Aníbal de CastroAníbal de Castro
Santo Domingo - jun. 06, 2025 | Diario Libre
La explosión de las plataformas digitales en la esfera pública ha democratizado el acceso a la emisión de contenidos, pero también ha generado una peligrosa confusión entre libertad de expresión y ejercicio profesional del periodismo.
En la República Dominicana, esta distorsión ha calado por la falta de alfabetización mediática. Lamentablemente, muchos ciudadanos no distinguen entre un periodista y un disparatoso, pese a la mucha distancia entre información verificada y opinión tendenciosa; entre periodismo y entretenimiento con apariencia de noticia.
Entendámonos: no todo el que dispone de un micrófono, una cámara o una cuenta en redes sociales ostenta el título de periodista. Por el contrario, el espacio digital está ocupado por opinadores, sabelotodos petulantes y toda una secuela de irresponsables dedicados a propagar rumores, chismes y acusaciones temerarias.
El periodismo auténtico exige formación ética, rigor metodológico y compromiso con la verdad. Supone contrastar fuentes, contextualizar los hechos, evitar el sensacionalismo y asumir responsabilidades legales y morales por lo que se publica. La diferencia entre el periodista profesional y el emisario de intereses particulares es, esencialmente, una cuestión de principios.
La proliferación de voces sin formación ni escrúpulos ha engendrado ecosistemas digitales contaminados por la desinformación, el discurso de odio y la difamación. Aupados por la tecnología y la impunidad, estas plataformas han devenido instrumentos de chantaje o manipulación, erosionando la confianza pública y banalizando el derecho a la información. Panorama preocupante que insta a reivindicar la ética periodística y promover mecanismos que reconozcan y valoren el ejercicio profesional del periodismo. Solo así, y con más discernimiento, podrá la ciudadanía recuperar la brújula informativa en medio del ruido digital.
Como advierte el texto evangélico: “Por sus frutos los conoceréis”. También en el periodismo.
Aníbal de CastroAníbal de Castro
Aníbal de Castro carga con décadas de periodismo en la radio, televisión y prensa escrita. Toma una pausa en la diplomacia y vuelve a su profesión original en