CUENTO I. LO QUE SUCEDIÓ A UN REY CON UN MINISTRO SUYO
Al conde Lucanor un amigo le quiere dejar y vender su tierras y le pide opinión a Patronio quien le cuenta la historia de un rey que confía mucho en su ministro y este lo único que quería era quedarse con todo lo del rey incluso si tenía que matar al hijo del rey.
MORALEJA: No te fíes del que crees que es tu mejor amigo si no lo demuestra. Con ayuda de Dios y un buen consejo, salva el hombre su ida y llega a viejo.
CUENTO II. LO QUE SUCEDIÓ A UN HONRADO LABRADOR CON SU HIJO
El conde Lucanor no sabe si hacer una cosa porque tanto si la hace como sino la hace le van a criticar, entonces Patronio le cuenta la historia de un padre y un hijo que van por un camino y se van encontrando con hombres que les critican si se sube uno, como si se sube el otro, como si se suben los dos, como si no se suben a la bestia.
MORALEJA: Haz lo que quieras siempre que sea el bien sin pensar en el qué dirán. Por miedo de las críticas, no dejéis de hacer lo que más conveniente os pareciere ser.
CUENTO III. DEL SALTO QUE DIO EN EL MAR EL REY RICARDO DE INGLATERRA PELEANDO CONTRA LOS MOROS
El conde Lucanor pide opinión a Patronio sobre cómo puede quitarse el pecado. Patronio le cuenta el cuento de un ermitaño y el rey de Inglaterra. El ermitaño le preguntó a Dios que quién iba a ser su compañero en el paraíso; después de mucho insistir le dijo que el Rey Ricardo porque tanto uno como el otro habían luchado por Dios.
MORALEJA: Si luchas por Dios y te arrepientes de las malas obras estarás perdonado. Quien se tenga por caballero, debe tratar de emular este salto, y no encerrarse en un monasterio a servir a Dios en un muro alto.
CUENTO IV. LO QUE DIJO UN GENOVÉS A SU ALMA AL MORIRSE
Al conde Lucanor le han ofrecido entrar en una empresa y pide opinión a Patronio sobre que debe hacer. Este le cuenta la historia de un genovés que tiene de todo pero su alma se quiere ir de dentro de él porque tiene muchas riquezas, pero el corazón lo tiene podrido al igual que sus hijos que solo se preocupan de recibir la herencia de su padre cuando muera.
MORALEJA: Si tienes lo que necesitas, preocúpate de otras cosas que no sea el dinero porque no es lo más importante. El que bien sentado está, no se levante.
CUENTO V. LO QUE SUCEDIÓ A UNA ZORRA CON UN CUERVO QUE TENÍA UN PEDAZO DE QUESO EN EL PICO
Un supuesto amigo del conde Lucanor alaba mucho a este y después le ofrece un trato. El conde se lo cuenta todo a su consejero y éste se da cuenta de que quiere engañarlo. Le cuenta la historia de la zorra que alaba mucho al cuervo para quitarle el queso que este tenía en el pico.
MORALEJA: Los que te dan cosas que no tienes, pueden que te quiten lo que es tuyo. Quien te alaba lo que no tienes, cuida que no te quite lo que tienes.
CUENTO VI. LO QUE PASÓ A LA GOLONDRINA CON LOS OTROS PÁJAROS CUANDO SEMBRÓ EL HOMBRE LINO
Unos vecinos del conde Lucanor se están juntando para ponerse en su contra, éste no lo cree, pero se lo cuenta a Patronio que le cuenta un cuento de una golondrina que avisaba a los demás pájaros de que el hombre estaba plantando lino y había que destruirlo ahora que podían, pero estos no la hacían caso hasta que fue demasiado tarde.
MORALEJA: Más vale prevenir que curar. Para que los males no puedan llegar, su raíz al comienzo debemos cortar.
CUENTO VII. LO QUE SUCEDIÓ A UNA MUJER LLAMADA DOÑA TRUHANA
Un señor le dio una idea al conde Lucanor sobre como ganar muchos beneficios, pero Patronio le contó un cuento de la Señora Truhana que empezó a imaginarse como se iba hacer rica a partir de una olla de miel, al imaginarse tantas cosas se descuidó y se le cayó la olla y se le acabaron todas sus ilusiones.
MORALEJA: Piensa en las cosas reales y no te dejes inundar de fantasías. En las cosas ciertas confiad y las fantásticas evitad.
CUENTO VIII. LO QUE SUCEDIÓ A UN HOMBRE AL QUE LE TUVIERON QUE LIMPIAR EL HÍGADO
El conde Lucanor le preguntó a Patronio que podía hacer porque se estaba quedando sin dinero por dárselo a gente que se lo pedía aunque no lo necesitase. Le contó el cuento del hombre que le tuvieron que sacar el hígado, y un hombre que estaba allí le pidió al cirujano que le diera un trozo del hígado para su gato.
MORALEJA: No le des al que no lo necesita si luego a ti te puede faltar. El no saber que se debe dar, daño a los hombres ha de reportar.
CUENTO IX. LO QUE LE SUCEDIÓ A DOS CABALLOS CON EL LEÓN
El conde Lucanor le explica a Patronio que su enemigo se quiere unir a él para poder enfrentarse a otro más poderoso que ellos. Este le cuenta la historia de dos caballos que se llevaban muy mal, pero que cuando tuvieron miedo se unieron para combatir.
MORALEJA: Ten cuidado de que no te causen daño los extraños. Estando protegidos de otros daños, evitad que os lo causen los extraños.
CUENTO X. LO QUE SUCEDIÓ A UN HOMBRE QUE POR POBREZA Y FALTA DE OTRA COSA COMÍA ALTRAMUCES
El conde Lucanor estaba hablando con su consejero de lo pobre que se estaba haciendo con lo rico que había sido. Patronio le contó el cuento de dos hombres que habían sido muy ricos, pero que ahora eran pobres y uno se comía los restos que dejaba el otro de los altramuces. El que tiraba las cáscaras salió de la pobreza con la ayuda de Dios y sacrificio.
MORALEJA: Con mucho esfuerzo se puede salir de donde sea. Por pobreza nunca desmayéis, pues otros más pobres que vos veréis.
CUENTO XI. LO QUE SUCEDIÓ A UN DEÁN DE SANTIAGO CON DON ILLAN, EL MAGO DE TOLEDO
El conde Lucanor le cuenta a Patronio que un hombre le pide ayuda, pero que el hombre no cumple sus promesas. Patronio le cuenta el cuento de deán que no agradece al mago de Toledo todo lo que hizo por él y no cumple las promesas al subir de categoría.
