miércoles, 23 de agosto de 2017

TAMBIEN DEBEN SABERLO! La encuesta del CEC que otorga 79.5% a Luís Abinader y 21.4% a Hipólito Mejía, también le otorga un 63% de popularidad a Danilo Medina

TAMBIEN DEBEN SABERLO...
Redacción DDB/IB/OSD...Estilo Bloguero.
La encuesta del CEC que otorga 79.5% a Luís Abinader y 21.4% a Hipólito Mejía, también le otorga un 63% de popularidad a Danilo Medina.

Perremeístas, de forma astuta, simplemente dieron a conocer lo concerniente a los datos favorables de Abinader, pero escondieron lo referente a la valoración del presidente Danilo Medina Sánchez.

En su columna de hoy, titulada “De la boca hacia afuera”, el periodista Orlando Gil lo da a conocer...


ORLANDO DICE..."De la boca hacia afuera"

Orlando Gil/Listin Diario

DE UNA Y DE LA OTRA.- Para los que no creen en encuestas que favorezcan al gobierno, de la medición que da 75,9% a Luis Abinader y 21,4% a Hipólito Mejía, fue que salió el 63% de Danilo Medina. Si se niega la posibilidad del 63%, también del 75,9%, todos números altos, pero no imposibles. Los seguidores de Abinader no saben cómo disimular la satisfacción, en tanto que los de Mejía rechinan los dientes. El hecho es importante, sin embargo. Y los de Mejía podrían haberles cogido la punta a los de Abinader. La misma suerte de la otra vez, como si la lotería no cambiara de dirección y fuera el mismo azar. La gente tal vez no recuerda, pero en la competencia anterior Abinader fue debilitando el toro de Mejía clavando banderillas en cada pase. El efecto no se dejaba esperar, y desde fuera se consideraba el triunfo de Abinader como seguro, y adentro, si no cundía el pánico, la frustración se notaba a leguas. Los partidarios más piadosos de Mejía inventaron el sacrilegio de que no quería ganar y que por eso permitía a Abinader hacer y deshacer en contra suya. Y la verdad sea dicha, y aceptada. El ánimo de Mejía decayó, y el análisis a profundidad de su actitud daba un resultado evidente. Un designio superior actuaba, sin que se conocieran los hilos ni se entendiera razón. Hipólito dejó de ser Hipólito, que es lo peor que le puede pasar a un boxeador en mitad de una pelea...