EFE
Cairns (Australia)/Tomadod e Listin Diario
El presidente del Banco Mundial
(BM), Jim Yong Kim, dijo hoy en Australia que este año ha sido
“decepcionante” en cuanto a crecimiento económico se refiere, pero “no
desastroso”, y se mostró preocupado por la incertidumbre que genera
Europa, Japón y Brasil.
“Ha sido otro año decepcionante.
En algún momento nuestras proyecciones de crecimiento eran de 3,2 % a
nivel global y ahora es de un 2,7 %”, comentó Jim Yong Kim en un debate
en Sídney previo a la reunión de ministros de Economía y gobernadores de
los bancos centrales que arranca mañana en la ciudad australiana de
Cairns.
Jim destacó la mejora en la
economía estadounidense, que registra un crecimiento continuo de sus
indicadores, pero por el otro lado dijo que “aún preocupa mucho Europa”,
a pesar de que los países del sur de ese continente parecen
estabilizarse.
“Creo que hay preocupaciones en
torno a la deflación y hay mucha incertidumbre, en parte debido a la
crisis en Ucrania y Rusia”, apuntó Jim, quien añadió que de empeorar las
tensiones “su impacto podría ser mucho mayor”.
En cuanto a Japón, el presidente
del BM señaló que el Gobierno ha hecho grandes esfuerzos por
encaminarse en la senda del crecimiento mediante sus tres iniciativas
económicas, aunque puso en duda la eficacia de la implementación de la
última.
“No estamos seguros de que la
tercera flecha se clave y que el crecimiento de Japón lleve a lo que
todos esperaban. Aún hay muchas incertidumbres”, acotó el jefe de la
citada entidad internacional.
Por otro lado, Jim indicó que
muchos países de ingresos medios presentan incertidumbres, al mencionar
la desaceleración de la economía de Brasil, a la vez que instó a los
líderes de China, que crece de forma estable en un 7,5 %, a centrarse en
las reformas.
Jim defendió la actuación
combinada de crecimiento económico y creación del empleo,
particularmente entre las mujeres y los marginados como una fórmula para
derrotar la pobreza.
En este contexto, el experto
recordó que el BM tiene como objetivo acabar con la extrema pobreza para
el año 2030, un objetivo que precisa para alcanzarse “la prosperidad
compartida” y el aumento de los ingresos del 40 % de la población más
desventajada de los países en vías de desarrollo.
El presidente del BM participará
este fin de semana en Cairns, en el noreste australiano, en la reunión
que celebran los ministros de Economía y los gobernadores de los bancos
centrales de los países miembros del G20 e invitados, preparatoria de la
cumbre del grupo en noviembre, también en Australia.
El G20 se comprometió en febrero
pasado a impulsar el crecimiento mundial en un 2 % por ciento por
encima de las previsiones hasta el 2018, pero las previsiones de
crecimiento han puesto dudas sobre el cumplimiento de este objetivo.