Por Mayobanex De Jesús
Laurens.
Tras
la culminación del
proceso de capitalización de la empresa Minas de Sal y Yeso, con su
posterior
arrendamiento a la empresa multinacional Cemex Dominicana en el año
1999, con la dirección de CORDE, encabezada por su director el
arquitecto Eduardo Selman,
sucedió una historia real con el administrador de la empresa ubicada en
Las
Salinas de Barahona.
Selman había solicitado al administrador,
persona quien suscribe el presente artículo, para que preparara los expedientes
completos de todo el personal y que les hicieran los cálculos para pagarles de
forma total sus prestaciones laborales acumuladas hasta esa fecha, acto que se
hicimos sin demora alguna.
No solamente preparamos los
expedientes y sus cálculos para el pago de los derechos laborales de los
empleados, sino también que le hicimos un listado de las personas que a mi
entender debían ser pensionadas, habiendo acumulado más de 20 años laborando en
Minas de Sal y Yeso.
Llevamos ambas relaciones de expedientes
(prestaciones laborales y solicitud de pensiones definitivas de por vida) al
director de CORDE, Eduardo Selman. Cuando le expusimos la idea de que se
pudieran pagar las prestaciones laborales y que también pudieran ser
pensionados a la vez, me miró fijamente a los ojos y me dijo que eso no se
podía, que era imposible y violaba las leyes laborales.
Imploré al arquitecto Eduardo
Selman considerar mi solicitud, dado que el dinero que se tenía para pensiones
y pago de prestaciones laborales si no se hacía ambas cosas, parte de esos
recursos irían a las arcas del Estado y a lo mejor otro uso se le daría,
perdiéndose la oportunidad de ayudar a humildes obreros que dieron toda su vida
a Minas de Sal y Yeso.
Ante mi insistencia, la
comprensión y generosidad del director de CORDE se puso de manifiesto,
expresando que yo tenía toda la razón y que lo mejor era ayudar a esa pobre
gente que se vayan a sus casas con el
dinero de sus prestaciones laborales y puedan disfrutar de una pensión mientras
vivan.
Ante el susto recibido y la
impresión positiva posterior, le dije a Selman que la comunidad de Las Salinas
y esos humildes obreros jamás olvidarían esa noble decisión de él, de pagarles
sus prestaciones laborales y también pensionarles.
A todos los obreros y
empleados se les pagaron sus derechos laborales de forma completa y unas 150
personas que habían acumulado 20 años o más de labor se les pensionó con su
último salario devengado.
Hoy, al encontrarme por las
calles con algunos de esos obreros, me hacen referencias a las gestiones
nuestras y de la dirección de CORDE, agradeciéndonos el gesto a favor de ellos.