MDJL/DDB/IB/OSD…Estilo Bloguero/Twittero/Facebookero
Los trabajos de una auditoría a las operaciones de una entidad estatal se basan en Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público (NICSP), en la revisión de las normativas internas, leyes que regulan la institución, políticas establecidas, controles internos vigentes y los hallazgos sobre evidencias o pruebas concluyentes que delimiten el informe final.
En Punta Catalina se hizo una revisión de auditoría del 2013 al 2017, basada en los parámetros anteriores, con un cuerpo técnico experto de profesionales de la Contaduría Pública al más alto nivel, con vasta experiencia en ese oficio.
Su informe concluyente, tras finalizar la revisión completa, es que “el saldo de la cuenta de la obra se presenta razonable, conforme a las Normas de Auditoría y las Guías Internacionales”.
Una cosa es que en los medios de comunicaciones se esté acusando de fraude a todo. Que se le diga ladrones a los que dirigen las instituciones estatales. Que se hablen siempre sobre desfalco millonario. Pero la realidad es que las auditorías no se basan en vocinglerías comunicacionales. Se hacen sobre la base de una revisión exhaustiva, sobre los parámetros profesionales establecidos y las evidencias o hallazgos encontrados.
Si en el proceso de la auditoría se hicieron las pruebas de cumplimiento sobre los controles internos, y las pruebas de sustancia sobre los saldos de las cuentas reflejadas en los estados financieros, revisando además las normativas, regulaciones y leyes vigentes, entonces la opinión estará basada en ese trabajo.
Tras ese informe de auditoría, ahora son quienes dirigen esa institución los que tienen la fuerza legal para establecer las demandas por difamación e injurias contra quienes, a través de los medios de comunicación, viven despotricando y acusando de forma alegre a funcionarios y personalidades de la vida pública