Redacción Diario Digital Barahona.
Un artículo sobre liderazgo y dádivas, que resultó muy obvio su dirección, como si proviniera de un cuerdazo ante los resultados de dos escogencias en plenarias de los altos árganismo y órgano de dirección peledeísta, trajo la respuesta en Monte Grande, de un mandatario que habló con el corazón en los labios.
Artículo y respuestas fueron muy refinados para las interpretaciones, pero los que saben leer y escuchar entre líneas, midieron de inmediato las direcciones de las piezas extraídas de la pluma del ex mandatario y la oratoria del actual primer mandatario de la nación.
Se impone ahora que el órgano de dirección, llamado comité político, medie ante el comité central, que es la máxima figura de dirección en el PLD, para que ambos líderes bajen tonos, consensúen, pongan la proa visionaria hacia el objetivo final, que no es más que retener el poder.
Para lo anterior, no bastará con retóricas, ni buenas intenciones, ni mayorías de uno sobre otro. Se impone el manejo ecuánime, el equilibrio, el reconocimiento de que hay una realidad vigente: cada uno es líder real de masas, mantienen control de poderes y sus estructuras de bases tienen fuertes incidencias a lo interno del PLD.
Si queremos verdadera unidad, la misma deberá darse sobre el equilibrio: Si el actual no se presenta y el anterior es la propuesta, entonces deberán sentarse, coincidir en el candidato vicepresidencial, en los posibles ministerios, en las candidaturas congresuales y municipales y en el respeto a los acuerdos a que se arribe.