Lunes, 15 de octubre de 2012 /Tomado de BBC Mundo
Con sus puertas verdes y sus
pasillos de color marrón, la Bronx High School of Science parece una
escuela pública más de Nueva York. Pero las apariencias engañan.
En la entrada principal del centro, junto a la vitrina de los trofeos, hay un póster con las fotografías de los galardonados. Falta el último, Robert F. Lekftkovitz, que anduvo por los pasillos de esta escuela en 1959 y que acaba de ser distinguido con el Nobel de Química.
Hijos de inmigrantes
Los futuros premios Nobel de la Bronx High School of Science tienen entre 14 y 17 años y, como la mayoría de los alumnos de las escuelas públicas de Nueva York, son hijos de inmigrantes, la primera generación que nació en Estados Unidos.La Bronx High School of Science recibe la misma ayuda pública que otras escuelas de la ciudad de Nueva York, pero tiene un programa especial para la ciencia.
El establecimiento ayuda a los alumnos a encontrar un mentor científico y un laboratorio profesional para proyectos de investigación en las materias de biología, ingeniería, informática y ciencias sociales.
La doctora Jean Donahue, asistente de la dirección para ciencia, le relató orgullosa a BBC Mundo que los proyectos que desarrollan los alumnos "son como en la vida real".
"Investigan de verdad, descubren cosas nuevas y en muchos casos los hallazgos que hacen se publican en revistas científicas".
Consejos
"Busca algo en lo que eres bueno y que otros vean como difícil"
Ian Kaplan, 17 años
Kaplan está investigando modelos informáticos que puedan predecir el ganador de los debates presidenciales y vicepresidenciales de Estados Unidos.
Otro estudiante, Valerio Zhang, investiga el efecto que tiene una proteína en el crecimiento de células en el cáncer de próstata.
No le sorprende que su escuela haya producido tantos premios Nobel y subraya: "El último es muy importante porque es el primero que tenemos en química".
Talento y esfuerzo
Sólo el 5% de los estudiantes consigue aprobar cada año el examen de ingreso. En este curso, 3.000 alumnos tienen el privilegio de asistir a las aulas por las que han pasado los hasta ahora ocho premios Nobel.
Kate Fruitman quiere descubrir qué olores inducen a los consumidores a pasar más tiempo en una tienda y, por eso, está inmersa en un experimento relacionado con la psicología del comportamiento.
La Bronx High School of Science todavía no se ha llevado ningún Nobel en ciencias sociales.
"Quizás yo sea la primera", le dijo Kate a BBC Mundo.