martes, 1 de mayo de 2012

GRAN DIRIGENTE LATINOAMERICANO! Murió Tomás Borge, uno de los fundadores del Frente Sandinista

tomado de Infobae.com
Figura controvertida de Nicaragua, el ex ministro del Interior en los 80 falleció a los 81 años de una afección pulmonar. Fue el único de los históricos que se mantuvo en la cúpula junto a Daniel Ortega


Crédito foto: Reuters
Temido durante el primer régimen sandinista (1979-1990) cuando dirigió el Ministerio del Interior, fue antisomocista, admirador del líder cubano Fidel Castro y del exlíder libio Muammar el Khadafi, de quien dijo que murió “heroicamente”.


Era el embajador de Nicaragua en Perú desde el 2007, cuando Daniel Ortega retornó a la Presidencia, y en las pasadas elecciones generales de 2011 resultó electo diputado en la Asamblea Nacional.


Borge nació en la provincia norteña de Matagalpa el 13 de agosto de 1930 y durante su vida pública fue ministro del Interior, diputado y vicesecretario del FSLN, al que además representó en muchos foros de la izquierda internacional.


En 1955 entró en contacto con el comunismo y fue encarcelado en septiembre de 1956, tras el asesinato del dictador Anastasio Somoza García por Rigoberto López Pérez.


En 1958, Borge entabló nexos con las actividades de las guerrillas nicaragüenses y, al año siguiente en La Habana, fue uno de los estudiantes nicaragüenses que fraguaron el movimiento que en julio de 1961 nació como Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), grupo del que fue uno de sus fundadores junto con Carlos Fonseca Amador y Silvio Mayorga Delgado.


Después de varios años en distintos países centroamericanos, así como en Cuba y Líbano, Borge regresó a Nicaragua a mediados de los setenta. Como consecuencia de sus actividades en la guerrilla, en 1977 fue arrestado y permaneció nueve meses en prisión en Tipitapa.


Tras la derrota de la dictadura somocista, fue ministro del Interior, cargo que ejerció cuando Daniel Ortega gobernó Nicaragua por primera vez, y en el que fue acusado de participar en una masacre de 37 presos políticos en junio de 1980, lo que Borge siempre negó.


A mediados de los ochenta se encargó como gobernador de la dirección de la zona atlántica del país y desde comienzos de 1988 participó en las negociaciones con la organización rebelde Yatama para la pacificación de la zona y la concesión de autonomía a los miskitos.


Tras la derrota electoral sandinista en febrero de 1990, cesó como ministro del Interior y desde entonces fue uno de los miembros del Directorio del Frente que combatió la política de la presidencia de Violeta Chamorro.


El 20 de octubre de 1996 volvió a conseguir un puesto institucional al ser elegido diputado del Parlamento Centroamericano para un mandato de cinco años (1997-2002).
En el II Congreso del FSLN, en mayo de 1998, consiguió la reelección como vicesecretario general y fue el único de los históricos que se mantuvo en la cúpula junto a Daniel Ortega.


En las elecciones legislativas del 4 de noviembre de 2001 fue elegido diputado nacional, aunque los sandinistas se mantuvieron esa legislatura en la oposición. Consiguió la reelección como vicesecretario del partido en el Congreso de marzo de 2002.


En las elecciones de noviembre de 2006 los sandinistas de Ortega regresaron al poder y en febrero de 2007 Borge fue nombrado nuevo embajador en Perú y abandonó el puesto de vicesecretario del partido y el escaño que acababa de lograr.


En 2006 fue acusado, junto a Ortega y otros líderes sandinistas, de genocidio y crímenes de lesa humanidad ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de Estados Americanos (OEA) por delitos supuestamente cometidos también en los años 1980 contra comunidades indígenas asentadas en el Caribe de Nicaragua


Fue autor de los libros “La paciente impaciencia” (1989), una obra biográfica hasta 1976, por el que fue Premio Casa de las Américas; “Un grano de maíz”, donde ataca a Estados Unidos por inmiscuirse en los asuntos internos de Nicaragua y a la ONU; “Salinas, dilemas de modernidad” (1994), una biografía sobre el ex presidente mexicano; y de la novela “El amanecer dejó de ser una tentación”.


Su primera esposa fue asesinada en junio de 1979. Estaba casado con la cantante y actriz peruana Marcela Pérez Silva, con la que tuvo tres hijos.