Tomado de Infobae.com
Matthew Williams, de 34 años,
fue sorprendido en la madrugada mordiendo el rostro de una joven a la
que había invitado a su hotel. Un oficial quiso inmovilizarlo con una
pistola Taser y la descarga eléctrica lo mató
El antiguo hotel Sirhowy Arms,
en Argoed, un pequeño pueblo del sur de Gales, se ha convertido en el
escenario de un truculento suceso que ha acabado con la vida de dos
personas.
Según un artículo del diario
español ABC, Matthew Williams fue visto a la una y media de la madrugada
comiendo el rostro de una joven a la que había invitado a tomar una
copa. Se ensañó con sus ojos y le mordió la cara hasta provocarle la
muerte.
Los agentes se vieron obligados a
inmovilizar al caníbal con una pistola Taser de aturdimiento. Aunque
los servicios de emergencia trataron de mantenerlo con vida, la descarga
eléctrica de 50.000 voltios acabó con él.
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Las alertas saltaron cuando
Williams se encerró en una habitación del alojamiento, que durante los
últimos años ha servido como albergue para indigentes, con una mujer de
22 años. El conserje escuchó unos gritos desgarradores y trató de
acceder al cuarto para saber qué ocurría. El agresor se negó a abrir la
puerta y los responsables del alojamiento llamaron a la policía temiendo
lo peor.
Al principio, sólo inmovilizaron
al asesino con una descarga eléctrica; sin embargo, después del arresto
Williams dejó de dar señales de vida, informó la Policía de Gwent.
“Mientras se encontraba bajo arresto, el hombre dejó de responder a
estímulos. Responsables médicos le administraron primeros auxilios, pero
ya no se pudo hacer nada por salvar su vida”.
Williams había salido de la
cárcel dos semanas antes, tras haber cumplido una condena de cinco años
por atacar violentamente a su ex pareja. Aún se desconoce la relación
exacta que unía a la víctima, que falleció este jueves, con su agresor.
Algunas fuentes revelan que mantenían una relación sentimental, mientras
que otras apuntan a que se habían conocido esa misma noche.
“Todo el mundo quiere saber qué
ha pasado. No es un pueblo grande. Escuchamos en las noticias que ha
sido canibalismo. Debe de ser una horrible forma de morir, es horrible,
es insoportable”, declaró Gareth Griffiths, un residente de Argoed, en
un programa radiofónico de la BBC.
“Vivo aquí y represento a Argoed
desde hace más de 30 años y se trata de la peor tragedia que ha vivido
esta población”, declaró el consejero municipal Leon Gardiner, quien
subrayó que la población se encuentra en estado de shock.
Respecto a la muerte del
caníbal, un vocero de la Association of Chief Police Officers (ACPO) ha
declarado que ésta es la primera muerte atribuible a una pistola
eléctrica en Gran Bretaña, desde que fue adoptada por la policía en
2004.