 24%, pero la inflación a mayo 2022 (9.48% interanual) se lo ha comido por lo que hay ajustar de nuevo el salario para compensar esa pérdida. En Estados Unidos la inflación interanual a junio alcanzó el 9.1%. Eso significa que la FED vendrá con un fuerte ajuste de tasa (y aquí también), donde las primeras víctimas serán la caída del crecimiento y pérdida de empleos. Europa camina en la cuerda floja y va también hacia una recesión ya que tendrá que ajustar sus tasas rápidamente para defender el euro y atacar la inflación.
China está de capa caída. Su económica apenas creció 0.4% en el segundo trimestre por el confinamiento. La economía rusa se fortalece por los precios del gas y petróleo y eso alargará la guerra.
Trigo, maíz y soya en peligro de seguir subiendo por la inmovilidad de comercializar granos desde Ucrania, el clima desfavorable que se avecina y la negativa de exportar de países que quieren aumentar sus reservas de grano. El hambre y la pobreza se disparan en casi todos los países. La energía y los combustibles suben sin control a meses de comenzar el invierno mientras Rusia recorta de nuevo los suministros de gas y petróleo.
La crisis comenzó a tumbar gobiernos (Gran Bretaña, Italia, Estonia, Sri Lanka), poniendo a otros en serios apuros, (Ecuador, Perú y Panamá). Biden está electoralmente muerto, Cuba tiene hambre y poca luz, y Venezuela y Argentina registran inflación de 685% y 50.9% respectivamente y ambos producen petróleo. La crisis haitiana se agudiza y la inmigración ilegal se agiganta constituyéndose en un grave problema socioeconómico para nuestro país. Los medios deben preocuparse más por los problemas económicos del mundo y de la tormenta que se avecina de la que no seremos inmune.