El poder de la humildad
Por Merquelin Féliz
El político y pensador indio
Mahatma Gandhi, quien con su sencillez y humildad movilizó toda una
nación sin tener que recurrir a las almas y a la violencia escribió lo
siguiente: “Uno debe ser tan humilde como el polvo para poder descubrir
la verdad”.
En nuestro desarrollo
profesional hay que aprender a cultivar esta cualidad humana, se tiene
que dejar a un lado la altivez y las artimañas ya que al fin y al cabo
estas se convierten en nuestras propias armas que pueden destruir
nuestro futuro.
Sabemos de antemano que quienes
seleccionan el camino de la envidia, la avaricia, las astucias vulgares y
toda una lista amplia de acciones indecorosas en contra de sus
semejantes solo sienten el sabor agradable cuando lo están ejecutando,
pero al final queda un remordimiento extremo y unas secuelas en el alma
que no se pueden borrar del archivo personal.
En el proceso de colonización
del continente americano a España se le aplicó en un momento dado el
refrán: “el que mucho abarca, poco aprieta” por esa gigantesca y
desmedida sed de interrumpir en todo los territorios, llevando a cabo un
proceso violación de derechos adquiridos de otras naciones europeas.
En la vida política hay que
cultivar la humildad y sencillez, ya que hace que los líderes crezcan y
florezcan con rapidez, con luz propia, dejando a su paso una arduo
andamiaje a las futuras generaciones.
Termino con una famosa frase del
escritor estadounidense Ernest Hemingway: “El secreto de la sabiduría,
del poder y del conocimiento es la humildad”.