viernes, 25 de marzo de 2011

IMPUESTO A LA VANIDAD DEL POBRE!!! Yobany De León expone sobre la moda en los jóvenes, reggaetoneros y la indecencia

MODAS QUE INCOMODAN
Por Yobany De León
Como de costumbre visitaba el parque central uno de estos domingos en la mañana, próximo al lugar donde me encontraba, habían dos señores de aproximadamente 80 años de edad, sentados, conversando acerca de los cambios en nuestra sociedad. Me interesé tanto en el tema que no escuchaba los ruidos de los transeúntes ni el sonido de los vehículos que allí pasaban, para solo atender esa conversación que aunque no era conmigo la hice mía.
Por Yobany De León.


La conversación de repente se interrumpe, como cosa de la vida, cuando frente a ellos se detienen dos jovencitas con sus pantalones (jean), casi cayéndoseles a las rodillas (pantalones caídos), en esos instantes pasa una disco-móvil, con un reggaetón encendido, las chicas comienzan a bailar en medio del parque con unos movimientos de caderas rompiente que ni la mulatona en su tiempo de vedette lo hacía, y los señores al ver esta escena empezaron a arrugar más su rostro y a morderse los labios en señal de molestia criticando los que para ellos es una falta de valores en nuestra sociedad.



La cosa no quedó ahí, aparecieron tres jovencitos, con las gorras de un lado, pero con los pantalones más caídos, que se le veían los calzoncillos, ahí fué que se armó la cosa, cuando dos de ellos bailaban con una de las jóvenes y el tercero acompañó a la otra. La cintura del pantalón de una de ellas le llegó a bajar hasta tal punto que se atrevió a lucir tímida o descaradamente la ropa interior que le quedo al descubierto, los señores comenzaron a criticar a los bailadores, pero estos no los escuchaban por el alto volumen de la música.


Al alejarse la disco-móvil del lugar y la música reggaetonera desvanecerse, los chicos iban disminuyendo sus movimientos indecentes, volviendo la calma, sacando unos pañuelos de colores, para secarse los sudores que les brotaban por todo el cuerpo, los señores se quitaron los dedos de los oídos, los cuales tenían tapados por el alto sonido de la música, luego hacen señas a los jovencitos para que se acerquen a donde ellos, y le dicen ”mis hijos” ¿no creen que esos pantalones puestos tan abajo, especialmente ustedes las niñas exhibiendo su cuerpo públicamente, las personas le pierden el respeto y ven en ustedes personas jovencitas que riñen contra la moral, y las buenas costumbres?, pero uno de los jovencitos respondió diciendo: ”eso es lo que está de moda mi viejo y lo que está de moda no incomoda”.


Después de marchase los jóvenes, me acerqué a los señores, para saber su reacción de lo sucedido, al intercambiar palabras, observe en ellos que tenían un nivel académico muy avanzado, hasta descubrir que fueron dos excelentes maestros de universidades del área de la sociología, actualmente jubilados, con diferentes maestrías y postgrados en la materia.


Explico uno de ellos que ésta moda de los pantalones caídos, supuestamente proviene de las cárceles de EE.UU, los reclusos solían adelgazar considerablemente mientras estaban cumpliendo condena y sus uniformes terminaban quedándoles muy grandes, intentar sujetarse los pantalones para que no se les cayeran era algo imposible ya que tanto las correas, cinturones o incluso cordones, estaban prohibidos. Así, cuando sus familiares iban a visitarlos, los presos iban literalmente con el tiro del pantalón bajísimo, y con ropa interior al descubierto. A partir de ahí se dice que comenzó a exportarse esta moda a los barrios más marginales en forma de tendencia creada por los familiares de los presos. El otro señor termino la grata conversación diciendo estas frases: 1.- El cambio de moda es el impuesto que la industria del pobre carga sobre la vanidad del rico y 2.- Moda es todo aquello que dentro de diez años causará risa.