Así preparó James Holmes la masacre de Denver
En las semanas previas a la matanza había comprado cuatro armas en un comercio local y 6.000 rondas de munición en Internet. Sin embargo, no despertó sospechas
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Habían pasado pocos minutos de comenzada la película, Batman, The Dark Knight Rises, cuando Holmes abrió de una patada la puerta de emergencia. Primero lanzó las bombas de humo, luego algunos disparos al aire para aterrorizar a los asistentes y, finalmente, comenzaron las ráfagas para todos.
Pero esa secuencia, que culminó con 12 muertos y 58 heridos -11 en estado crítico-, estuvo lejos de ser un arranque de locura. Que llevara casco, chaleco y calzas antibalas, máscara de gas y guantes, es una muestra de la planificación que precedió a la matanza.
Holmes no mató con el revólver que podía guardar en el cajón de su mesa de luz, ni con la escopeta que usaba para ir de caza. Lo hizo con armamento profesional, cuidadosamente seleccionado.
Cuando la Policía lo detuvo en el estacionamiento, llevaba consigo un rifle de asalto AR-15, que puede cargar hasta 100 rondas, una escopeta Remington y una pistola Glock 40 milímetros. Además tenía guardada una segunda pistola en el auto.
ESTA es la tienda donde habría comprado el armamento
"Todo el armamento que tenía, lo poseía legalmente", aseguró Dan Oates, jefe de Policía de Aurora, distrito en el que se encontraba el cine. No confirmó si se trataba de armas automáticas o semiautomáticas, pero reconoció que tenían una capacidad de "50 o 60 rondas por minuto".
A eso hay que sumarle el trabajo que se tomó para preparar su apartamento, convirtiéndolo en una gran trampa para cuando lo allanaran los policías. "Las imágenes que encontramos adentro eran muy perturbadoras, considerando cuán elaboradas estaban las trampas", contó un oficial que registró el lugar.
El conjunto de explosivos que estaban estratégicamente distribuidos podrían haber hecho volar el edificio entero.
Esto invita a preguntarse cómo es posible que una persona pueda preparar semejante operativo y comprar esa cantidad y calidad de armamento legalmente, sin que a nadie le llame la atención.