martes, 9 de julio de 2013

BIENVENIDO HEREDIA! Bemoles del Patrullaje Policíaco-militar, artículo de opinión

Bemoles del Patrullaje Policíaco-militar
Por Bienvenido Heredia/Tomado de El Biran NY

En el lenguaje musical bemol es una nota que suena un poco más bajo que como debe sonar. Concretamente, “es un semitono más bajo que su sonido natural”, según la Real Academia de la Lengua y otros diccionarios del idioma español.


Otra acepción de dicha palabra indica que se usa “para ponderar lo que se tiene por muy grave o dificultoso”.

En el caso del patrullaje policíaco-militar iniciado hace varias semanas con el fin de contrarrestar la delincuencia común y los altos niveles de criminalidad que tienen paniquiado a todo el país, han surgido numerosas críticas mediáticas, sobre todo de aquellos sectores que observan con ojeriza todo lo que se organiza y ejecuta desde el gobierno central.

Hemos escuchado y leído cuestionamientos que van desde la descalificación a las acciones emprendidas, con el alegato de que lo que hay que hacer es implementar acciones tendentes a aumentar las posibilidades de empleos y programas de reorientación familiar, hasta el argumento malintencionado de que eso ahuyenta a los turistas.

Incluso en estos días, a propósito de los atentados criminales y homicidas contra varios oficiales del Ejército y la Fuerza Aérea, hemos pasado por la pena de ver algunos comunicadores y políticos casi justificar esos actos, echándole la culpa a las autoridades por el patrullaje que se está implementando.

Creo, como muchos, que el plan debe continuar. Creo necesario poner en práctica otras acciones que salgan de lo puramente represivo, como son los programas educativos, culturales, deportivos y de reinserción de muchos jóvenes en la sociedad, la cual es mayoritariamente respetuosa de las leyes.

Condeno el erróneo criterio de que la delincuencia y la criminalidad que crece en nuestro país es producto de la falta de oportunidades y de la pobreza, porque con ello están acusando a los pobres de ser delincuentes y criminales, sólo por la condición de ser pobres. Nada más falso. Acaso alguien conoce de algún delincuente que cometiese un asalto o atraco para llevar comida a sus padres o a sus hijos?

Quien suscribe es hijo de padres muy pobres y la generación en la que nos criamos, o por lo menos los amigos y condiscípulos escolares de aquélla, éramos todos pobres. Ninguno fuimos delincuentes y casi todos (98%) profesionales. Hay que recordar que la delincuencia también está en sectores que se suponen poseedores de bienes materiales, incluso ricos. Acaso no es delincuente el financista que junto a otros de cuello blanco hace fraude desde un banco? (Por ejemplo).

Apoyo que el patrullaje sea complementado con otras acciones que enfrenten la raíz del problema que nos tiene conminado en cuatro paredes: la descomposición familiar, el narcotráfico (sobre todo el micro-tráfico) y la pérdida de valores culturales, históricos y humanos.

Apoyo que continúe el patrullaje policíaco-militar por un tiempo, porque no podemos volver a dejar a la ciudadanía desprotegida, mientras los delincuentes comunes siguen siendo dueños de las calles.

Ahora bien, los militares y policías deben recibir la garantía y la seguridad que ahora no tienen. No es posible que un soldado que está de patrulla en un barrio de la capital o de cualquier otra ciudad importante del país, termine su labor de patrullaje a equis hora del día o de la noche sin haber recibido un sándwich o pica pollo de parte de las autoridades y que, por demás, tenga que salir a pie para su casa porque no tiene 100 ó 200 pesos para pagar un pasaje.

Qué seguridad tiene ese militar o policía que está protegiendo a la ciudadanía si al terminar su jornada, su turno, tiene que buscársela como un toro para llegar a su hogar?

Peor aún, tengo la información de que durante la jornada de 6 ó 8 horas no reciben ni una ración alimenticia para que se mantengan en sus puestos. Cualquier bocado o juguito que le de un buen samaritano le cae bien a esos servidores públicos, aunque en ese brindis haya un veneno que los saque de circulación por el resto del día o, peor aún, por el resto de sus vidas.

Son bemoles, externos e internos, que deben ser tomados en cuenta por los superiores de los cuerpos castrenses y por el mismo Presidente de la República.

Digo…me parece…