Héctor Marte Pérez/Tomado de El Caribe
Aunque
la competencia electoral luce, a diez meses de las elecciones, “de un
solo lado”, en lo que respecta a la presidencia de la República, aún
persisten en el ambiente político muchas preguntas, cuyas respuestas
serían determinantes en el resultado de los comicios.
Danilo Medina ha
salido puntero con gran ventaja, en todas las encuestas que se han
realizado. La luna de miel de su gobierno con la población ha tenido una
duración nunca antes vista. Y si bien la aceptación de un Presidente y
la intención de voto son dos cosas distintas, los sondeos publicados
recientemente demuestran que el mandatario, en su rol de precandidato,
aventaja ampliamente a su más cercano contendor, que en este momento es
Luis Abinader.
Pero
aún con un ambiente despejado para Medina y el PLD, hay muchos aspectos
pendientes de definición en el proceso. Una de las variables lo
constituye el impacto que tendrán los acuerdos en el partido morado,
tanto el que se hizo a nivel interno como los pactos que negocia con
otras fuerzas políticas.
A
Medina, sus números parecen bastarle para ganar la reelección,
presentándose como candidato por el PLD y demás aliados del Bloque
Progresista, pero el gobernante busca ampliar aún más esa coalición,
conquistando a los partidos que en los últimos procesos han quedado en
segundo y tercer lugar. De lograrlo, estaría haciendo “lo que nunca se
ha hecho”, en términos electorales.
¿Cuáles
son las razones que habrían llevado al mandatario a buscar un acuerdo
electoral con el PRD y el PRSC? La alianza con el partido colorado luce
más lógica. Luego del Frente Patriótico rojos y morados han tenido una
relación de amor y odio, con más de lo primero que de lo segundo.
Además,
ya existe un precedente con Medina, quien en el 2012, se convirtió en
el primer dirigente político no reformista que aparece en la boleta en
el recuadro reformista. Otro elemento a favor de la alianza es el
vínculo existente entre el mandatario y Quique Antún, presidente del
PRSC, así como había cercanía entre Leonel Fernández y el hoy extinto
Carlos Morales Troncoso.
En
cuanto a la alianza con los blancos, las razones son más complejas. Por
lo pronto, Medina logró apoyo en el Congreso para reintroducir la
reelección y de paso evitó una alianza PRD-PRM, lo que habría dado la
imagen de una oposición unificada.
Factores clave
Está
por verse el efecto real de las alianzas del PLD con el PRD, y la que
posiblemente se daría con el PRSC, ya que son tantos los inconvenientes
que han surgido, que hay quienes temen que salga más cara “la sal que el
chivo”.
El pacto con los blancos obligará a sacrificar a muchos aspirantes del PLD, en adición a los que serán desplazados por los acuerdos internos. Ya hay quienes le piden a Miguel Vargas que revise su decisión.
Otro factor importante sería el rol que podrían jugar otras figuras de la oposición, como Guillermo Moreno y Eduardo Estrella, quienes antes no entendieron que debían juntarse. Ahora se les presenta otra oportunidad.