Los
expertos españoles acogen con escepticismo la noticia por la falta de
pruebas concluyentes. México y España se alían bajo el mar
Tereixa Constenla Madrid /Tomado de Elpais.com
El hundimiento del Santa María, visto por el arte.
El día de Nochebuena de 1492
acabó fatal para Colón. La nao en la que se desplazaba -iba al encuentro
del cacique Guacanagari en tierras del actual Haití- encalló en un
banco de arena. Al frente del timón iba ¡un grumete! El almirante entró
en cólera -había prohibido expresamente que manos inexpertas pilotasen
sus barcos- pero la ira no le sirvió para resolver el asunto. En las
siguientes horas se llevó a tierra toda la carga del barco. Y en los
días sucesivos la nao fue despiezada como un animal en el matadero: sus
maderas se utilizaron para construir el fuerte de Navidad, en la isla.
Colón cuenta en sus diarios que de la Santa María no dejaron “ni un
clavo”, relataba hoy Carlos León, arqueólogo subacuático y director
técnico de la exposición sobre La Mercedes que preparan los Ministerios
de Cultura y Defensa.
¿Qué puede quedar pues de la
Santa María? Poco. “No es un hundimiento tradicional. Estamos ante un
barco encallado del que se extraen todo el cargamento y las maderas.
Puede quedar el lastre, que son las piedras que se llevaban en la bodega
para servir de contrapeso, pero con esas piedras solo es difícil
identificar a un barco”, expone León, que ha investigado en varios
pecios caribeños.
La noticia, adelantada por el
diario británico The Independent, sobre el posible hallazgo de la nao en
aguas de Haití le despierta un notable escepticismo. “Los arqueólogos
somos como los médicos. No podemos dar un diagnóstico sin tener antes
las pruebas. No podemos decir: puede ser, porque también puede no ser”,
sostiene León. “Esa es una zona muy frecuentada por bancos antiguos. Si
solo se basan en el lastre, es muy dudoso averiguar la identidad del
barco. Y si han encontrado más cosas que no nos cuentan, entonces que lo
digan”, añade.
El explorador Barry Clifford,
que en 1984 descubrió el galeón pirata Whydah, afirma que los restos de
la Santa María están en el fondo del mar al norte de las costas de
Haití. A esta conclusión ha llegado después del análisis de las
fotografías tomadas durante una investigación previa hace una década,
junto con otras de una reciente misión de reconocimiento.