Crisis del SRS, Región IV, cierre de UNAPs y la realidad económica actual
Redacción Diario Digital Barahona
Nuevamente es menester escribir sobre la
difícil situación financiera por la que atraviesa el Servicio de Redes
de Salud (SRS), de la Dirección Regional de Salud, Región IV Enriquillo,
dada la vigencia del tema en los medios de comunicaciones radiales,
televisivos y digitales en la Web.
El SRS Región IV, percibe sus ingresos
por la vía de un cápita de SENASA y por un fondo asignado en dos
partidas mensuales del ministerio de Salud Pública. Entre ambas entradas
(cápita de SENASA y subvención de Salud Pública) se reciben en la
actualidad un promedio mensual de 2.2 millones de pesos.
Los gastos fijos y variables promedios
mensuales, incluidos la nómina contratada del personal, los combustibles
para vehículos, el gas propano para las vacunas, los arrendamientos de
locales de las Unidades de Atención Primarias (UNAP), luz, teléfono,
reparaciones y mantenimientos de activos, la proporción de regalía
pascual y de incentivo al personal, así como el promedio de compras de
medicamentos crónicos y de salud mental, entre otros egresos, ascienden a
un promedio mensual de más de 5 millones de pesos.
Como se puede observar, mientras se
reciben en promedio mensual la suma de 2.2 millones de pesos de
ingresos, los egresos mensuales fijos y variables ascienden en promedio a
más de 5 millones de pesos, un déficit superior a los tres millones de
pesos cada mes.
Ahora se agrega que hay una considerable
cantidad de promotores de salud a los cuales se excluyó de la nómina
pagada por el Ministerio de Salud publica, correspondiente al mes de
septiembre del presente año.
Con una realidad como la que tiene el
SRS Región IV, no hay forma de "ser mago ni de hacer magia". De nada
vale presumir de buen gerente o de máster en administración y finanzas,
menos de un súper director médico. La realidad es falta de recursos, y
en salud nada se resuelve sin dinero.
En el levantamiento situacional que se
hizo con la entrada del nuevo director regional y el gerente
administrativo regional, se determinó una deuda preliminar al mes de
septiembre de unos 30 millones, con solamente una partida en banco de
498 mil pesos.
La deuda acumulada incluye nóminas
atrasadas, proporción de regalía pascual no separada, valor del
incentivo acumulado del cápita de SENASA no reservado en banco,
suplidores, arrendamientos de UNAP, combustibles, energía eléctrica,
teléfono, entre otras deudas.
La esperanza está cifrada en el
Ministerio de Salud Pública, para que pueda contribuir con la asignación
de recursos y el pago de las las nóminas atrasadas, incluido regalía
pascual e incentivo al personal.
Con lo poco que se está recibiendo se
está procediendo a ir pagando los arrendamientos de locales de UNAP, los
combustibles y deudas en las cuales se está priorizando, para lograr
mantener las atenciones y los servicios a los usuarios.