MORALEJA: Si ayudas a alguien y no te lo agradece, menos ayuda te dará según siga subiendo. El que vuestra ayuda no agradeciere, menos ayuda os dará cuanto más alto subiere.
CUENTO XII. LA ZORRA Y EL GALLO
El conde Lucanor le pide consejo a Patronio, porque tiene posesiones que son más fuertes que otras y se las pueden atacar. Patronio le contó el cuento de la zorra que consiguió comerse al gallo metiéndole miedo y poniéndole nervioso para que se fuera moviendo de árbol en árbol hasta que llegase un momento que no pudiera ir a ningún árbol y cayera al suelo.
MORALEJA: No tengas miedo y lucha por lo que es tuyo. No te asustes nunca sin razón, más defiéndete bien como varón.
CUENTO XIII. LO QUE SUCEDIÓ A UN HOMBRE QUE CAZABA PERDICES
El conde Lucanor le dice a su consejero que qué puede hacer cuando alguien le hace daño y luego le pide perdón, reiteradamente. Patronio le contó la historia de un Hombre que cazaba perdices y que al darle el viento con los ojos le hacía llorar. Las perdices creían que se arrepentía de matarlas pero no era así y el cazador las seguía matando si ningún cargo de conciencia.
MORALEJA: El que te hace muchas veces mal y luego se arrepiente, no lo siente de verdad. Procúrate siempre muy bien guardar del que al hacerte mal muestra pesar.
CUENTO XIV. EL MILAGRO QUE HIZO SANTO DOMINGO CUANDO PREDICÓ EN EL ENTIERRO DEL COMERCIANTE
Al conde Lucanor le decía que juntase todo el dinero posible que era mejor, éste dudoso le pidió consejo a Patronio y este le contó un cuento de un hombre que se dedicó a juntar mucho dinero y no se preocupó de otra cosa. Cuando enfermó mandó llamar al obispo para confesarse y morir en paz, pero sus hijos con miedo a que no les dejara la herencia le dijo al obispo que estaba muy malo y que no le podía recibir. Murió y en su entierro leyeron un texto evangélico que decía que donde estaba el corazón estaba la fortuna. Abrieron el cuerpo del comerciante y tenía el corazón podrido.
MORALEJA: La mayor fortuna es tener buen corazón. Gana el tesoro que es verdadero n te preocupes del perecedero.
CUENTO XV. LO QUE SUCEDIÓ A DON LORENZO SUÁREZ EN EL SITIO DE SEVILLA
Al conde Lucanor le estaba metiendo miedo ya que su enemigo y él han hecho las paces y le dicen que no se fíe que le va a atacar. El conde Lucanor le pide opinión a Patronio. Este le cuenta la historia de tres caballeros que se enfrentaron a los moros para ver quien era el mejor. Atacaron uno detrás del otro y para unos el mejor era el primero, para otros el segundo y para otros el tercero por mantener la serenidad. Patronio le dijo que es mejor esperar a que te ataquen para sabes si es cierto o no lo que le decía la gente.
MORALEJA: No ataques si no te atacan y así no tendrás problemas. Que por miedo no os obliguen a atacar, siempre vence que el que sabe esperar.
CUENTO XVI. LA RESPUESTA QUE DIO EL CONDE FERNÁN GONZÁLEZ A NUÑO LÁINEZ, SU PARIENTE
El conde Lucanor le dijo a Patronio que qué le parecía a él que descansara y dejara de meterse en guerras. Patronio le contó lo que Nuño Láinez le dijo al conde Fernán González cuando éste se prepuso lo mismo. Le dijo que si por ganar fama hay que descansar y no trabajar es mejor quedar deshonrados
MORALEJA: Trabajar es más importante que la fama. Si por descanso deleites la buena fama perdemos al acabar la vida deshonrados nos quedaremos.
CUENTO XVII. LO QUE SUCEDIÓ A UN HOMBRE QUE TENÍA MUCHA HAMBRE, A QUIEN CONVIDARON POR CUMPLIDO A COMER
Hablando un día el conde con Patronio le dijo que llegó un día a verle un señor y que le dijo que estaría dispuesto a hacer por él una cosa que le convenía un montón, pero se lo dijo de una forma que parecía que no quería hacerla por lo tanto no sabia que hacer ya que se lo pide como cumplido. Entonces Patronio le contó al conde la historia de lo que le sucedió a un hombre que tenía hambre y le convidaron a comer. Había un hombre que había sido rico y que por causas de la vida ahora era muy pobre. Entonces paso por delante de una casa de uno que conocía y le dijo que si quería comer. Este hombre, que tenia mucha hambre de no haber comido hace bastante tiempo le dijo que si pero no por necesidad suya si no por complacerle. Entonces Patronio le dijo al conde Lucanor que esto es lo que debería hacer él.
MORALEJA: No te hagas de rogar si te va a beneficiar. No te hagas mucho de rogar en lo que te puedas beneficiar.
CUENTO XVIII. LO QUE SUCEDIÓ A DON PEDRO MELÉNDEZ DE VALDÉS CUANDO SE LE ROMPIÓ LA PIERNA
Hablando un día el conde con Patronio le dijo que tenia un pleito con un vecino suyo, que era muy poderoso, y que habían acordado que fuesen los dos a la villa y quien llegara primero se quedaría con ella; que estaba seguro por la misericordia de Dios que si pudiera ir seguramente ganaría la villa pero por no estar muy bien de salud no podía ir. Pero aunque la villa es importante más importante es lo que gente diría de él. Patronio le a contó lo que le sucedió a don Pedro Meléndez de Valdés cuando se rompió la pierna. Había un hombre que se llamaba don Pedro Meléndez que siempre que le pasaba algo malo decía que si a Dios que si esto le había pasado seria por su bien. Esta persona gozaba de mucha privanza con el rey de León. Otros consejeros, enemigos suyos, llenos de envidia le acusaron de tantos crímenes que el rey lo resolvió mandándolo a matar.
Cuando don Pedro legó a su casa le llegó la notificación del rey diciéndole que fuese a hablar con él que era muy importante. Los que le habían de matar estaban esperándolo. Cuando iba cabalgando para ir a ver al rey se cayó por una escalera y se partió la pierna. Empezaron a decirle que Dios le había fallado. Él les aseguraba que aunque las cosas para él salieran mal, al final Dios lo habría hecho para bien.
Cuando los que estaban esperando a don Pedro para matarle vieron que no venia se lo dijeron al rey que no han podido cumplir su mandato. Don Pedro estuvo mucho tiempo sin cabalgar y en este tiempo el rey se entero de que eran falsas sus acusaciones entonces mandó matar a los que habían mentido.
