jueves, 29 de agosto de 2024

ASI O MÁS CLARO! Las EDE volverán a aplicar los apagones programados

Se trata de una gestión de demanda con base en los niveles de pago de cada sector

Esteban DelgadoPorEsteban Delgado  29 August, 2024
Tomado de El Dinero
El plan de mejora del sistema eléctrico incluye la lucha contra el fraude y robo de energía.
El incremento constante de las pérdidas en el sector eléctrico, específicamente en la gestión de las tres empresas distribuidoras de electricidad (EDE) ha sido difícil de justificar por parte del Gobierno, que, a menudo, repetía la frase de que se debe a que tanto Edenorte, como Edesur y EdeEste están supliendo el 98% de la demanda, lo que no se hacía en la pasada gestión, cuando se habían establecido los apagones programados.


Sin embargo, con la asunción de Celso Marranzini como presidente del Consejo Unificado de las EDE (CUED), ese argumento ha cambiado, aunque no del todo, pues el funcionario, posiblemente para no hacer quedar mal al Gobierno, trata de justificar esa acción en una necesidad coyuntural, aunque reconoce que ha estado drenando las finanzas públicas.

Así lo dejó entrever en su pasada exposición ante la cúpula empresarial durante el Almuerzo de la Cámara Americana de Comercio (AmchamDR), donde, de un lado dijo que entregar energía sin limitar la demanda “fue, sin dudas, una decisión histórica”, aunque más adelante reconoció que eso implicó “un costo reflejado en un aumento de las pérdidas de las EDE”.


Por esa razón, aunque este año el subsidio eléctrico para cubrir el déficit y pérdidas de las EDE es de US$1,584.2 millones (no de US$1,450 millones como dijo Marranzini), posiblemente termine ligeramente menor, debido a que la oferta de 98% de la demanda eléctrica aparentemente llegó a su fin, ya sea porque se han retomado los apagones programados conocidos como “gestión de demanda”, en los sectores que no pagan el servicio o porque las constantes averías como consecuencia del sobrecalentamiento de los transformadores y falta de inversión oportuna en reparaciones, también los causan.


“Tengo que ser sincero”, dijo Marranzini. “La decisión de haber eliminado el sistema de gestión de demanda de energía, al suplir toda la demanda para sortear los efectos de la pandemia y acompañar la recuperación económica, debió haber ido acompañada de un plan fuerte de contratación de nuevos clientes”, agregó.

El verdadero costo
El presidente del CUED presentó datos con los que se podría justificar en el suministro de más electricidad las elevadas pérdidas que se registran en las distribuidoras del Estado. Sin embargo, las cifras que utilizó no coinciden con la ejecución presupuestaria que publica la Dirección General de Presupuesto (Digepres).


El funcionario dijo que el Gobierno está conforme, debido a que el déficit esperado de las empresas distribuidoras para este año, “si lo comparamos con el 2019, que fue de US$1,268 millones con un petróleo más bajo y limitando a un 84% la oferta de energía, es mucho mayor que el esperado para este año de US$1,450 millones de dólares”.


Desde el punto de vista del funcionario, aumentar de un 84% a un 98% la oferta de electricidad (16.6% más), solo ha implicado un incremento de un 14.3% en el subsidio eléctrico.

Sin embargo, de acuerdo con la Digepres, en 2019, el subsidio eléctrico fue de RD$35,086 millones. Incluso, la ejecución de ese gasto cerró en RD$31,337.6 millones, que a una tasa promedio de RD$51.30 por uno durante ese año, resulta en US$610.8 millones, y no en US$1,268 millones como informó Marranzini.

En cuanto al subsidio programado para este año, en principio el Gobierno lo estimó en RD$89,379.6 millones, pero en el presupuesto reformulado recientemente aprobado, lo incrementó en RD$93,693.7 millones. Con una tasa promedio en lo que va de este año en RD$59.14 por uno, ese monto resulta en US$1,584.2 millones y no en US$1,450 millones como inicialmente se estimó.


Tomando como referencia esos datos de la Digepres, se tiene que este año el subsidio superaría el de 2019 en un 159.3%, y no en un 14.3%.

Esto indica que suministrar el 98% de electricidad en lugar de un 84% como en 2019, ha representado un costo adicional que ronda los US$900 millones. Eso deja entre ver que el incremento de las pérdidas tiene componentes que van más allá del hecho de suministrar más electricidad, aunque hay que considerar que el costo de la generación en ese año era menor que en la actualidad.


En todo caso, se estima que el subsidio programado para este año termine siendo menor, debido a que desde hace más de un mes se ha dejado de suministrar 98% de electricidad a la población, toda vez que los apagones se han incrementado en tiempo y frecuencia en diversos sectores del país, incluso, hasta en áreas residenciales donde se paga el servicio.


Esta semana se registraron protestas en algunas localidades del país con la quema de neumáticos en reclamo de que se reponga el servicio 24 horas como hasta hace poco, aun cuando no son sectores donde se paga el consumo de luz.

El presidente Luis Abinader ha informado que el problema de la comercialización de electricidad, a través de las EDE y lo que implica en términos económicos para el Estado es “el talón de Aquiles” de las finanzas públicas por muchos años.

Un plan en marcha
Tras asumir el control del Consejo Unificado de las EDE, Celso Marranzini diseñó un plan de reforma que busca mejorar la situación financiera de Edenorte, Edesur y EdeEste. La idea es retomar los programas de inversión en adquisición de equipos y reparación de redes, que debería implicar al menos US$300 millones anuales.


Además, se reactivará la Procuraduría de Persecución del Fraude Eléctrico, mientras se inicia un proceso de captación de nuevos clientes, que actualmente fungen como usuarios. Para ello, volverá a establecerse la gestión de demanda, con apagones programados en los sectores donde no se paga la luz. Con esas acciones, la intención es reducir las pérdidas de las EDE en al menos dos puntos procentuales cada año.

Posteriormente, al cabo de dos años, se convocará a una licitación para adjudicar la administración de las EDE a una empresa privada, aunque se conservará la propiedad de esas empresas como parte del Estado. Previo a esa adjudicación, se establecerá, mediante estudio, el nivel tarifario ideal para la sostenibilidad del sector, lo cual indica que se ajustará el precio a que el Estado vende la energía, con el objetivo de aumentar el valor agregado de distribución (VAD).

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Esteban Delgado
Esteban Delgado

Periodista especializado en economía y finanzas. Catedrático universitario de redacción, investigación de la comunicación y periodismo digital.