Conversando con Mariano.
Por Hidalgo Rocha Reyes
Muchas han sido las opiniones que sobre la calidad, buenas y malas, del profesionalismo se han tejido en este país, a veces que con sobradas razones y otras veces sin observar las verdaderas causas que originan esa calidad.
Las experiencias han determinados que los individuos no se profesionalizan en las aulas. Estas en estos tiempos son solo un ingrediente de la misma. Sin investigación y sin lectura continua, sin consultas, sin habilidad y prácticas solo se llega a colgar en la pared unos certificados de acreditación. Las evaluaciones de profesionales la hace la propia sociedad en el ejercicio de lo aprendido. Esta se encarga de divulgar la calidad del profesional a todos los sectores por el desempeño presentados por estos en la ejecución de sus tareas.
El presidente de la Suprema Corte de Justicia se propone someter un proyecto de ley que plantea evaluar cada cinco años a los abogados luego de haber obtenido su primer título.
Evaluar profesionales desde entidades o instituciones con la finalidad revalidar sus títulos alcanzados si estos no presentan calidad en ejercicios de profesión nos parece una excelente idea y a la vez una idea fuera del conocimiento social de nuestro país. Excelente porque sentaría precedentes en la búsqueda de una profesionalización de calidad y criterio, donde el ejercicio de la misma estará cimentado en la más alta perfección como realmente la requiera quien la solicite. Esto haría que quienes se desempeñen como profesionales tenga que poner a disposición de la sociedad creatividad, calidad, interpretación, ejecución y diligencia para que el resultado solicitado sea el más adecuado.
Pero estaría fuera del conocimiento social, adhiriéndose a esto el aspecto económico, puesto que, ¿De dónde vienen o salen esos profesionales? Fueron evaluados para saber si realmente tenían la vocación para el estudio y posterior ejercicio de esa profesión? Quienes hicieron posible que estos alcanzaran la certificación que lo acredita como tales? Sus fallas presentada se originan después de alcanzar la distinción o la arrastra desde antes? Quienes fueron sus mentores? Tenían sus profesores la capacidad para doctrinar al individuo hecho profesional?
Toda esta pregunta hay que hacerlas al sistema educativo estatal antes de crear estas instituciones. Estatal porque es el Estado que permite la deficiencia en la educación con profesores que solo se interesa sus ingresos y no la calidad de la educación y lanzan estudiantes con fallas elementales y deficiencia sustanciales como falta de lectura y escritura en la parte primaria y media. Estatal por la creación de centro de estudios (Colegios) que solo buscan estrangular a sus clientes (Estudiantes) y universidades privadas donde el objetivo primordial es tener más y más clientes, y sumar cada año investidura para ser publicadas en los medios para vender mejor el negocio.
La propuesta es muy buena y con ella se envía también un mensaje a los demás sectores del quehacer nacional. Pero primero hay que corregir las deficiencias que se presenta en todo el sistema. Educar a los docentes, evaluar las universidades, evaluar a los profesores de media y en las universidades, cualificar los estudiantes a ver si tiene las herramientas para ejercer esa profesión antes de ingresar a las aulas, etc.
Sabemos que las profesiones se han cualquierizado, pero el medio para adecuarla no debe ser desde arriba. El costo de quien se embarque en ella seria costoso si antes de hacer su propio nombre, por la cantidad de ejecutante en el mercado, ya va a ser evaluado quizás por uno que nunca ha estado en el terreno escarbando polvo.