Entre ellos está el líder de los Hermanos Musulmanes, Mohamed Badía (foto). La mayoría de las personas fueron juzgadas en rebeldía. El magistrado dictó la sentencia en firme pero es apelable
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Un tribunal egipcio condenó a muerte a 720 supuestos seguidores de los Hermanos Musulmanes, incluido su líder, Mohamed Badía, por cometer actos violentos, en dos casos separados, informó a EFE el abogado de la defensa Tareq Ibrahim.
El Tribunal Penal de Minia, en el sur del país, ordenó remitir los expedientes de 683 procesados al muftí de Egipto, Shauqui Alam, máxima autoridad religiosa, lo que según el sistema judicial egipcio significa que han sido condenados a muerte.
La mayoría de estas personas han sido juzgadas en rebeldía, mientras que entre los detenidos se encuentran algunos dirigentes islamistas, como Badía, que afrontan cargos de asaltar instituciones públicas y la comisaría del distrito de Al Edua.
En otro caso, el presidente del tribunal, el juez Said Yusef, dictó condena a muerte firme para 37 personas y cadena perpetua para otras 491 por su implicación en actos violentos.
Este segundo grupo de más de 520 personas -de las que unas 350 están huidas- había sido condenado a la pena capital el pasado 24 de marzo y sus expedientes habían sido remitidos al muftí de forma provisional para que este emitiese un dictamen no vinculante.
El magistrado dictó la sentencia en firme, que es apelable y que rebaja la condena para la mayoría de los acusados en esa causa, aunque mantiene la pena de muerte para 37.
Todos ellos habían sido involucrados en ataques contra comisarías y edificios gubernamentales en la provincia de Minia y el asesinato de un coronel de Policía en la zona de Matay.
Los dos "macrojuicios" de este lunes en Minia, que afectan a 1.229 supuestos seguidores de los Hermanos, de los que solo 267 están arrestados, se desarrollaron bajo estrictas medidas de seguridad, con los accesos cortados al tribunal y una fuerte presencia militar.
Las familias estallaron en llantos y gritos al conocer las sentencias, e insistieron en que sus allegados son inocentes.