Sarkozy y Hollande, en el duelo final por la presidencia de Francia
Más de 46 millones de electores participan de la segunda vuelta electoral, decisiva en una Europa en crisis. El mandatario saliente se enfrenta con el líder socialista, quien aparece como favorito en los últimos sondeos. Este sábado 5 de mayo ya votaron los habitantes de algunos territorios de ultramar y los franceses residentes en América
François Hollande, que el 22 de abril obtuvo 28,63% de los votos (frente a 27,18% para Nicolas Sarkozy), se presenta como favorito aunque su ventaja se fue reduciendo en los últimos días. El jefe de Estado, de 57 años, combativo hasta el último momento, ha visto cómo su popularidad caía en los últimos meses y no ha podido desprenderse de su etiqueta de "presidente de los ricos" en un momento de crisis económica.
Tras la primera vuelta, cuando la formación de ultraderecha Frente Nacional (FN), fue la tercera fuerza política más votada con un 18% de los votos, el presidente saliente intentó un acercamiento con los votantes de la extrema derecha.
El candidato socialista fue el primero de los candidatos en votar. Lo hizo en un colegio electoral de Tulle, la pequeña localidad de la que fue alcalde. Llegó al lugar acompañado de su pareja, Valérie Trierweiler, y rodeado de numerosos periodistas y cámaras.
El mandatario saliente votó en el Liceo Jean de la Fontaine, del distrito XVI de París. Llegó con su esposa, Carla Bruni. Al igual que el socialista, no hizo declaraciones a la prensa. Según precisaron los representantes de su campaña, permanecerá el resto de la jornada en el Palacio del Elíseo .
Ambos postulantes tienen prevista durante el resto de la jornada una agenda esencialmente familiar y de contacto con los votantes, en el caso específico de Hollande en varios colegios electorales de Corrèze, según comunicaron los responsables de su campaña. El favorito para este ballottage no hizo declaraciones a la prensa y se dedicó saludar a otros electores con los que coincidió en el colegio electoral.
La Unión Europea aguarda con enorme interés el resultado de estas elecciones. Hollande ha declarado que la austeridad debe ir acompañada del estímulo de la economía y ha mostrado su voluntad de renegociar el pacto fiscal, impulsado por Alemania, para incluir políticas que estimulen el crecimiento.
El candidato socialista, que dirigió su partido durante 11 años, desea gravar a los más ricos, apuesta por una importante creación del empleo para jóvenes para luchar contra el desempleo y repitió que su objetivo es "unir" a los franceses en un gobierno de "justicia".
De ser elegido, Hollande sería el segundo presidente socialista de la V República (proclamada por De Gaulle en 1958), después de François Mitterrand (1981-1995).
Si Sarkozy es derrotado, podría producirse una profunda renovación de la derecha francesa y varios dirigentes de su partido, Unión por un Movimiento Popular (UMP), parecen estar ya preparados para tomar el control de la formación tras los comicios.
Otro de los que ya votó fue Jean-Luc Mélenchon, ex candidato del Frente de Izquierda en la primera vuelta disputada el 22 de abril, en la que alcanzó un 11,1 % de los votos. "¿Conocen ustedes la regla? En la primera vuelta se elige, en la segunda se elimina, yo he venido a eliminar", declaró a la salida del colegio donde votó, una escuela del distrito X de París.
Los colegios electorales abrieron sus puertas en la Francia metropolitana a las 8, hora locale y cerrarán a las 18, aunque las grandes ciudades, entre ellas París, Marsella, Burdeos o Lyon, lo harán dos horas más tarde.