sábado, 25 de octubre de 2025

RAFAEL FERNANDEZ: La UASD Barahona y sus luchas

Por Dr. Rafael Fernández Matos
La Primera Universidad de América, impulsada por la Orden de los Dominicos y fundada el 28 de octubre de 1538, mediante la Bula Papal In Apostolatus Cúlmine, del Papa Paulo III, fue la Universidad de Santo Tomás de Aquino. Establecida como una universidad con los mismos derechos y con las facultades que definían el conocimiento universal de la época: Teología, Derecho, Medicina, Artes y Filosofía.

Fue establecida jurídicamente como una “Universitas Doctorum, Magistrorum et Scholarium” (Universidad de Doctores, Maestros y Escolares), a semejanza de la Universidad de Alcalá de Henares, con los mismos privilegios y competencias académicas que la adornaban en aquella época, convirtiendo a la Universidad de Santo Domingo en la Primera Universidad del Nuevo Mundo. En 1558, fue concedida una Real Provisión por el rey Felipe II, que confería validez a la universidad a ser titulada formalmente como “Real y Pontificia Universidad”.

El Convento de los Dominicos, fue sede original de la Nueva Universidad, donde funcionó durante siglos en condiciones muy limitadas, dadas por las convulsiones políticas y sociales, endógenas y exógenas de la época.  En el siglo XX, pasó a operar en la Casa del Sacramento, actual sede del Arzobispado de Santo Domingo, hasta 1947. En 1914, se convirtió en una institución estatal y carácter laico, adquiriendo el nombre de Universidad de Santo Domingo; durante este período la universidad se expandió significativamente como un faro de luz, siendo la única opción orgánica para la profesionalización de los estudiantes dominicanos.

En el año de 1947 fue inaugurada la nueva Ciudad Universitaria, cambiando las condiciones físicas y estructurales, diseñada para albergar unos 5000 estudiantes. Su construcción fue financiada con fondos públicos y significó un nuevo episodio en la historia de la educación superior pública en la República Dominicana.

El 31 de diciembre de 1961, fue promulgada la Ley número 5778, otorgando a la universidad su autonomía y fuero; en el artículo 3 de la citada disposición se establece que el Estado dedicará anualmente para el financiamiento de la Educación Superior Pública un subsidio que no será inferior al cinco por ciento (5%), del Presupuesto Nacional. Este subsidio será considerado como parte del patrimonio de la Universidad y sólo ella tendrá derecho a administrarlo.  También integrará a su patrimonio otros fondos que por cualesquiera otros medios que procure debidamente la universidad, Gaceta Oficial No.8633, del 5 de enero de 1962.

Todo esto infiere que la Universidad Autónoma de Santo Domingo, antigua Universidad Santo Tomás de Aquino es un Patrimonio Nacional y en consecuencia, deben respetarse sus derechos legales con la asignación de un presupuesto acorde a lo establecido en la Constitución de la República.

Han pasado 64 años desde la promulgación de la Ley 5778 y 61 años del inicio de las luchas y conquistas históricas del Movimiento Renovador Universitario, por la democratización de la Educación Superior Pública, el cumplimiento de la ley y la constitución, en lo referente a la asignación presupuestaria a favor de la universidad.

Desde el año de 1966 hasta la fecha, han gobernado todos los partidos mayoritarios del sistema político dominicano, Partido Reformista, Partido Revolucionario Dominicano, Partido de la Liberación Dominicana y Partido Revolucionario Moderno, y ninguno, absolutamente ninguno, ha puesto atención al cumplimiento de esta deuda social con la Universidad Autónoma de Santo Domingo y con la juventud pobre del país, sobre todo en los tiempos actuales, en los que la Educación Superior, la Ciencia, la Tecnología y la Innovación juegan un papel determinante en el crecimiento económico y desarrollo de la sociedad. En cambio, es notoria la existencia de tendencias aporofóbicas en el país, adversas al fortalecimiento y modernización de la educación superior pública, como ha sucedido en la mayoría de los países industrializados.

