Con lo que nos gusta
hacer listas, no podíamos resistirnos a ésta.
No nos ha sido fácil seleccionar sólo 15 títulos de la rica
filmografía cristiana.
Inevitablemente faltan películas muy
valiosas, no por deméritos, sino por las virtudes espirituales y
cinematográficas de las que hemos seleccionado, que están
ordenadas cronológicamente.
1928 | Carl Theodor Dreyer
Representación del injusto juicio al que fue sometida
la Doncella de Orleans, excepcionalmente
interpretada por María Falconetti, cuyo rostro vemos, en
toda su expresión, sin maquillaje. Dirigida por el perfeccionista
realizador danés Carl Theodor Dreyer, que desarrolló el
film, principalmente, mediante primeros
planos. La recreación de Juana en la hoguera y la
fotografía son,
sencillamente, sublimes. Una de las grandes obras
maestras de todos los tiempos.
1946 | Frank
Capra
El generoso George Bailey
ha sacrificado sus sueños para servir a los demás. Un
problema en el banco desde el que colabora con sus
vecinos, le hace replantearse, dramáticamente, su vida.
Clásico de Navidad que pone de manifiesto la importancia
que tiene cada vida y el valor de dedicarla a los demás.
Frank Capra trató un tema muy serio con buenas dosis de
humor y una clara simbología cristiana. El resultado es
redondo.
1947 |
Maurice Cloche
Biografía de San Vicente de Paúl, que refleja el difícil contexto en el que le tocó vivir al santo,
en una Francia azotada por la peste y con muchas
carencias. También muestra la hipocresía de los
ricos, de los que tuvo que valerse Vicente de Paúl para
obtener recursos para los pobres. Prescinde de
florituras para afrontar la historia de una manera realista y
convincente. Gran papel
de Pierre Fresnay dando vida al
santo. Poco conocida.
1950 | Robert Bresson
El francés Robert Bresson, uno de los directores que más
ha aportado al cine espiritual, adapta y dirige esta
historia sobre las tribulaciones de un joven
sacerdote ante el rechazo que sufre en su primer destino
y la enfermedad que padece. El realizador galo, con su particular
estilo austero e hiperrealista, se introduce en el alma
del protagonista para diseccionar sus ilusiones y
desalientos, en este film sobre la crisis
espiritual de un sacerdote.
1953 | Alfred Hitchcock
El autor de un asesinato se confiesa con el sacerdote Michael Logan
tras cometer un delito. Una serie de malentendidos hacen
que las sospechas de la investigación recaigan
sobre el confesor, que está obligado a mantener silencio en virtud del
secreto de confesión. Con este punto de
partida, Alfred Hitchcock desarrolla un thriller
que ha aguantado muy bien el paso del tiempo, en el que
traza un atractivo y sutil retrato de la figura del sacerdote.
1955 | Carl Theodor Dreyer
Johannes,
considerado como un loco, critica el acomodamiento
espiritual de los que le rodean, a los que interpela a
vivir su fe de una manera más profunda y confiada. Cada
uno de los personajes que aparecen tiene una postura
diferente con respecto a la fe y se van desarrollando
debates en torno a las creencias. Otra película de Dreyer, uno de los grandes
del cine religioso que, con toda justicia, repite en esta lista.
1959
|
William Wyler
Judah Ben-Hur rehúsa colaborar con su viejo amigo Messala
en el sometimiento de los romanos al pueblo judío. Las
desavenencias surgidas al respecto, unidas a un desafortunado
accidente, los convertirá en enemigos irreconciliables. Cine con
mayúsculas con una importante carga de valores cristianos,
premiado nada menos que con 11 Oscar. Responde al género de romanos, muy habitual
en los años 50 y principios de
los 60, en el que la figura de Cristo aparece tangencialmente.
1964
|
Peter Glenville
Recreación histórica de las disputas entre Enrique II y Becket,
dos antiguos amigos que se enfrentan por la defensa de
los intereses del Estado y de la Iglesia,
respectivamente. Esta
producción, principalmente británica, guarda muchas
similitudes con
Un hombre para la eternidad,
estrenada dos años después.
