César Medina
lobarnechea1@hotmail.com/Tomado de Listin Diario
Decía
un gran pensador dominicano --Corpito Pérez Cabral, que manejaba la
ironía política con singular destreza--, que la democracia es buena pero
que sabe a mÖ A eso mismo debe saberle al liderazgo opositor la
impotencia de saber que ya es imposible alcanzar a Danilo Medina en la
carrera presidencial.
A
partir de esa realidad no puede descartarse la locura de grupos
extremistas de ese liderazgo opositor que barajan la posibilidad de la
abstención electoral para intentar frustrar las elecciones del 15 de
mayo y crear un vacío de poder similar al que atraviesa Haití en este
momento.
Danilo
recibe con aprensión y dudas esas versiones, pero en el contexto de la
desproporción sobre el posicionamiento electoral, ninguna acción
desaforada es descartable por insólita que parezca cuando se conoce con
tanto tiempo el resultado electoral.
La
oposición entiende que el escándalo le reditúa apoyo electoral y desde
un principio asumió el denuncismo como arma de campañaÖ Pero esa
estrategia fracasó.
...Hurgando
en Brasil en busca de vínculos en el escándalo de Petrobras en supuesta
triangulación de sobornos a través del asesor Joao Santana, sus
“periodistas investigadores” han tenido que regresar con las manos
vacías pero las tarjetas reventadas por el bonito recuerdo de las
garotas de Curitiba.
La
denuncia altisonante sobre la mega corrupción en la que se ha querido
involucrar hasta el propio presidente Medina ha fracasado, y en este
momento el proyecto reeleccionista dobla en simpatías electorales al
polo opositor que comenzó a recular en su puntaje de forma muy
peligrosa.
...Derrota a la vista
La
impotencia que se percibe en la oposición es preocupante porque sus
propias mediciones descartan cualquier posibilidad de repuntar para
obligar una segunda vuelta electoral que le replantee un escenario
auspicioso. Esa realidad tiene expresiones de enfado que los últimos
tiempos se aproximan a la desesperación.
En
esa misma proporción escasean los recursos para la campaña porque los
potenciales contribuyentes, en su mayoría empresarios, se muestran
distantes y poco colaboradores por dos razones básicas: no dan su dinero
al perdedor pero tampoco quieren terminar mal vistos por el ganador,
que en este caso es el gobierno.
Desde
el restablecimiento de la democracia y el sistema electoral en 1962,
nunca antes un proceso electoral se había definido con tanto tiempo de
antelación. Hoy, que estamos a 29 de marzo, faltan sólo 46 días para las
elecciones y ninguna proyección científica considera ni siquiera
remotamente la posibilidad de que el cuadro electoral pueda modificarse
sustancialmente.
Lo que piensa Danilo...
El
presidente Danilo Medina está consciente de que su triunfo tendrá una
contundencia jamás vista en la historia electoral dominicana. El pasado
jueves me mostró encuestas que lo sitúan con simpatías sobre el 64 por
ciento, mientras Abinader estaba en 28 por ciento. Aún así seguirá con
más ahínco en las calles hasta el mismo día en que termine la campaña
electoral, el 13 de mayo. De paso, va dejando sin argumentos a la
oposición que se queja permanentemente de uso de fondos públicos en la
campaña.
La
estrategia de Danilo es evidenciar a la oposición de su real propósito:
¡Huirse del proceso! ante la derrota vergonzosa que sufrirá en las
urnas...
“... Está demostrado que no se necesita jugar sucio para ganar limpio... Ese es el plan”.