Una serie de reuniones secretas entre dueños y jugadores acercó a las partes en conflicto. En las próximas horas esperan cerrar un acuerdo y armar una temporada de 66 partidos
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La renovación total de los interlocutores por ambas partes se presenta como una medida clave para entender el giro que han dado las negociaciones y que deberían fructificar tras el feriado de Acción de Gracias.
Cabe destacar que ambas partes retomaron el pasado martes las negociaciones en forma silenciosa y ayer, tras una segunda reunión, el abogado de los jugadores aseguró que mañana se retomarían los conciliábulos.
Tras la disolución del sindicato de jugadores, el objetivo es llegar a un acuerdo entre la NBA y los deportistas antes de que la Justicia se pronuncie en cuanto a la demanda presentada en Minnesota contra el monopolio ejercido por la liga.
Tras ese paso se firmaría el nuevo CBA, más algunas concesiones de los propietarios a los jugadores, que aceptaron bajar sus ingresos brutos de un 57 al 50 por ciento.
Si ambas partes llegan a un acuerdo, la NBA podría comenzar el día de Navidad acelerando los pasos inicialmente marcados ya que, según confirmó David Stern, comisionado de la NBA, necesitan unos 30 días para poner la maquinaria en marcha.
Eso significa redactar y aprobar el nuevo CBA, abrir el mercado de pases y realizar una mini pretemporada (de los cuatro partidos previstos se pasaría a dos) antes del inicio.
En caso de no llegarse a un acuerdo, el panorama volverá a complicarse ya que la próxima semana se espera la intervención de un magistrado federal de Minnesota para resolver el tema de la demanda de los jugadores contra la NBA.