Tomado de El nuevo Diario
Llega el día 17 de enero y esto
sólo significa una cosa: es la última fecha del Round Robin y ¡oh
sorpresa! Tenemos a dos equipos empatados y su perseguidor se encuentra a
un juego de distancia. Una combinación de victorias de Leones y Águilas
materializaría el triple empate.
Ante un eventual triple empate se procedería de la manera siguiente:
En caso de triple empate en el
segundo lugar, el equipo que haya ganado la serie particular a los otros
dos, pasa automáticamente a la final. ¿Qué tenemos en esta ocasión? En
ninguno de los virtuales escenarios hay un equipo que le gane la serie
particular a los otros dos.
¿Qué hacer ante esta situación?
Se acude al método de General Run Average. El General Run Average se
obtiene dividiendo las carreras anotadas entre las carreras permitidas y
multiplicando por 100 el resultado. Por ejemplo: Los Gigantes han
anotado 70 carreras y sólo han permitido 73. Esa división da 0.9589, que
multiplicado por 100 resulta en 95.89 de General Run Average.
Al día de hoy, esta es la situación:
Equipos Carreras Anotadas Carreras Permitidas General Run Average
Gigantes del Cibao 54 56 96.42
Tigres del Licey 56 74 75.67
Águilas Cibaeñas 67 70 95.71
Como ilustra arriba, es casi
imposible que Licey tenga un General Run Average superior al de Gigantes
o Águilas restando solamente un partido. Si las Águilas ganan mañana
encabezarían el listado. Pues es minúscula la diferencia entre ambos.
¿Qué importancia tiene encabezar el listado? Sencillo, quien lidera el
encasillado pasa directamente a un partido final (como dueño de casa)
ante el triunfador entre los otros dos equipos, quienes se enfrentarían
en un partido de muerte súbita el sábado.
En otro caso, de ganar Licey y
Gigantes, se celebraría un partido extra en San Francisco de Macorís,
por ellos poseer mejor General Run Average que Licey.
Una situación nunca antes vista en LIDOM la del posible triple empate.
“El destino baraja y nosotros jugamos.” Arthur Schopenhauer.
Autor: Arving Gonzalez