PANORAMA POLÍTICO
Danilo, Leonel y el PLD
El afán que se tiene por sustituir al presidente Medina en las filas de su propio partido no tiene una explicación clara.
Guarionex Rosa
Santo Domingo/Tomado de Listin Diario
Los electores al parecer han
perdido la fe en los políticos dominicanos y la enorme valoración
asignada al presidente Danilo Medina, de acuerdo a la última encuesta
Gallup-Hoy, podría indicar un alto grado de rechazo en general a quienes
quieren sacarlo de su puesto.
Que Medina pudiera tener una
opinión favorable sobre su desempeño hasta la cifra de 91% de los
ciudadanos consultados en la encuesta, antes del caso Loma Miranda, no
es solamente un hito sino también la aprobación a la gestión de quien
creen un buen presidente.
Con la impresión demasiado
extendida de que no hay un solo dirigente político que no sea millonario
y que, salvo excepciones, deben la riqueza al quehacer partidario, lo
que ha permitido la proliferación de grupos que buscan el poder, la
gente común pudiera estar hastiada.
Las mediciones sobre el
desempeño del presidente Medina, que lo dejan bien parado en casi todos
los renglones, y por tanto a su partido PLD, que sortea las críticas
debido a la cobertura del gobernante, dan razón a quienes ven la actual
como una campaña interna extemporánea.
Mucho antes de que Medina
cumpliera los primeros dos años en el poder ya los aspirantes a la
candidatura presidencial de su partido estaban en la calle buscando
prosélitos, gastando dinero y, en alguna forma, distrayendo la atención
del país sobre sus temas fundamentales.
Las afirmaciones de Medina de
que no buscará la reelección en el 2016 no han persuadido a los
políticos de su partido de darle oportunidad para gobernar, esperar los
plazos prudentes que señala la JCE para abrir la campaña y, los que
están en puestos, atender primero sus obligaciones.
Al régimen de Medina le
perjudica mucho la impresión general de que los aspirantes a la
candidatura presidencial de su partido que son notablemente cuatro,
pudieran de una forma u otra beneficiar sus campañas de las ventajas
infinitas que proporciona el poder.
Cuando hace días uno de esos
dirigentes, Reinaldo Pared Pérez, que fue por años presidente del Senado
abandonó el cargo para dedicarse de pleno a su campaña, algunos
partidarios demasiado sinceros vieron con preocupación el paso por
posible desabastecimiento.
Pared Pérez quiso diferenciarse
de sus colegas Francisco Javier García, ministro de Turismo; Temístocles
Montás, ministro de Economía, y Radhamés Segura, exgerente de la CDEEE,
no solamente en cuanto que no usaría los fondos públicos, sino en su
autosuficiencia política.
Leonel comenzó temprano
Aparte de los cuatro políticos que aspiran la candidatura
presidencial del PLD, está sobre todos ellos el expresidente Leonel
Fernández, quien comenzó sus actividades muy discretamente a poco de
asumir Medina y que ahora tiene una agenda de mítines en diversos
escenarios del país.
El caso del presidente Fernández llama mucho la atención de los que siguen la política.
Él abandonó el poder perseguido
por sus adversarios en diversos frentes por supuestamente haberle dejado
al régimen que lo sucedió un déficit fiscal multimillonario y actos de
corrupción.
El doctor Fernández fue acosado
en reuniones de plaza pública, se le juzgó en algunas en cortes de
pantomima en las cuales invariablemente se le condenó y los adversarios
utilizaron los programas de radio para difamarlo.
Las encuestas aún en estos días
marcan que el doctor Fernández tiene un alto nivel de rechazo pero los
apostadores curtidos en esas lides creen que lo más ventajoso sería
poner dinero en esa ficha, sobre todo si hay seguridades de que Medina
se mantendrá neutral en el 2016.
Con todo y que el doctor
Fernández necesitará del poder que detenta Medina ya que se considera
cada vez posible que las elecciones del 2016 tendrían una segunda
vuelta, alegadas acrimonias entre los dos políticos están en el ambiente
pese a las necesidades mutuas.
En su afán por posicionarse como
el indisputable candidato, el doctor Fernández le ha puesto atención
casi a cualquiera que le ha llevado un proyecto. Hace días reunió a
miles de manifestantes en los salones de Sans Soucí, para recordar que
los “vientos están soplando”.
En esa reunión no hubo nada de
novedad excepto la presentación del profesor Jesús de la Rosa, académico
muy pulido y honrado, constitucionalista de 1965, exvicerrector de la
UASD y uno que no fue utilizado en los doce años de mandato del doctor
Fernández.
El afán que se tiene por
sustituir al presidente Medina en sus propias filas no tiene una
explicación clara. Los políticos pudieran esperar y darle el espacio que
merece el gobernante que tiene el apoyo mayoritario de los electores
según dicen encuestas públicas y privadas.
Podría haber también un temor a
lo que el futuro trae, a que en una elección general donde se escogerán
senadores, diputados, alcaldes y regidores de los dos géneros, el PRD o
el PRM pudieran jugar un papel que ahora es enigma. Los políticos no
querrían jugar chances o perder por aferrarse a supuestos con apariencia
lógica.
(+)
VARIOS PELEDEÍSTAS SALIERON AL RUEDO
Lo que está ocurriendo es lo contrario. Hace días la diputada
disidente del PLD, Minou Tavárez Mirabal anunció que iniciará “diálogos
políticos y sociales” con distintos sectores que le servirán para la
formación de un nuevo partido político.
Mucho tiempo habría esperado. Lo
único novedoso de la formación en ciernes es que respondería a la falta
de liderazgo femenino capaz de asumir el reto. Se supone que su
desempeño como diputada, le permitirá recordar a los electores sus
proyectos y propuestas de resoluciones, en bien de los pobres, de las
mujeres, de los ancianos, niños y de la institucionalidad del país, si
los hubo, porque con apellidos no sería suficiente.
Para hoy se anuncia el
lanzamiento del Partido de la Esperanza Nacional, PEN, del dirigente
empresarial del transporte, Blas Peralta, quien de seguro animará a sus
seguidores a lanzar su candidatura presidencial como quieren sus colegas
Juan Hubieres y Antonio Marte.
Los tres representan el
“proletariado” empresarial, millonarios todos que han ido labrando
fortunas extravagantes por los negocios del transporte, los beneficios
de las importaciones de los combustibles y el brazo firme capaz de
doblegar las voluntades de los gobiernos.
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