martes, 17 de enero de 2012

ACCIDENTE DEL CRUCERO! Las autoridades a Francesco Schettino, el capitán del Concordia: «¿Qué hace, se va a casa?»


Las autoridades a Francesco Schettino, el capitán del Concordia: «¿Qué hace, se va a casa?»
La Guardia Costera se encontró al comandante del crucero a salvo en una roca, abandonando a cientos de pasajeros a su suerte. Seis muertos, 29 desaparecidos y daños por 93 millones es el balance de un accidente que podría haberse evitado
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Día 17/01/2012 – 12.54h/tomado de ABC.ES
Las autoridades a Francesco Schettino, el capitán del Concordia: «¿Qué hace, se va a casa?»
afp
Francesco Schettino, el capitán del Concordia, fue el primero en abandonar el barco y esconderse en el acantilado

A las 1:46 de la madrugada del sábado, el comandante del Concordia, Francesco Schettino, recibe la enésima llamada de la Capitanería del Puerto: «¿Qué quiere hacer, irse a casa?». Pregunta con voz alterada un oficial a lo que Schettino responde: «hemos abandonado la nave». Y cuando la Capitanería le dice que «ya hay cadáveres», Schettino pregunta «Cuántos?» y el oficial le contesta: «¡Debe decírmelo usted!».

Según publica el diario «Il Corriere della Sera», la primera llamda de la Capitanería a Schettino se produce a las 00.32. A esa hora, según algunos testigos, el comandante ya se habría puesto a salvo en el acantilado. Le preguntaron cuántas personas había a bordo. Schettino responde que entre 200 y 300, es decir, que en 40 minutos, más de 4.000 personas ya habrían abandonado el crucero.
Finge la coordinación cuando había huido

Pero es una cifra que repite más veces en el transcurso de la llamada. «Ahora vuelvo al puente de mandos -asegura a la Capitanería- Fui a la popa para ver qué estaba sucediendo». «¿Queda solo usted?», pregunta la sala operativa. «Creo que sí, quedo yo solo», contesta Schettino y miente ya que él se encontraba subido a una roca. Fue de los primeros en huir.

A las 00.42 se produce una nueva llamada. La sala operativa de la Capitanería pregunta cuántas personas tienen que ser evacuadas aún. Schettino responde: «He llamado a la sociedad y me dicen que aún faltan un centenar de personas». En realidad la evacuación está todavía en pleno desarrollo si no, al inicio del todo. «Estoy coordinando», asegura schettino al ofoicial de la Capintanería. pero pocos segundos después deja escapar la primera frase «No podemos subir a bordo porque se está escorando». Y luego: «Hemos abandonado la nave».

En ese momento, le oficial de la Guardia Costera empieza a sospechar que Schettino haya dejado a otros la coordinación de la evacuación y se haya puesto a salvo: «¿Comandante, ha abandonado la nave?», le pregunta. Schettino asevera: «No, no, pero cómo voy a abandonar la nave». A la 1.46 el oficial de la Guardia Costera alza la voz e intenta poner a prueba al comandante. «Ahora usted váyase a proa y coordine la evacuación, así nos dice cuántas personas hay allí todavía: si son niños, mujeres y el número exacto de pasajeros de cada categoría. Vaya a bordo. «¿Qué hace, deja el rescate?»

«No, no, estoy aquí coordinándolo». El oficial vuelve a decir: «Comandante, es una orden, ahora mando yo. Usted ha abandonado la nave. Debe ir a proa, suba al crucero y coordine el rescate. Ya hay cadáveres». Schettino: «¿Cuántos?». El oficial dice: «Debe decírmelo usted, qué quiere, quiere irse a casa?». Francesco Schettino dice aceptar las órdenes: «vale, estoy yendo». Sin embargo, según la Capitanería, Nunca volverá a subir a bordo.

«Comportamiento inexcusable»

Para el jefe de procuradores de Grosseto, Francesco Verusio, el fatal accidente se ha debido a un «grave error humano», el de acercarse a la costa de la isla de Giglio para saludar a los paisanos del «maitre», Antonio Tievoli y a un amigo, el excapitán de Costa Crociera ya jubilado, Mario Palombo.

Ahora el magistrado define como de «inexcusable» el comportamiento de Schettino, quien se encuentra detenido por tentativa de fuga y bajo observación por miedo a que se autolesione. El martes será interrogado.

Seis muertos, entre ellos el español Guillermo Gual, 29 desaparecidos y pérdidas de más de 93 millones de euros es el balance inicial de este trágico accidente que se podría haber evitado.