MORALEJA: Si en Dios confías, él te ayudará. No te quejes de lo que Dios hiciere, que será por tu bien cuando El quisiere.
CUENTO XIX. LO QUE LE SUCEDIÓ A LOS CUERVOS CON LOS BUHOS
Hablando un día el conde Lucanor con Patronio y le dijo que tenia un enemigo que tenia un pariente y que ese pariente se enfado con él y que le a pedido ayuda para vengarse de él y quería saber cual era su opinión. Patronio le contó la historia de lo que le sucedió a los cuervos con los búhos. Entre los búhos y los cuervos había guerra y entonces los cuervos eran atacados por los búhos por la noche por lo que los cuervos quería vengarse de ellos.
El cuervo más sabio tuvo la idea de que le desplumaran. Entonces los búhos se lo creyeron y empezaron a confiar en él. Pero había un búho sabio se dio cuenta de que les estaba mintiendo y se fue a un sitio donde los cuervos no lo vieran. Cuando al cuervo le crecieron las plumas le dijo a los búhos que como podía volar iba ir en busca de los cuervos y que luego volvería a decirles a donde estaban para matar a los cuervos. Al llegar el cuervo al lugar donde se encontraban los cuervos les dijo lo que hacían los búhos y mataron a tantos búhos que quedaron vencedores.
MORALEJA: Si una persona no está a tu favor nunca no le creas cuando le convenga. Al que enemigo tuyo solía ser nunca le debes en nada creer.
CUENTO XX. LO QUE SUCEDIÓ A UN REY CON UN HOMBRE QUE LE DIJO QUE SABÍA HACER ORO
Estando el conde Lucanor hablando con Patronio le dijo que un hombre había ido a verle y le había propuesto darle poder y riquezas, pero le tenía que dar dinero. Patronio le contó el cuento de un pícaro y un rey.
Había un hombre muy pícaro que era pobre y quería ser rico a toda costa, entonces cogió unos cuantos doblones y los machacó e hizo bolas de oro con ellos. Fue a un comerciante y se las vendió. El hombre le dijo a algunas personas que sabía hacer oro y cuando llegó esto a oídos del rey le mandó llamar para que le enseñara a hacer oro. Le enseñó y le dijo que si faltaba un solo ingrediente no podría hacerlo. Cuando al rey se le acabó las bolas le mandó llamar y le contó el problema. El rey dio dinero al hombre para que fuera a su país a buscar las bolas y le dio mucho dinero. El hombre no volvió a aparecer por allí.
MORALEJA: No dejes tus riquezas en manos de desconocidos. No aventures nunca tu riqueza por consejo del que vive en pobreza.
CUENTO XXI. LO QUE SUCEDIÓ A UN REY MOZO CON UN GRAN FILÓSOFO A QUIEN SU PADRE LE HABÍA ENCOMENDADO
El conde le contó a Patronio que había cuidado a un niño durante mucho tiempo porque quería al padre del niño y porque cuando fuese mayor quería que le cuidase a él. Patronio le contó la historia de un rey que puso en manos de un filósofo para que le cuidase y le enseñase lo mejor para que el día de mañana cuidara del reino de la manera adecuada. Cuando murió el rey el hijo lo sucedió y el filósofo le estuvo cuidando hasta que llegó a los quince años. El mancebo dejó llevarse por los consejos de gente que no le quería y no hizo caso al filósofo. El filósofo dijo a mucha gente que él era el que mejor entendía a las aves y el mancebo cuando lo oyó quería saber si era verdad. Un día muy temprano el rey y el filósofo salieron a escuchar a las aves. Cuando las estaban escuchando el filósofo se puso a llorar y a sufrir porque entre la aves estaban hablando de que gracias al rey que había dejado abandonar las aldeas se podían alimentar mucho mejor porque había llevado el reino a la pobreza. El rey se dio cuenta de que estaba haciendo mal su trabajo.
MORALEJA: Es mejor decir las cosas a los jóvenes tranquilamente que reñirles. Al mancebo no debemos reñir, más con blandas razones persuadir.
CUENTO XXII. LO QUE SUCEDIÓ AL LEÓN Y AL TORO
El conde Lucanor le dijo a Patronio que tenía un amigo muy poderoso del que solo recibía favores. Y la gente le dice que quiere romper con él. El conde está preocupado de que si se da cuenta de que sospecha de él se enfadarán. Patronio le cuenta al conde lo que le sucedió al león y al toro. El león y el toro eran muy buenos amigos y entre los dos mandaban a todos los animales. El toro mandaba a los que comían hierba y el león a los que comían carne. Los demás animales se dieron cuenta de su tiranía por lo que entendieron que si hacían que se enfadasen se acabaría lo que estaba ocurriendo. Le dijeron a la zorra y al carnero que haber si los podían enfadar. La zorra que es el consejero del león le dijo al oso que le dijera al león que el toro le quería hacer mucho daño y que estuviera alerta. Lo mismo le dijo el carnero al caballo para que solo dijera al toro. Hicieron sospechar el uno del otro y al final se enfadaron y dejaron de mandar a los demás animales.
MORALEJA: Cuidado con los consejos que te dan no vayas a perder a un buen amigo. No pierdas un amigo provechoso por lo que de él te diga un mentiroso.
CUENTO XXIII. LO QUE HACEN LAS HORMIGAS PARA MANTENERSE
El conde Lucanor, le dijo a su consejero que mucha gente le aconsejaba que dejara de trabajar y que descansara ya que tiene las suficientes riquezas como para sufragar sus gastos hasta que muera y dejar herencia a sus hijos. Patronio le dijo que le iba a contar lo que hacen las hormigas para mantenerse. Las hormigas están todo el verano trabajando para recoger el suficiente grano para soportar el invierno y en invierno cuando hace buen tiempo aprovechan cualquier momento para recoger comida para por sí acaso se les acaba.
MORALEJA: Trabajando, trabajando se consigue descansar a gusto. No comas siempre de lo ganado, vive de modo que mueras honrado.
CUENTO XXIV. LO QUE LE SUCEDIÓ A UN REY QUE QUISO PROBAR A SUS TRES HIJOS
El conde Lucanor hablaba con su consejero personal, Patronio, acerca de un caso que le había sucedido para pedir su opinión. El conde quería conocer la manera de saber cuales mancebos serían provechosos en un futuro. Patronio le contó: Un rey moro tenía tres hijos y debía elegir que hijo sería el próximo rey, para ello ideo un plan, llamaría a cada uno de sus hijos para que fuera a montar a caballo con él. Los dos primeros hijos se portaron de igual manera, tenían que hacer varios viajes para conseguir cada una de las cosas que le iba pidiendo su padre, luego los mandó que observasen la ciudad y salieron con todo lujo de acompañantes para que se notase que estaban allí. El tercer hijo llegó una mañana sin avisar, pidió todo lo necesario para vestir él mismo a su padre y poder montar a caballo. Al mandarle a ver la ciudad, tras observar su ejército comentó con su padre que deberían ser los dueños del mundo. Al padre le gustó la aptitud de su hijo pequeño y le nombró sucesor.
