Redacción Diario Digital Barahona
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Resulta que todos los directores regionales de Salud Pública lo saben y sufren calladamente las consecuencias; igual sucede con los directores de los hospitales regionales y municipales, que están siendo duramente golpeados por la carencia de recursos, pero prefieren callar para mantener el cargo.
Mientras permanecen mudos, ciegos y sordos, el sistema de salud en las regiones del país se deteriora. La salud es muy cara. Requiere de inversión de recursos para que pueda cumplir con un buen servicio asistencial, compras de medicamentos, pagos a suplidores, erogaciones para la nómina del personal y los altos gastos de mantenimientos que se suman por combustibles, gas propano, alquileres de Unidades de Atención Primaria (UNAP), entre otros muchos costos operativos.
Las subvenciones que asigna el Ministerio de Salud Pública a los hospitales y direcciones regionales es muy mínimo. El dinero que reciben de Senasa, por el pago de las facturaciones de los servicios a los pacientes de esa ARS ha sido disminuido, a tal punto que en algunas solo están dejando únicamente espacios para el pago de la nómina.
Juan Ramón Martínez, gerente regional administrativo del SRS, Región IV, ha tenido el valor de enfrentar la situación que estamos señalando, haciendo un llamado al presidente Medina para que acuda en auxilio de la institución que dirige.
El llamado de Juan Ramón Martínez debe ser emulado por los directores de hospitales y los directores regionales de salud. Dejen ya el miedo y defiendan lo que tienen bajo sus administraciones.