lunes, 30 de marzo de 2015

CESAR MEDINA! Por Dios… ¡La iniquidad!

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Por Dios… ¡La iniquidad!
César Medina
Parecería que al senador Félix Bautista no lo llevaron a la Justicia sino a una diabólica inquisición donde tenía que ser condenado obligatoriamente al patíbulo moral junto a toda su descendencia y confiscarle no sólo sus bienes sino también los de sus amigos, de sus conocidos, de sus aliados políticos…


… Porque así es que suele actuar la hipocresía perversa que se aposenta en algunas instancias de la sociedad dominicana para dar riendas sueltas a sus bajos instintos a través del anonimato que les agencian las redes sociales o asumiendo poses trasnochadas de una ética que jamás han ejercido.

Ha quedado en evidencia que el propósito no era determinar si Félix era culpable o inocente de mil acusaciones degradantes, sino presentarlo ante el país como un delincuente al que había que condenar sin apelación… El asunto no era enjuiciarlo, era crucificarlo.

Entendían que de esa forma se aniquilaba al jefe político de Félix Bautista, que no es otro que Leonel Fernández, cuya cabeza quisieran mostrar sangrante en el parque de Las Liras como en los “juicios populares” aquellos donde exhibieron su imagen con los colmillos de Drácula. Pero como el juez Alejandro Moscoso Segarra desestimó las acusaciones por abundar en vicios y carecer de elementos probatorios, se ha desatado ahora una campaña brutal contra la Suprema Corte de Justicia. Porque el fin, repito, no era enjuiciar a Bautista sino aniquilar a Leonel para llevarse al PLD…

Primero… ¡el plan A! La idea ha sido siempre sacar al PLD del poder bajo la acusación perversa de que se trata de una “corporación mafiosa”, y para ello el chivo expiatorio ha sido Félix Bautista, figura cercana a Leonel, secretario de organización del partido y activista incansable, sin vicios, sin vacaciones…

Por eso los primeros en “condenar” la sentencia absolutoria del senador sanjuanero fueron Hipólito y Abinader, ambos aspirantes al poder, lo mismo que el inefable Guillermo Moreno, que lleva años buscando crecer enfermizamente sobre los escombros de Leonel.

El “plan A” era evidenciar un supuesto control de la Justicia de parte de Leonel, presentar unas riquezas materiales inexistentes a través de su supuesto testaferrato, escandalizar a la opinión pública con acusaciones estrambóticas y chantajear a la Suprema Corte para forzar juicio de fondo… Como tenía que pasar, el “plan A” sucumbió por carecer de sustento legal… No se presentaron pruebas y se puso de manifiesto la persecución política porque esas acusaciones peregrinas habían sido conocidas con anterioridad y prevaleció el principio universal de que a nadie se le puede juzgar dos veces por el mismo cargo.

¡Y ahora… el plan B! Ahora entra en escena el “plan B”…Es muy simple: casi lo mismo pero peor.

La meta es evidenciar el “secuestro” de la Justicia de parte de Leonel y el Partido de la Liberación Dominicana para “proteger la corrupción” y dotar de impunidad a los funcionarios que han llegado a depredar el Estado.

Ahora lo hacen contra Leonel, pero mañana harán lo mismo contra Danilo Medina porque el fin es minar la base de apoyo del PLD para sacarlo del poder sin importar quién sea el abanderado de ese partido en las próximas elecciones…

Lo malo es que los peledeistas– ahítos de poder y de triunfos electorales–, no alcanzar a dimensionar el tamaño de esta trama política de varias cabezas que buscan converger el 15 de mayo del dieciséis… ¡… Allá ellos!