jueves, 14 de abril de 2011

EN ALMOMENTO.NET 9 SEPT 2008!!! Director DDB reproduce artículo en el cual expone el valor de las pequeñas cosas con altos niveles económicos

"DDB haciendo historia en las comunicaciones digitales"
Pequeñas cosas con altos valores económicos

POR MAYOBANEX DE JESUS LAURENS

Con frecuencia vemos a dirigentes comunitarios, líderes políticos, representantes de las iglesias y personalidades de la vida pública hacer reclamos al gobierno sobre construcción de obras y exigencias para resolver problemas en las comunidades y de los males que abaten a la nación dominicana.

Se levantan voces de reclamos salariales, incrementos para las áreas de educación y salud, para construcción de viviendas y carreteras y otras necesidades que por años han estado latentes en nuestro país.

Un Estado es la misma variable de una entidad económica. Tiene sus ingresos proyectados anuales y los gastos deben ajustarse a ese valor presupuestado. Cuando los egresos o gastos se van por encima de los ingresos, incurrimos en lo que se llama déficit. Si los ingresos se corresponden con lo desembolsado se habla de punto de equilibrio. Cuando las entradas de ingresos están por encima de lo gastado, entonces hablamos de superávit.

Los ingresos del Estado se obtienen por la vía fiscal o impositiva, a través de los impuestos a las empresas y las personas físicas. También se obtienen por la vía de préstamos, pero aquí se incurre en un costo financiero que incrementa los gastos. Otras vías de ingresos son las entradas extraordinarias, por ventas de terrenos, de activos, adjudicaciones de bienes, donaciones recibidas y otras fuentes.

El Estado no es mágico. Las proyecciones de ingresos se hacen en base a la evolución de la economía, las variables macroeconómicas vigentes y la capacidad real recaudación. Cuando se presentan desviaciones en la economía, sobre todo por factores externos, se corre el riesgo de que los ingresos proyectados caigan por debajo de lo que se tenía estimado. Eso es lo que actualmente tenemos en nuestra economía.

Ante el dilema de la baja en los ingresos fiscales y un creciente incremento de los gatos estatales, las alternativas son: austeridad en el manejo de los gastos; priorizar necesidades de las demandas de la población; eficientizar el sistema de recaudación fiscal y realizar ventas o arrendamiento de activos muebles e inmuebles de valor considerable.

Una nación con ingresos limitados, arropada por turbulencias económicas de origen externo e interno, debe actuar con prudencia en el manejo administrativo. No basta que se implementen políticas monetarias para el control de la inflación y el mantenimiento de la estabilidad macroeconómica. La base está en la austeridad del gasto, la priorización de necesidades y la búsqueda de nuevas fuentes alternas de ingresos.

Nuestro país tiene una enorme deuda social acumulada. Las necesidades sociales son ilimitadas. Para todo queremos soluciones inmediatas, sin meditar siquiera un momento de dónde se obtendrán los recursos para atender las demandas.

Independientemente del fuerte impacto petrolero y de los altos precios de los alimentos, impulsados por una crisis global, la nación debe continuar y la visión del gobierno es de enfrentarla con éxito, aplicando los paliativos más correctos que ameriten la situación. Eso se ha estado haciendo, tal como anunciara el presidente de la República, el doctor Leonel Fernández Reyna, en su discurso ante la Asamblea Nacional el pasado 16 de agosto.

Se me ocurre ahora hacerle una humilde sugerencia a nuestro querido presidente. Partiendo de la importancia que se le está dando al talento criollo en los escenarios internacionales y en todos los ámbitos de las artes y los deportes, sería aconsejable incentivar la participación en los mismos.

Lo anterior implica pensar en todos los municipios del país. Crear escuelas de artes diversas, estadios y canchas para las prácticas deportivas, y la construcción de estructuras para la instalación de pequeñas y medianas industrias, que podrían funcionar con una participación mixta del sector público y privado.

Las escuelas de arte desarrollarán talentos que se destacarán en diversas áreas. Los estadios y canchas deportivas generarán una cantera de prospectos que serán firmados por cazatalentos. Las pequeñas y medianas industrias contribuirán a dinamizar las economías de las comunidades y representará un alivio de los reclamos de empleos al gobierno. Todo se traduciría en beneficios directos para las comunidades, para sus moradores y para el propio Estado dominicano.