ORLANDO DICE
Orlando Gil
orlandogil@codetel.net.do/tomado de Listin Diario
TRANSPARENTES.- Los perredeÏstas podrán tener todos los defectos que les atribuyen sus adversarios, pero tienen una virtud innegable: la transparencia. No oculta secretos, no guarda quejas, no resiste querellas, no esconde estados de ánimo. Si se alegra, se alegra. Si se apena, se apena. Las dos encuestas de medios de prensa del pasado lunes ( Greenberg y Gallup ) fueron devastadoras, aun cuando no lo reconozcan ni lo digan en público. La del Centro Económico del Cibao no fue amparo suficiente. La aritmética elemental enseña que dos son m‡s que una. Ahora ¿ Pueden los perredeÏstas esperar a que en abril venga el cantante mejicano Enmanuel y se presente en la sala Fiesta del hotel Jaragua y les cante como un réquiem “…todo se derrumbó… ” ? Obviamente que no. Los perredeÏstas tienen que preguntarse qué está pasando y averiguar con sentido crítico qué es lo que está fallando, pues algo anda mal. Tiene que haber una explicación de que después de un flujo de masas tan sorprendente, de una correlación de fuerzas tan ventajosa, se detenga uno y se revierta otra…
IR A VILLA.- Los estrategas de Hipólito MejÏa al parecer no entendieron el primer fenómeno y ahora tampoco el segundo. Fueron tomados por sorpresa y no hicieron m‡s que dejar que el vehículo se desplazara a su propia velocidad, sin poner las manos en sus dispositivos. Ni guía, ni acelerador, ni freno, etc. Ahora que van lejos en el camino, advierten dificultades y no conocen porqué ni saben dónde. Si el problema es la carretera o la guagua. E incluso, los pasajeros. ¿ Cómo se explica que creciera afuera, que lo hiciera igual adentro, y con la candidatura en las manos sea asaltado por inconvenientes de los cuales no tienen claro origen y mucho menos destino ? Las dificultades del candidato MejÏa, se recuerda, empezaron cuando se ausentó primero a Estados Unidos y después a Europa, en momentos que en Danilo Medina se sobreponía a su temperamento y salía a las calles a ganarse su espacio. El viaje en sí no fue el error, pero sí lo mucho que duró. Fue víctima de su propia confianza y de olvidar algo que debió haber oído en Gurabo de “ quien va a Villa, pierde su silla ”…
LOS ROBLES.- Empero tiene que haber m‡s. La integración, por ejemplo. No se hizo de la mejor manera, y en ello hubo faltas de parte y parte. De su propio bando y del grupo de Miguel Vargas. Prepotencia de un lado y ñoñerÏas del otro, que después fueron tomando nuevas formas y peores resultados. Es decir, que no se dio la integración positiva. Aunque sí la negativa. A falta de lo nuevo, se incorporó lo viejo. Mucha gente que estaba en retiro, limpió sus uniformes, se colocó las medallas, reivindicó los rangos y salió decidida a recuperar espacios, incluso empujando a los actuales ocupantes. Esa gente es la que aparece en la tarima, es la que encabeza los caravaneos, dando la impresión de que se soltaron los caballos del pasado. Entonces, al candidato MejÏa se le perdona su “ mala ” administración, pero no que se proponga repetir con los responsables del “ desastre ”. Pudo pensarse que gobernaría con David Collado, con Wellington Arnaud, con Faride Raful y esa nueva casta de dirigentes, pero se destaca m‡s la presencia de Rafael SubervÏ Bonilla, de Pedro Franco BadÏa, y de tantos viejos robles que ya no sirven como madera, sino como leña…
APEAR.- Entre los perredeÏstas de Los Alcarrizos se comenta como chisme, pero también como queja, que en la caravana que se llevó a cabo en esa jurisdicción, sus dirigentes fueron apeados del vehículo principal. Es m‡s, se menciona a Junior Santos, el alcalde. Si de fuera vendrán…, hay que suponer el resto. Que chequeen, pues, ese aspecto. De si el candidato oficial del PRD anda ahora acompañado por quienes guayaron la yuca en la primera etapa o por quienes se incorporaron cuando se dieron cuenta de que no se trataba de un espejismo, de que lo de Papá era una realidad. Las últimas mediciones coinciden en que MejÏa perdió favor en los jóvenes, a pesar de los reportes que hablan del fervor que provoca en las redes. Una cosa no se concilia con la otra, pero en el panorama político, todas las confusiones son posibles. Además, se hace fácil determinar qué conviene y aprovecha m‡s, si rodearse de la nueva generación o de la vieja. Cuentan de los mareos, y es que después de cierta edad, las multitudes sofocan. Si se quiere recuperar la antigua magia, hay que apear Los Históricos de la tribuna…
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