MORALEJA: A las personas hay que juzgarlas por sus acciones, no por su exterior. Por sus dichos y hechos puedes conocer lo que el mancebo llegará a ser.
CUENTO XXV. LO QUE SUCEDIÓ AL CONDE DE PROVENZA, QUE FUE LIBRADO DE PRISIÓN POR EL CONSEJO QUE LE DIO SALADINO
El conde Lucanor le dice a Patronio que le diga lo que le puede decir a un pariente suyo que le ha pedido consejo porque quería casar a su hija. Patronio le cuenta el cuento del conde de Provenza y Saladino. El conde de Provenza quería ganarse el cielo y para ello llevó un ejército a Tierra Santa, y como Dios pone a prueba a sus sirvientes, el conde cayó prisionero de Saladino; aunque era prisionero, no era un prisionero normal, era el consejero personal de Saladino. Un día llegó carta de que su hija que tenía muchos pretendientes para casarse y el conde debía elegir. El conde pidió, por consejo de Saladino que se casase con el que fuese más hombre, con el que más cosas buenas hagan y menos manchas tenga, aunque no fuera de familia rica. Al recibir la noticia escogieron un hombre, el mejor de todas las tierras que dominaba el conde. En la noche de bodas aquel hombre quiso demostrar lo hombre que era y se embarcó juntos con hombres y galeras a las tierras de Saladino. Allí llenó a Saladino de favores convirtiéndose en gran amigo. Un día salieron a cazar y el yerno del conde secuestró a Saladino para decirle quien era realmente y lo que quería, que no era otra cosa que liberaran al conde. Saladino accedió de muy buena gana, ya que se había librado de la muerte gracias a un consejo suyo. El conde y su yerno volvieron a Provenza ricos y famosos por sus proezas.
MORALEJA: Es muy importante elegir bien la persona con la que te cases. Verá la que se casa con un hombre aumentar sus riquezas y buen nombre.
CUENTO XXVI. LO QUE SUCEDIÓ AL ÁRBOL DE LA MENTIRA
Un día le dijo el conde a Patronio que estaba muy disgustado y estaba a punto de pelarse con algunas personas que siempre que hablan mienten. Sus mentiras les son muy beneficiosas y le causan daño porque va la gente contra él. Y que él estaba convencido de que si él también mintiera, sabría mentir tan bien como ellos; pero no ha querido mentir porque sabe que la mentira es mala. Por lo que le pide consejo a Patronio. Patronio entonces le cuenta lo que le sucedió al árbol de la mentira. Cuando el árbol estaba plantado y empezó a brotar, la mentira le dijo a la verdad que se repartieran. Mentira le dijo a verdad que cogiera la parte de las raíces porque es la parte mejor del árbol y como verdad es tan inocente se lo creyó y eligió las raíces. El árbol empezó a crecer y a echar grandes ramas y hojas hermosas. Cuando la gente vio que ese tenía buena sombra y bonitas hojas, todos comenzaron a ir día sí y el otro también. La mentira halagaba a los que mentían. Sabía la mentira enseñar también que la mayoría de los hombres lograba lo que se proponía. Gozando la mentira la popularidad, la triste verdad estaba abajo y nadie se preocupaba por ir a buscarla, por lo que la verdad empezó a roer las raíces hasta que rompió que hizo volcar el árbol y arramblo con toda la gente que estaba con la mentira.
MORALEJA: La verdad acaba ganando a la mentira. Mal acabará el que suele mentir; por eso debemos de la mentira huir.
CUENTO XXVII. LO QUE SUCEDIÓ CON SUS MUJERES A UN EMPERADOR Y A ALVAR FÁÑEZ MINAYA
Hablando un día el conde Lucanor con Patronio le dijo que tenía dos hermanos que estaban casados y que con sus mujeres tenían situaciones diferentes. Uno estaba que no dormía. , le consultaba todo y hacia lo que ella quería. Y el otro ni entra en su casa por no ver a su mujer. Entonces el conde le dijo que podía hacer para remediarlo. Patrono le contó la historia de lo que le sucedió con sus mujeres a un emperador y a Alvar Fáñez Minaya.
El emperador Federico se casó con una doncella de alto linaje, pero él no sabía que tenía un genio de aúpa. Cuando estaban ya casados la emperatriz hacía todo lo contrario que a lo que hacía el emperador. El emperador la estuvo soportando hasta el punto que ya veía que no tenía remedio y se fue a ver al Papa para pedirle que le diera el nulo en la boda con su mujer. Pero el Papa no se lo concedió. Cuando el emperador volvió, se fue de caza y preparó dos ungüentos uno para el veneno de los animales y el otro para curar la piel. El emperador le dijo a su mujer que si se quería dar un poco del mejunje que había preparado a la piel, pero que con el otro no se frotara porque moriría y el emperador se fue a cazar. La emperatriz se creía que le estaba mintiendo, y creía que lo de los animales era para la piel con lo que se dio y murió. A don Alvar Fáñez le sucedía lo contrario. Se caso con la pequeña de las hermanas del conde don Pedro Ansúrez, ya que a las mayores al decirles los problemas que tenia (como hacerse las necesidades en la cama) ninguna quería casarse con él, solo quería la más pequeña. Ya en su casa al ver que su mujer era tan inteligente y tan buena esposa que dijo que se le hiciera siempre lo que ella mandaba. Al poco llegó un sobrino suyo, y a los pocos días de estar en la casa le dijo que tenia un defecto, dejarse influir mucho por su mujer a tal punto de haberle dado el gobierno. Sin volver a su mujer se fue con su sobrino con el caballo y cuando vieron muchas vacas le dijo el tío al sobrino que si había visto tan hermosas yeguas en estas tierras. El sobrino le dijo al tío que estaba loco ya que eso eran vacas. Pero el tío seguía con sus trece y seguía diciendo que eran yeguas. Al llegar la tía del sobrino que le estaba persiguiendo se metió en la contienda y dijo que eso también le parecían vacas a ella. Tanto lo aseguró que hasta el sobrino empezó a dudar de su vista y también los presentes. Después al ver muchas yeguas, dijo el tío estas si que son vacas y no las de antes. Entonces su tía le dijo que su tío tenía razón, por lo que el sobrino se empezó a volver loco. Cuando el sobrino vio que su tía siempre decía que su marido tenia razón. El tío al verle preocupado le dijo que esto lo había hecho para que viera que él se estaba equivocando ya que todo lo que el sobrino había visto era verdad, por lo que estaba probando a su mujer para que viera que como ella estaba persuadida de que no se podía equivocar nunca le iba a quitar la razón. Lo que hace que todo el mundo vea que se cumple mi voluntad. El sobrino vio que su tía era una mujer con gran inteligencia.
