NUEVA YORK.- Bismark Lithgow, el
dominicano sordo que en febrero del 2013, asesinó de 37 puñaladas a su
novia Francis Pellerano de 19 años, lloró amargamente en la Corte
Criminal de Manhattan, el miércoles cuando fue sentenciado a una pena de
21 años a cadena perpetua.
Lithgow, quien después de matar a la
joven, que se había mudado desde Lawrence a Manhattan para convivir con
él y metió el cadáver en un tanque para disolverlo en ácido fólico, dijo
durante la imposición de la condena que “sé que lo hice mal”, y se
disculpó con familiares de la víctima, entre ellos el señor Miguel
Santos, un tío abuelo de Pellerano.
Santos pidió a la jueza Laura Ward que
hiciera justicia, tomando en cuenta el enorme sufrimiento de la familia
de la joven, que también sufría de una condición especial.
“Nadie tiene el derecho a disponer de una vida ajena. Nadie”, añadió el tío abuelo.
Lithgow, lloriqueó en voz alta, tratando
de conseguir compasión de la magistrada Ward, que descargó sobre él
todo el peso de la ley.
El convicto, tiene derecho a pedir
libertad condicional en 21 años, pero el fondo de la sentencia “de por
vida”, permitirá a la Junta de Libertad Bajo Palabra, negarle la
petición mientras vida tenga.
“Me equivoqué, hice las cosas mal”, repetía Lithgow.
Fue declarado culpable el 6 de este mes
de marzo por un jurado en el juicio al que se enfrentó en desafío a las
abrumadoras evidencias que tenían los fiscales a mano.
La abuela del matador, quien lo crió,
encontró el tanque de 55 con capacidad para 55 galones en la habitación
que él compartía con la víctima.
Se le acusó de asesinato en segundo grado.
“Según lo revelado en el juicio,
Lithgow, tenía un historial de comportamiento irracional y control en
las relaciones con la víctima, incluso, intentar contratar un sicario
para mandarla a matar”, dijo el Fiscal del Distrito de Manhattan Cyrus
R. Vance Junior en un comunicado sobre la severa sentencia.
Añadió que la obsesión de Lithgow, lo llevó a creer que Pellerano, que era también discapacitada, le era infiel.
“En este caso, Lithgow hizo varios
esfuerzos infructuosos para comprar un arma de fuego, después que creyó
que su novia estaba coqueteando con otros hombres en las redes
sociales”, sostiene el comunicado.
Lithgow asesinó a Pellerano el 28 de febrero del 2013 en el apartamento del edificio 140 Oeste de la Séptima Avenida en Harlem.
Los restos de Pellerano, fueron
descubiertos dentro del tanque tres días después por policías que fueron
llamados por la abuela, tras el macabro hallazgo.
En una bolsa plástica negra, Lithgow escondió el cuchillo y toallas ensangrentadas, que fue encontrada junto al barril.
Por Miguel Cruz Tejada