por Frank Jiménez/Tomado de El Biran NY
Recibimos con especial atención la noticia del
sometimiento a la justicia a los organizadores de los Premios Enriquillo
de Oro por el uso ilegal del nombre en las premiaciones que se
realizaran el 28 de marzo de este año.
Todos recordamos el éxito alcanzado el pasado año
por Nestor de Jesús Laurens y los organizadores del Enriquillo de Oro,
quien como guerrero se abrió paso entre el humo y la prisa para salir
airoso de esa prueba en la que todos coincidimos positivamente venciendo todas las expectativas.
Los informes que tenemos dan fe de que para esta nueva propuesta se espera superar por mucho las premiaciones antes presentadas.
Mi comentario no viene a plantar bandera en ninguna
de las esquinas de estos valiosos barahoneros que están en disputa y
que tal vez por la distancia desconozco la raíz de este impase, pero soy miembro de ACROARBA y por lo menos mi opinión debe contar.
Premiar es incentivar, premiar es cultivar, premiar es reconocer…lamentamos
que se haya creado esta controversia cuando el día “D” estaba a la
vuelta de la esquina, por lo tanto estas premiaciones por ninguna razón
no deben apagar su fulgor que nos motiva a seguir impulsando nuestros
valores y esto debe ser lo que realmente importa.
Debo confesar que el nuevo nombre “Premios de Oro”, y
es mi opinión muy personal, ha sido un nombre “tomado de prisa” ya que
ese metal precioso no simboliza ninguno de los recursos mineros que
vinculen a Barahona y por lo tanto nos deja en el aire una sensación
poco regional.
Si en realidad recibimos sorprendidos
la noticia del conflicto judicial, en igual medida nos sorprende el
nuevo nombre “Premios de Oro” teniendo la Perla del Sur una cantera de
recursos naturales, históricos y artísticos que son referentes a nuestro
pueblo…aunque no sea ahora, pero solicito desde ahora que se revise el
nombre.