MORALEJA: Las mujeres no tienen por qué darle la razón al hombre si no la tiene. Desde el comienzo debe el hombre decir a la mujer cómo han de vivir.
CUENTO XXVIII. LO QUE SUCEDIÓ A DON LORENZO SUÁREZ GALLINATO EN GRANADA
El conde Lucanor está hablando con Patronio de que un hombre ha ido a pedirle al conde amparo, pero la gente le dice que ha hecho un desaguisado. Patronio le cuenta la historia de Don Lorenzo al que San Fernando le pide consejo. Estaban un día San Fernando y Don Lorenzo y le preguntó San Fernando a Don Lorenzo qué si creía en la misericordia de Dios después de lo que había hecho. Don Lorenzo mató a un clérigo porque estaba vendiendo a cristo a los moros y aunque Don Lorenzo tenía la responsabilidad del guarda del rey moro de Granada, él actuó como un cristiano.
MORALEJA: No juzgues a las personas por sus acciones si no sabes por qué lo ha hecho. Cosas que parecen hechas sin razón, se ve de cerca que buenas son.
CUENTO XXIX. LO QUE SUCEDIÓ A UNA ZORRA QUE SE TENDIÓ EN LA CALLE Y SE HIZO LA MUERTA
Estaban el conde Lucanor y su consejero y el conde le pidió consejo a Patronio porque su pariente tenía problemas con sus vecinos de la comarca porque intentaban buscar algo para ponerse en su contra. Patronio le contó la historia de la zorra que se hizo la muerta. Había una vez una zorra que se cebó con las gallinas y cuando se quiso dar cuenta ya era de día y le era casi imposible escapar. La zorra para intentar escapar se hizo la muerta y así nadie se acercaba a ella, hasta que un hombre se acercó para cortarle un trozo de pelo y unos cuantos más hicieron lo mismo, pero un hombre se acercó para sacarle el corazón, en ese momento la zorra salió corriendo y consiguió escapar.
MORALEJA: Disimula lo que puedas si te atacan, hasta cierto punto. Disimula todo aquello que pudieres; véngale sólo de lo que forzosamente debieres.
CUENTO XXX. LO QUE SUCEDIÓ AL REY ABENABET DE SEVILLA CON SU MUJER ROMAIQUIA
El conde Lucanor le contó a Patronio que había un hombre al que le había hecho muchos favores, pero que cuando le dice que no se le olvida todo lo que ha hecho por él. Patronio le contó la historia del rey Abenabet que amaba mucho a su mujer y le daba todo lo que quería porque era muy caprichosa. Un día le dijo la mujer al rey que nunca hacía nada por ella y el rey le recordó que había hecho muchas cosas.
MORALEJA: Si alguien no te agradece lo que haces por él, no le vuelvas hacer nada. A quien no te agradezca lo que has hecho no sacrifiques nunca tu provecho.
CUENTO XXXI. LA SENTENCIA QUE DIO UN CARDENAL A LOS CANÓNIGOS DE PARÍS Y A LOS FRANCISCANOS
El conde Lucanor le dijo a Patronio que un amigo suyo y él podrían hacer una cosas que les convenía a los dos y que él la puede hacer, pero no sabía si hacerla por no estar su amigo. Patronio le contó la historia de los canónigos y los franciscanos. Los canónigos y los franciscanos estuvieron discutiendo mucho tiempo porque tanto uno como otros querían tocar las campanas de la catedral. Al final uno dijo que el que se levantara primero que las tocara.
MORALEJA: Si hay algo que quieres hacer lo puedes hacer, hazlo no vaya a ser que lo pierdas. Si algo que te conviene puedes hacer, no hagas con dilaciones que se pueda perder.
CUENTO XXXII. LO QUE SUCEDIÓ A UN REY CON LOS PÍCAROS QUE HICIERON LA TELA
El conde Lucanor hablando con Patronio le contó que un hombre había ido a hablar con él sobre un negocio que le convenía, pero que le había dicho que no se lo dijera a nadie. Patronio le contó la historia de tres pícaros y un rey. Tres pícaros se presentaron frente al rey y le dijeron que sabían hacer una tela que solo la veían los que eran hijos de los padres que creían que eran sus padres. El rey muy contento le proporcionó una habitación para que hicieran una de sus telas y les dio todo el oro y toda la plata que pidieron. Los pícaros montaron su taller y empezaron ha hacer como que tejían. A los pocos días uno de los pícaros fue a decir al rey que fuera a ver la tela que ya la habían empezado. El rey mandó a uno de sus ministros a verla y el ministro cuando volvió no se atrevió a decir al rey que no había visto la tela por no quedar deshonrado. Otro día mandó a otro y volvió a pasar lo mismo así que el rey se decidió a ir a ver la tela, cuando llegó y no vio nada y los pícaros la describían dijo que la veía y alabó a la tela. Un día el rey tubo que salir con el supuesto traje que los pícaros habían hecho y nadie se atrevía a decir que no veía la tela hasta que un negro lo dijo porque no tenía nada que perder, desde ese momento empezaron todo a decir que no veían la tela y fueron a buscar a los pícaros que no los encontraron por ninguna parte.
MORALEJA: Si alguien algo a tus amigos te hace ocultar es que te quiere engañar. Al que te aconseja encubrirte de tus amigos le es más grato el engaño que los higos.
CUENTO XXXIII. LO QUE SUCEDIÓ A UN HALCÓN SACRE DEL INFANTE DON MANUEL CON UN ÁGUILA Y UNA GARZA
El conde Lucanor hablando con Patronio le dijo que qué debería hacer que si guerrear contra los moros después de haber salido de otra guerra o descansar sin meterse en problemas. Patronio le contó lo que pasó a un halcón, a un águila y a una garza. Un halcón tenía que perseguir a una garza, pero cada vez que intentaba ir a por ella aparecía un águila que perseguía al halcón. Después de estar un rato así el halcón hirió al águila, pero este volvió a por el halcón; el halcón le rompió una ala al águila y este cayó; el halcón al ver como caía se fue a por la garza y la consiguió atrapar.
MORALEJA: Si luchas por lo que quieres terminarás consiguiéndolo con la ayuda de Dios. Si Dios te da seguridad, piensa en la muerte y la eternidad.
CUENTO XXXIV. LO QUE SUCEDIÓ A UN CIEGO QUE CONDUCÍA A OTRO
El conde Lucanor le dijo a Patronio que un pariente en el que confía mucho le había dicho que fuese a un lugar donde él temía mucho ir, pero su pariente le había dicho que no permitiría que le ocurriera nada. Patronio le contó el cuento de dos ciegos. Había dos ciegos y uno le dijo al otro que en una tierra cercana había muchas ventajas para ellos, pero que el camino era muy peligroso y que no tenía que tener ningún miedo porque él le guiaría. Unos de lo ciegos después de pensarlo mucho fue con el otro ciego y cuando iban por el camino los dos se mataron.
MORALEJA: Por mucho que un amigo te de seguridad es mejor no arriesgar. Huir del peligro es mayor seguridad que la de la que ningún amigo te puede dar.
CUENTO XXXV. LO QUE SUCEDIÓ A UN MOZO QUE CASÓ CON UNA MUCHACHA DE MUY MAL CARÁCTER
El conde Lucanor le dijo a Patronio que uno de sus deudos le había pedido consejo de si casarse o no con una muchacha de muy mal carácter. Patronio le contó la historia de un mancebo que se casó con una muchacha de muy mal carácter. Había un mancebo que le dijo a su padre que le tramitarse para casarse con una muchacha más rica que él, pero con muy mal carácter. El padre fue a hablar con el padre de la muchacha y le dijo que vale. La boda se celebró y cuando estaban los dos en casa, el mancebo le dijo a un perro, a un gato, y a un caballo que les sirvieran agua en las manos y como no lo hicieron los mató, se lo dijo a su mujer y esta asustada hizo lo que le mandó. Desde ese día la mujer hace todo lo que el mancebo le dice por miedo.
MORALEJA: Si te casas con alguien con muy mal carácter imponle como eres. Si al principio te muestras como eres, no podrás hacerlo cuando tú quisieres.
CUENTO XXXVI. LO QUE SUCEDIÓ A UN MERCADER QUE HALLÓ A SU MUJER Y A SU HIJO DURMIENDO JUNTOS
El conde Lucanor le dijo a Patronio que estaba muy enfadado por una cosa que le habían dicho, y que las iban a pagar muy caras. Patronio le contó la historia de un mercader, su mujer y su hijo. Había un mercader que dejó a su mujer embarazada y se fue navegando a otra tierra. Cuando estaba en la otra tierra compró unos consejos a un sabio que le dijo que no se precipitara. Volvió a su casa y encontró a su mujer que llamaba marido a un mancebo; el mercader estuvo a punto de salir y matarlos, pero se acordó del consejo del sabio; al rato se sentaron juntos a cenar y le volvieron a entrar ganad de salir, pero se volvió a acordar del consejo, cuando se iban a meter en la cama no aguantó más y salió, se quedó inmóvil y se dio cuenta que aquel mancebo era su hijo.
MORALEJA: Si actúas con tranquilidad y no te precipitas, te dará tiempo a enterarte de la verdad. De la resolución que airado tú tomares te arrepentirás cuando bien te informares.
CUENTO XXXVII. LA RESPUESTA QUE DIO EL CONDE FERNÁN GONZÁLEZ A SUS GENTES DESPUÉS DE VENCER LA BATALLA DE HACINAS
El conde Lucanor acababa de llegar de una guerra y estaban todos muy cansados, pero se enteraron de que tenían que ir a otra y muchos de sus vasallos le dijeron que mejor no. El conde le pidió consejo a Patronio. Este le contó la historia del conde Fernán González. El conde Fernán y los suyos acababan de llegar muy cansados de una guerra donde habían salido victoriosos, pero se le avecinaba otra. El conde Fernán decidió ir a luchar a pesar del cansancio y de las heridas de la otra batalla.
MORALEJA: Hay que luchar y olvidarse del cansancio si lo tuyo quieres conservar. La honra y el descanso no hacen juntos morada; esto tened por cierto, que es verdad probada.
CUENTO XXXVIII. LO QUE SUCEDIÓ A UN HOMBRE QUE IBA CARGADO DE PIEDRAS PRECIOSAS Y SE AHOGÓ EN UN RÍO
El conde Lucanor le dijo a Patronio que en unas tierras iba a ganar grandes riquezas, pero que temía por su vida. Patronio le contó la historia de un hombre que se ahogó en el río. Había un hombre que llevaba muchas piedras preciosas y quería pasar el río, según iba avanzando se iba hundiendo más, y las piedras hacían que se hundiera más deprisa, un hombre que había en la orilla le dijo que soltara las piedras porque sino se iba a quedar sin piedras y sin vida y así sucedió, el hombre se ahogó en el río.
MORALEJA: Vale más la vida que toda la riqueza del mundo. A quien por codicia la vida aventura, las más de las veces el bien poco dura.
CUENTO XXXIX. LO QUE SUCEDIÓ A UN HOMBRE CON LAS GOLONDRINAS Y LOS GORRIONES
El conde Lucanor le cuenta a Patronio le es imposible no guerrear con uno de sus dos vecinos y le dice que el que está más cerca es más débil que el otro. Patronio le cuenta la historia de un hombre, los gorriones y las golondrinas. Había una vez un hombre que no sabía como deshacerse de las golondrinas y los gorriones y le pide consejo a un amigo. Este la dice que él sabe la forma de librarse de uno de ellos. El hombre le dice que aunque las golondrinas son más ruidosas prefiere librarse de los gorriones porque siempre están en casa.
MORALEJA: Si no puedes dejar de pelearte, peléate con el que esté más cerca no con el que tenga más poder. Si guerra no pudieres dejar de tener, ataca al más cercano, no al de mayor poder.
CUENTO XL. POR QUÉ PERDIÓ SU ALMA UN SENESCAL DE CARCASONA
El conde Lucanor estaba hablando con Patronio para que le diera consejo para que después de su muerte le quede fama perdurable. Patronio le contó la historia de un hombre que aunque hizo el bien no lo hizo de la manera correcta. Un hombre cuando se puso muy malo mandó llamar a un franciscano y a un dominico para confesarse y saber lo que había que hacer con su alma. Cuando murió se enteraron de que este hombre había ido al infierno porque aunque había hecho buenas obras las había hecho solo por si se moría y no las había hecho en vida. Y es que Dios premia las buenas obras, pero si están bien hechas.
MORALEJA: Las buenas acciones hay que hacerlas en vida. Si quieres ganar eterna salvación, haz bien mientras vivas con recta intención.
