“El ramalazo lo reciben los ricos. Vamos a poner las cosas claras. Es la primera vez que yo veo desde Balague en 1992, lo que se llama que me lo llevo completo un sistema de beneficios impositivos”, expresó Escuder.
Por TELEMICRO PRENSA
Santo Domingo. ― Los economistas Jaime Aristy Escuder e Isidoro Santana coincidieron en señalar que la República Dominicana sí necesita una reforma fiscal y que la propuesta de modernización fiscal que hizo el Gobierno es considerada.
Santana, exministro de Economía, Planificación y Desarrollo, planteó que la propuesta del Gobierno debió ser incluso ser mucho más ambiciosa porque solo busca recaudar 122,000 millones de pesos adicionales equivalentes al 1.5 % del Producto Interno Bruto (PIB), cuando se necesita mucho más.
“En general, hasta ahora lo conocido me parece que va muy acorde con lo que se estaba esperando. De hecho, es mucho menos de lo que se necesita porque la realidad es que el Gobierno tenía que hacer una reforma mucho más ambiciosa”, sostuvo.
Expresó que, a pesar de su costo político porque las reformas fiscales son impopulares, “es una gran cosa que al final se haya tomado una decisión y que se someta al Congreso. Ojalá que se apruebe porque en verdad el país lo necesitaba eso”.
Manifestó que los recursos que el Gobierno prevé conseguir no serían suficientes para los problemas que enfrenta el país porque solamente el déficit fiscal es el 3.1% del PIB.
En tanto, Jaime Aristy Escuder aseguró que la reforma tributaria planteada impactará principalmente a los sectores más acomodados de la sociedad. Afirmó que esta es la primera vez desde la reforma fiscal de 1992, bajo el mandato de Joaquín Balaguer, que el impacto recae de manera significativa sobre los segmentos más ricos de la población.
“El ramalazo lo reciben los ricos. Vamos a poner las cosas claras. Es la primera vez que yo veo desde Balague en 1992, lo que se llama que me lo llevo completo un sistema de beneficios impositivos”, expresó Escuder.
Añadió que su experiencia participando en reformas fiscales anteriores, como las de 1992, la del año 1996 bajo el gobierno de Leonel Fernández, y la del 2000 durante la administración de Hipólito Mejía, le permite asegurar que la carga tributaria de la actual reforma será asumida mayormente por aquellos con mayores ingresos.
Escuder detalló que la descomposición de los RD$122,000 millones en ingresos adicionales al año previstos recaudar con la actual modernización fiscal muestra que “la mayor parte la van a pagar los segmentos más ricos porque son los que más consumen, son los que más ingresos tienen y los que más se benefician con las leyes de incentivos”.
Afirmó que la reforma fiscal es necesaria, ya que las finanzas públicas muestran un déficit persistente durante los últimos 20 años cercano al 3% del PIB. Esto ha provocado un crecimiento constante de la deuda pública, que actualmente representa una cifra considerable para una economía en desarrollo como la de República Dominicana.
Indicó que el gobierno está siendo considerado en términos de la magnitud de la modernización fiscal porque solo está buscando el 1.5% del PIB, y la definió como una “reforma pequeña”.