R. A. López Ynoa/Tomado de El Expreso del Sur
La firma encuestadora Gallup, con la publicación de los datos de su más reciente trabajo de sondeo electoral, ha venido a degenerar en la pérdida de la credibilidad que hasta ahora era acreedora en el país.
La firma encuestadora Gallup, con la publicación de los datos de su más reciente trabajo de sondeo electoral, ha venido a degenerar en la pérdida de la credibilidad que hasta ahora era acreedora en el país.
Si partimos de los datos de la anterior entrega realizada en agosto pasado, no se requiere ser un gurú político para uno darse cuenta de que esta vez se presenta a Hipólito Mejía estancado, con el mismo porcentaje, mientras que a Danilo Medina se le ve ascendente en nueve puntos, al pasar de 33.4 a 42.6%.
Francisco Javier García, coordinador general del comité de Campaña del PLD, califica de contrasentido el hecho de que desde agosto hasta la fecha el candidato del PLD haya subido diez puntos y el del PRD conservara la misma puntuación.
Si se contrastan estos datos con la realidad actual, habría que convenir en que los resultados reales, aquellos no fueron dados a conocer, no favorecen la causa perredeísta. Y no la favorecen porque la constante y la estática sólo son posibles en la Física, no en el multivariante universo de la actividad política.
Así como la simpatía de DM varió hacia arriba, la de HM debió hacerlo para abajo, porque no hay de otra, y según la susodicha encuesta Mejía se ha quedado clavado durante tres largos meses.
La única explicación que existiría para presentar a HM estático es considerar que los datos reales lo presentan en picada en la preferencia del electorado y que los ejecutivos de la Gallup, por alguna razón desconocida, ante esta realidad decidieron presentarlo con el mismo nivel de simpatía que en agosto.
Y no se venga con la historia de la imparcialidad de los encuestadores porque no estamos en Suiza.
En el mejor de los casos también se puede considerar que si es cierto la “constante” de Hipólito, entonces éste ya llegó a su techo y tomando en cuenta la dinámica electoral del PRD, no tiene posibilidades de avanzar, y por lo mismo, de ganar la presidencia de la República.
DM está en movimiento ascendente, y si la estadística no se equivoca ya para febrero tendrá asegurado más del 50% de los votos que se necesitan para ganar en primera vuelta.