En la actualidad, la Universidad Autónoma de Santo Domingo, Primada de América, cuenta con una población aproximada de 195,000 estudiantes de pregrado, 4 vicerrectorías, 9 facultades, 4 recintos, 18 centros, 13 subcentros y 27 institutos de investigación.  Lo que la cualifica como una macro universidad de cobertura nacional, desde el punto de vista geográfico; en consecuencia y debido a su expansión territorial y compromiso con la educación superior pública, la UASD debe ser transformada en Universidad Nacional Autónoma de Santo Domingo, UNASD, acorde a su desempeño en el sector educativo dominicano.

La provincia de Barahona ha estado estrechamente vinculada a las luchas universitarias y a las conquistas democráticas del Movimiento Renovador Universitario. Como resultado de estos compromisos sociales, Barahona entregó a la UASD como rectores a tres de sus más connotados hijos, los doctores Jotin Cury Elías, José Joaquín Bidó Medina y Edylberto Cabral Ramírez, quienes ejercieron sus funciones en tiempos políticamente difíciles. Además, en el año de 1970, se fundó e inició sus operaciones el Centro Universitario Regional del Suroeste (CURSO), originalmente como una extensión de la UASD en Barahona, primera en su género, con la misión de formar profesionales calificados, con ética, acorde a las necesidades de la región para su desarrollo, crecimiento económico, político, social y cultural.

 

En el año de 1974, siguiendo la secuencia histórica, se había convocado una marcha de los estudiantes del CURSO, con apoyo de los diferentes centros educativos públicos y privados de Barahona. El punto de encuentro se estableció frente a la Iglesia Nuestra Señora del Rosario, allí iniciaría el movimiento reclamando un mayor presupuesto para la UASD. El profesor Amaro Morejón dirigía a los estudiantes universitarios; aproximadamente a las 10 de la mañana, cuando nos acercábamos al punto de reunión, en la zona céntrica de Barahona, la Policía Nacional, sin mediar palabras agredió a los estudiantes con bombas lacrimógenas y apresó a varios de los manifestantes. Ese día, visitaba Barahona el presidente de la Federación de Estudiantes Dominicanos, FED, Roberto Santana, quien en algún momento nos acompañó en la protesta y proclamó que no salía de Barahona hasta tanto todos los estudiantes apresados no fuesen puestos en libertad. Antes del mediodía, todos los estudiantes fueron liberados y Barahona volvió a la normalidad.

Han pasado 51 años de estos acontecimientos y la universidad sigue presentando precariedades financieras por el no cumplimiento de la Ley 5778. El Presupuesto General de la Nación propuesto para 2026 asciende a RD$1billón 744,000 millones. El presupuesto destinado a la Educación Superior Pública, es decir, a la UASD, según estimaciones no confirmadas, será de RD$24,000 millones, aproximadamente. Si se calcula el valor porcentual que representa el presupuesto asignado, tomando como base el valor del presupuesto general estimado, dará como resultado un indicador que preocupa al más mortal de los analistas, sobre todo, en estos tiempos de alta competencia global, cuando la universidad debe estar abocada hacia la búsqueda sostenida de la mejora continua de la calidad en la docencia, la administración, la investigación y la extensión; considerando la posibilidad de reformas profundas en todas las estructuras hacia la modernización de su sistema educativo, pero para lograrlo se requiere capital financiero.

Con estas limitaciones financieras, no es posible lograr los objetivos estratégicos que una universidad nacional y patrimonio del pueblo dominicano debe exhibir. Es por esta razón que Barahona, tanto ayer como hoy, en solidaridad con la UASD, reclama enérgicamente al Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo, la urgencia de que se cumpla, como al efecto se establece en la normativa de la Constitución de la República, la aprobación y ejecución del 5% del Presupuesto Nacional a la Educación Superior Pública, capital educativo a invertir en el presente y futuro para la formación de los cuadros profesionales que se harán cargo del desarrollo científico-técnico del país.

¡Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará