Martín Polanco/Tomado de El Caribe
El Clúster Turístico y Productivo de la provincia trabaja a todo vapor para presentar al mundo lo mejor que tiene
Helena Nunziatini y Polibio
Schiffino hablaron con optimismo sobre los planes para seguir
desarrollando el Sur del país. Helena Nunziatini y Polibio Schiffino
hablaron con optimismo sobre los planes para seguir desarrollando el Sur
del país. (Danny Polanco)
Los bosques tropicales, las
zonas desérticas, los bosques nublados y muchos otros encantos y
atractivos naturales que posee la provincia Barahona, la hacen un
espacio no siempre visto en el país ni fuera de sus fronteras.Y
precisamente porque Barahona y la región Enriquillo, en su conjunto,
cuentan con todas esas riquezas, el Clúster Turístico y Productivo de la
Provincia Barahona mantiene una actividad constante de promoción de
este destino, que tiene tanto un trabajo a lo interno (en el país) como a
lo externo (en otras naciones).
Mayormente, el país se conoce
como un destino de sol y playa, que no es necesariamente el producto que
tiene Barahona en lo particular. Barahona y la región Sur tienen la
mayor biodiversidad que hay en la isla. “De hecho, es la única región
que tiene la suerte de poseer la única reserva de la biosfera, declarada
por la Unesco en La Hispaniola.
Eso debido a las áreas protegidas que
tiene”, dijo ayer Polibio Schiffino, vicepresidente del Clúster
Turístico Productivo de la Provincia Barahona y propietario de hotel
Casa Bonita, en una entrevista con elCaribe junto a Helena Nunziatini,
directora ejecutiva del Clúster.
Schiffino asegura que se están
dando a conocer atributos, pocos conocidos nacional e
internacionalmente, para que eso genere un mayor interés de visitación a
la zona, por ese carácter diverso y amplio que tiene. Aunque el Sur
tiene una extensa zona costera, no toda esa parte puede ser considerada
disponible para el balneario de sol y playa, especialmente por su forma
rocosa.
Pero todo es bien aprovechable y
por eso, algunas playas que no son tan amigables (para que la gente se
bañe) entonces se aprovechan para variados deportes acuáticos, con los
cuales Barahona cosecha éxito. Y se preparan áreas de la montaña para
los turistas que buscan los senderos de naturaleza, para caminar y para
hacer bicicleta de montaña.
Barahona posee la playa San
Rafael, la Saladilla, Bahoruco y Los Patos, pero el Clúster entiende que
eso no debe ser el ancla por el cual se distinga la zona, porque hay
otros atributos. Y parte de ellos lo constituyen la cantidad de
afluentes y de ríos que desembocan en las playas, más las montañas con
bosques nublados y vista al mar.
También las aguas termales, el lago
Enriquillo, la Laguna de Oviedo y todo el régimen de agua dulce de la
provincia Bahoruco y de Independencia.
Ese conjunto de atractivos tan
diversos y a corta distancia uno del otro hace que el destino Barahona
sea muy impresionante, dicen Nunziatini y Schiffino. Y explican que el
turista que busca esos atractivos y el contacto con la naturaleza no es
el turista masivo, es decir, no es necesariamente aquel que se pasa, por
ejemplo, 15 días debajo de una mata de coco tomando piña colada o unos
tragos de alcohol.
Sin embargo, el vicepresidente del Clúster de
Barahona reconoce que al país le ha ido muy bien con ese tipo de turismo
(con el de sol y playa y grandes hoteles), que ha sostenido la economía
dominicana y que se ve con buenos ojos. “Lo único es que estamos en un
momento en el que hay que diversificarse.
El turista que va a Barahona
va individualmente y le gusta salir solo a la comunidad, andar
independiente y tener contacto con esas comunidades”, indica Schiffino.
Negó que haya intereses de otros lados apostando a que el Sur no se
desarrolle y dejó claro que “son simplemente la fuerza de la economía y
del mercado los que dictan el progreso de los negocios”.
En una parte de
la conversación, que se extendió por casi una hora, los directivos de
la organización reconocieron que ahora mismo Barahona tiene una oferta
limitada que va creciendo.
Se trabaja para elevar la conciencia de que
lo existente en el Sur es algo diferente a lo que tradicionalmente la
gente ha conocido. En Barahona hay unas 250 habitaciones, y está el
acompañamiento de un plan para duplicar esa cantidad en 12 meses. Muchos
de los hoteles que existen actualmente entrarán en un proceso de
ampliación y otros que estaban cerrados por distintas circunstancias
serán reabiertos entre 12 y 18 meses.
Mirando a Francia y Alemania
A Barahona se le atribuye tener
la única denominación de origen en café dominicano y eso, junto a la
cantidad enorme de aves, algunas de ellas que están en vía de extinción,
pero que siguen presentes en la citada demarcación, son de los puntos
que tienen los barahoneros y el Sur dominicano a su favor.
Para el año 2015, el Clúster
aprovechará las características que citan Schiffino y Nunziatini para
preparar unos productos que se promoverán en Francia y Alemania. Aunque
los directivos del Clúster de Barahona visitaron elCaribe con interés de
hablar de esa provincia, en definitiva buscan que se desarrolle la
región de la que ésta es parte, porque eso conviene a todos los que
residen en esa parte del país. “Es así, y nosotros hablamos de Barahona
porque la vemos como una especie de capital de infraestructura de la
región”, le dijo Schiffino al director del elCaribe, Osvaldo Santana,
quien dirigió la entrevista.
Resaltan el trabajo que se realiza desde el Gobierno
De acuerdo a los números que
maneja el Clúster, las inversiones privadas que se realizan para
duplicar la cantidad de habitaciones rondan los 25 o 30 millones de
dólares. A nivel de promoción se realiza un trabajo conjunto con el
Gobierno vía el Ministerio de Turismo. “Ellos nos están ayudando con esa
demanda de promoción que tenemos y concluyeron con el Parque Boulevar
María Montez, que es un lugar hermosísimo en la costa, que el pueblo
puede disfrutar, y están rehabilitando los balnearios”, apuntó
Schiffino.