Richard Burton,
en el papel de Santo Tomás Becket,
aguanta bien el tipo ante un inconmensurable Peter O'Toole.
1966
|
Fred Zinnemann
Premiada recreación de la vida de
Santo Tomás Moro, un
hombre íntegro que se niega a bendecir el divorcio de
Enrique VIII que supone la separación entre la Iglesia de
Inglaterra
y la de
Roma. Se desarrolla con un aire muy teatral y de manera
rigurosa gracias al guión de Robert Bolt. Consiguió 6 Oscar, a la
vez que dio a conocer la figura de Tomás Moro, quien puso sus
convicciones y su
confianza en Dios por delante de las tribulaciones a las
que le sometió el rey de Inglaterra.
1986
|
Roland Joffé
En las décadas de los 70 y 80 no abundaron las
películas
cristianas, pero entre ellas nos encontramos este
largometraje, premiado con la Palma de
Oro en Cannes. Conjuga su
excelente artesanía -banda sonora de
Ennio Morricone incluida-, con la
profundidad de los dilemas de sus personajes,
encabezados por dos grandes actores en plena forma: Jeremy Irons y Robert De Niro.
Con el paso de los años se ha convertido en todo un clásico.
1987 |
Gabriel
Axel
Babette, una cocinera francesa, llega a una aldea de
Dinamarca huyendo de la guerra en su país. Es acogida
por dos hermanas que dirigen una temerosa comunidad
cristiana que ha olvidado la alegría y recela de una gran cena de agradecimiento que organiza Babette.
Poco se conoce de la filmografía de su
director
Gabriel
Axel, aparte de esta cinta en la que combina los ingredientes con maestría
para ofrecer un resultado delicioso.
1995 |
Tim
Robbins
La hermana Helen asiste a
un recluso condenado a morir, lo que provoca la
indignación de las familias de las víctimas del crimen
por el que fue inculpado el preso. Este durísimo alegato
contra la pena de muerte, basado en hechos reales,
profundiza en el perdón desde una perspectiva cristiana.
No se anda por las ramas a la hora de afrontar un tema
tan escabroso, siendo ésta una de sus grandes virtudes.
Lleva al extremo el mensaje de amor y redención de
Cristo. Grandes interpretaciones de
Susan Sarandon y Sean Pean.
2004 | Mel Gibson
Probablemente no sea la obra definitiva sobre Jesús,
pero es la que más se ha acercado a serlo. Es una película
clave del cine religioso, referencia indiscutible para
las futuras adaptaciones de la vida de Cristo. Su excesiva violencia, aunque sin duda fiel
históricamente, impide un relato más equilibrado. La
exagerada polémica que se generó en torno a ella, impidió
que se reconocieran virtudes como su buena
realización -en la que destaca su fotografía-, el gran
esfuerzo de Jim Caviezel o la composición del personaje de María.
2010 |
Xavier Beauvois
Xavier Beauvois adaptó los verdaderos hechos
vividos por
una congregación de monjes en
Tibhirine.
Resulta sorprendente que un director agnóstico profundizase, de
una manera tan genuina, en los valores espirituales y humanos de
los monjes, que aparecen perfectamente definidos. El
modo en el que se desarrolla el relato
y el espíritu conciliador de los religiosos,
dan como resultado una conmovedora película que supone,
sin lugar a dudas, una de las cotas más altas del cine
religioso.
2011 | Terrence Malick
Obra del personalísimo
Terrence Malick, cuya difícil narrativa
provoca fascinación y rechazo a partes iguales. Se
trata de una cinta marcadamente religiosa que reflexiona
sobre temas trascendentales para el ser humano, a través
de la cotidianidad de una familia estadounidense de los
años 50. El aparente silencio de Dios ante el
sufrimiento, el modo de afrontar la vida y las
relaciones familiares son el hilo conductor de este
drama.