CUENTO XLI. LO QUE SUCEDIÓ A UN REY DE CÓRDOBA LLAMADO ALHAQUEN
El conde Lucanor le contó a Patronio que hay personas que se burlaban de él por unas cosas que había añadido a la caza. Patronio le contó la historia del rey de Córdoba. Había un rey en Córdoba que no se esforzaba por ilustrar su nombre. A este rey no le gustaba el sonido del albogón y éste para que sonara mejor le añadió un agujero; mucha gente se reía por esto, entonces añadió cosas a la mezquita de Córdoba para ver si también se reían por eso y para que su nombre se recordara para siempre por el rey que añadió cosas a la mezquita de Córdoba que ahora es la catedral, una de las más bonitas de España.
MORALEJA: Si haces cosas pequeñas y no se te reconocen, haz algunas de esas grandes que se recuerdan para siempre. Si alguna cosa hicieres que grande no fuere, haz también algunas de ésas cuya fama nunca muere.
CUENTO XLII. LO QUE SUCEDIÓ A UNA FALSA DEVOTA
El conde Lucanor le preguntó a Patronio que cual era el hombre más malvado de la Tierra y le dio algunos ejemplos. Patronio le contó la historia de una mujer devota, el demonio y un matrimonio. Había un matrimonio que nunca había discutido y el demonio tenía el deber de hacer que se enfadasen el uno con el otro; como nunca lo conseguía su superior le había quitado la confianza que tenía en él. Un día se encontró con una mujer devota que le dijo que ella era capaz de separar a ese matrimonio. La mujer se hizo de confianza del matrimonio y un día empezó a liarla. Le dijo a la mujer que su marido estaba con otra y al marido que su mujer estaba con otro; más adelante le dijo a la mujer que para arreglar su relación con su marido tenía que cortarle unos cuantos pelos de la barba y al marido le dijo que su mujer estaba tramando matarle con una navaja cuando estuviese dormido. Cuando el hombre se durmió, la mujer fue a cortarle unos cuantos pelos y el marido que se estaba haciendo el dormido se creyó que le iba a matar, le arrebató la navaja y la degolló. Vinieron los familiares de la mujer y mataron al marido y así sucesivamente, hasta que se supo que la culpable había sido la falsa mujer.
MORALEJA: Hay que juzgar por las obras y no por la apariencia. Juzgar por las obras, no por la apariencia; en esto consiste del vivir la ciencia.
CUENTO XLIII. LO QUE SUCEDIÓ AL MAL CON EL BIEN Y AL CUERDO CON EL LOCO
Hablaba el conde Lucanor con Patronio su consejero y le dijo que tenía dos vecinos; uno a quien le tenía mucho afecto y le perjudicaba; y otro con el que no tenía amistad pero también le perjudicaba. Patronio le contó la historia del mal con el bien y al cuerdo con el loco. El mal convivía junto al bien y el mal siempre engañaba al bien. Hasta que un día el mal le tuvo que pedir una cosa al bien y el bien solo se la daba su ayuda si reconocía diciendo por la calle que el únicamente se le puede ganar al mal haciendo el bien. Lo que le pasaba al cuerdo con el loco era totalmente diferente a lo anterior. El cuerdo tenia un negocio de baños y un día se fue el loco a bañarse y empezó a dar golpes a todo el mundo que estaba allí con lo que el cuerdo perdió dinero. El cuerdo pensó ir un día a bañarse y cuando apareciera le daría al loco, lo hizo y al darle el loco salió corriendo y al toparse con un hombre le dijo que tuviera cuidado que hay dentro había un hombre que estaba loco.
MORALEJA: El bien siempre gana al mal. El Bien vence al Mal por medio del bien; aguantar al mal, ¿qué ventaja es?
CUENTO XLIV. LO QUE SUCEDIÓ A DON PEDRO NÚÑEZ EL LEAL, A DON RUY GÓMEZ CEVALLOS Y A DON GUETIERRE RUIZ DE BLANQUILLO CON EL CONDE DON RODRIGO EL FRANCO
El conde Lucanor hablando con Patronio le dijo que tres de sus caballeros se habían pasado al otro bando y que habían hecho mal. Patronio le contó una historia de tres caballeros y su conde. Había una vez un conde al que le entró la lepra y su mujer le dejó. Sus tres mejores caballeros se fueron con él a un castillo que tenía el conde. Allí le estuvieron cuidando hasta que se murió. Le enterraron. Cuando estaban volviendo se encontraron con una mujer a la que acusaban de adulterio y uno de los caballeros la salvó. Otro de los caballeros cuando llegó a su casa se encontró con su mujer que llevaba sin comer carne desde que se había ido y por último al último caballero cuando entró en casa su familia se alegró mucho de verlo y se creyó que se reían de su ojo tuerto, entonces su mujer se clavó una aguja en el ojo para que no pensase que se reía de él.
MORALEJA: Si haces el bien no se olvidará aunque otros se porten mal. El bien que hagas nunca será perdido, aunque algunos se porten mal contigo.
CUENTO XLV. LO QUE SUCEDIÓ AL QUE SE HIZO AMIGO Y VASALLO DEL DEMONIO
El conde Lucanor está hablando con Patronio y le dice que un hombre le sabría decir lo que va a pasar, pero que prefiere saber antes su opinión porque no quiere pecar. Patronio le cuenta la historia de un hombre que se hace amigo del demonio. Había una vez un hombre que había sido muy rico, pero ahora era pobre y estaba desesperado, en esto que se encuentra con el demonio y este le dice que si se hace su amigo se hará todo lo rico que quiera, pero que tenía que robar. El hombre hace lo que le dice el demonio y allá donde va el demonio le abre la puerta y le saca de la cárcel, hasta que un día le dice que eso es lo que suele hacer con sus amigos, llevarles a un punto límite para que mueran.
MORALEJA: Si en Dios no confías mal no esperes que te ayude a nada. El que en Dios no pone su confianza tendrá muy mala muerte; sufrirá malandanzas.
CUENTO XLVI. LO QUE LE SUCEDIÓ A UN FILÓSOFO QUE POR CASUALIDAD ENTRÓ EN UNA CALLE DONDE VIVIÍAN MALAS MUJERES
El conde Lucanor le dice a Patronio que una de las cosas más difíciles es mantener la buena fama y le pregunta que como puede hacerlo. Patronio le cuenta la historia de un viejo filósofo. Había un filósofo al que los médicos le habían dicho que cada vez que tuviera ganas fuera al servicio porque sino iba a ser peor. Un día iba el filósofo por una calle sonde tenía muchos seguidores y de repente le entraron muchas ganas de ir al servicio por lo que se metió en una calle donde estaban las mujeres públicas. Cuando salió de la calle todo el mundo pensó lo que no era y el filósofo decidió escribir un pequeño libro muy útil.
