Este post es uno de los tantos que a diario comparto en Facebook. Con frecuencia vengo refiriéndome al tema haitiano y los ilegales que entran y pernoctan en nuestro país.
Ante las declaraciones de organismos internacionales y de las autoridades norteamericana para que cesen las repatriaciones, con la ofensiva del gobierno dominicano, enviándolos de nuevo a su país de origen, prefiero exponer las causas, consecuencias y la real solución, ante una situación que lo que ha hecho es generar una mafia de varios años que ha permitido a muchos hacer fortunas con ese aspecto migratorio.
Con frecuencia se dan los operativos de Migración persiguiendo los ilegales haitianos, montándolos en camiones y llevándolos hasta la frontera para que retornen a su país. Pasan unos días y están de regreso, utilizando diversos mecanismos, pero sobre todo “cumpliendo con el debido peaje”, entregando dinero a cambio de dejarlos entrar a territorio dominicano, “una rutina mafiosa”.
¿Por qué entran los haitianos a suelo de nuestro país? Sencillo, aquí consiguen se empleados sin ningún tipo de documentos, sin condiciones laborables legales, para pagarles bajos salarios, en franca violación a las leyes laborales, de la seguridad social y del código de trabajo, además de convenios constitucionales.
Los ilegales haitianos van a los hoteles, plantaciones agrícolas, construcciones públicas y privadas, comercios, industrias y realizan labor de negocios informales en las calles de la República Dominicana, sobre todo en las de más desarrollo económico.
Lo anterior va en desmedro de los nacionales quisqueyanos, que ven disminuir posibilidades de ser empleados, dado que los ilegales haitianos están ocupando muchos trabajos que ellos pudieran realizar. Pero además, esa informalidad evita que el Estado pueda beneficiarse de las cotizaciones a la seguridad social, los impuestos tributarios y que estén debidamente formalizados ante el Ministerio de Trabajo.
Es por todo lo anterior que venimos exponiendo, como sugiere nuestro post, que el tema sea debatido ampliamente, con firmeza y necesidad de tomar decisiones enérgicas, uniendo en una mesa redonda a empresarios de la construcción, hoteleros, comerciantes, industriales, productores agrícolas, Migración, Fuerzas Armadas, Ministerio Público, con la presencia del primer mandatario de la nación, entre otros, para buscar soluciones definitivas al dilema migratorio.