MORALEJA: haz siempre el bien y evita que puedan hablar mal de ti. Haz siempre bien y evita la ocasión de que duden de tu buena condición.
CUENTO XLVII. LO QUE SUCEDIÓ A UN MORO CON UNA HERMANA SUYA QUE DECÍA QUE ERA MUY MEDROSA
El conde Lucanor le cuenta a su consejero que cree que su hermano le tiene envidia porque es más poderoso que él y que cuando su hermano le pide un favor el conde se lo tiene que hacer, pero que cuando se lo pide a él se pone de muy mal humor. Patronio le cuenta la historia de un hermano y una hermana. Había un hermano y una hermana, y esta era muy delicada que por cualquier cosa se molestaba, el hermano era pobre y tenía que ir al cementerio a quitarle las cosas a los muertos. Un día la hermana se enteró de que habían enterrado a un rico y fue con su hermano al cementerio y prefirió arrancarle la cabeza antes que romper las ropas por lo que cuando se quejó por el ruido que hacía su hermano, este le recordó lo del cementerio.
MORALEJA: Si no te viene bien lo que te proponen no te arriesgues a perder. Si uno no quiere lo que te conviene hacer, por él no te expongas lo tuyo a perder.
CUENTO XLVIII. LO QUE SUCEDIÓ A UNO QUE PROBABA A SUS AMIGOS
El conde Lucanor le contó a Patronio que tenía muchos amigos que le dicen que lo darían todo por él y que no podrían en peligro por nada su amistad. Patronio le cuenta la historia de un hijo, un padre, y los amigos. El padre le dice al hijo que haga muchos amigos muy buenos. Al cabo de unos días el hijo le dice la padre que tiene diez amigos que lo darían todo por él, el padre se extraña y le dice que el tiene solo uno y medio, y le propone que vaya a probar a ver si son amigos de verdad. El chico mata a un cerdo lo mete en un saco y va por todos los amigos diciendo que es un hombre al que ha matado y que lo encubran, pero ninguno se hace responsable, después de ir por donde todos su amigos su padre le dice que vaya al medio amigo que tiene él y efectivamente este entierra al supuesto cadáver. Por esos días un hombre había desaparecido y creen que había sido el chico este porque le habían visto con el saco, entonces le condenan y el amigo de su padre hace matar a su hijo antes que al hijo de su amigo.
MORALEJA: El mejor amigo es el que está en los buenos y en los malos momentos. Nunca podrá el hombre tan buen amigo hallar como Dios, que lo quiso con su sangre comprar.
CUENTO XLIX. LO QUE SUCEDIÓ AL QUE DEJARON DESNUDO EN UNA ISLA AL CONCLUIR SU MANDATO
El conde Lucanor le cuenta a Patronio que muchos le dicen que tiene que seguir aumentando su riqueza. Patronio le cuenta el cuento de un hombre que eligieron señor. Había una vez un hombre al que eligieron señor que era más inteligente que el resto de los que habían estado antes en el mandato y como sabía que después le iban a mandar a una isla desnudo pues se construyó allí una casa con todo lo necesario para vivir bien.
MORALEJA: Hay que ser más listo que los demás y adelantarse a lo que va a suceder. Por este mundo perecedero, no te expongas a perder el duradero.
CUENTO L. LO QUE SUCEDIÓ A SALADINO CON LA MIJERDE UN VASALLO SUYO
El conde Lucanor le dijo a Patronio que cual era la mayor cualidad de un hombre. Patronio le contó la historia de Saladino con la mujer de un vasallo suyo. Saladino era un Sultán de las tierras de oriente. Un día sucedió que donde él vivía había mucha gente, y se tuvo que ir a vivir a casa de un vasallo suyo. Para el vasallo era un gran honor tener a alguien tan importante en su casa así que le hospedó con toda la amabilidad del mundo. Sucedió que Saladino se enamoró de su mujer y pensó que si le daba mucho poder, y lo alejaba de allí podría estar con su mujer a solas. Lo hizo y cuando se quedó solo con su mujer le dijo que la amaba mucho, y ella le contestó si le decía cual era la mejor cualidad del hombre ella haría lo que él quisiera. Saladino no sabía cual era así que le dijo que le diera tiempo para pensarlo. Él le preguntaba a todo el mundo pero no encontraba a nadie que estuviera de acuerdo. Por eso se fue con dos juglares por él mundo para saber la respuesta. Llegaron a un pueblecito donde encontraron a un escudero, que venía de cazar, y les preguntó que quienes eran, ellos le contestaron que eran juglares, pero que estaban buscando a alguien que supiera cual es la mejor cualidad del hombre. Este hombre les dijo que se vinieran a su casa, que su padre que era muy sabio les respondería. Al llegar se lo preguntaron y el viejo sabio les dijo que era la vergüenza, por que ella te hace que no hagas cosas de las que te puedes arrepentir. Saladino se dio cuenta de que tenia razón, se despidió de esta gente y volvió a su tierra. Al llegar fue muy buen recibido y se dirigió a la casa de la mujer. Le contestó y ella le preguntó que si se sentía mejor que los demás. Él le respondió que le daba mucha vergüenza, pero que él se sentía mejor que cualquier de su época. Saladino se dio cuenta de que no amaba ya a esta mujer, pero les dio mucho dinero a ellos para sus hijos con lo que tuvieron grandes riquezas.
MORALEJA: La vergüenza hace hacer lo que no quieres. La vergüenza es origen de todos los bienes, por vergüenza hace el hombre lo que no quiere.
CUENTO LI. LO QUE SUCEDIÓ A UN REY CRISTIANO QUE ERA MUY PODEROSO Y MUY SOBERBIO
El conde Lucanor hablando con Patronio le pregunta que si la soberbia es rechazada por Dios. Patronio le cuenta un cuento que trata de un rey, un ángel y Dios. Había un rey que una vez mandó quitar un versículo mandó porque no le gustaba; por esto Dios le castigó y le quitó la corona. En su lugar puso a un ángel y todo el mundo tomaba por loco al verdadero rey. El rey se arrepintió muchísimo de todo lo que había hecho y Dios decidió devolverle la corona. El ángel le dio toda la razón sobre lo que decía y le dio la corona. Desde aquel momento el rey no volvió a ser soberbio, introdujo el versículo que quitó y se le reconoció como un rey que hizo muy buenas obras.
MORALEJA: La soberbia es el peor pecado que se puede cometer. A los que son humildes, Dios mucho ensalza, mientras que a los soberbios hiere como maza.