Tomado de Listin Diario
Las
designaciones de dirigentes del PRD en posiciones del gobierno es una
señal no solamente para ese partido, sino también para el PRSC, de que
va en serio la propuesta de un gobierno de unidad nacional, como anunció
hace algunas semanas el presidente Medina.
Medina
al parecer no quiere esperar que el cambio de caras en su régimen se
produzca el año que viene cuando cree que podría ganar las elecciones y
agotar el cuatrienio 2016-2020. Comenzar ahora le permite consolidar
temprano un bloque partidario.
Después
de todo, aunque las encuestas señalan que Medina ganaría las elecciones
venideras, la presencia de las siglas PRD y PRSC como aliadas de su
campaña, además de algo inédito, es lo que podría asegurar que no haya
sorpresas en el torneo electoral ni se alegue fraude.
Entre
el PRD y el PLD existe un arreglo que el presidente de la primera
organización, Miguel Vargas Maldonado, detalló en una presentación por
televisión. De ese acuerdo poco se sabe pero los nombramientos de dos
dirigentes perredeístas es un anticipo.
Los
nombrados el martes fueron el doctor César Mella Mejías, reconocido
psiquiatra y dirigente del PRD de toda la vida, como asesor médico; y
Aníbal García Duvergé, cooperativista y maestro de San Cristóbal, al
frente del IDECCOP.
El
IDECOOP fue fuente de escándalos públicos cuando su anterior director,
Pedro Corporán, intervino “manu militari” la oficina de la institución
en Bonao y desalojó a los directivos. Luego quiso intervenir la
cooperativa de Bagrícola, cosa que impidieron los afiliados. Los
escándalos abochornaron al gobierno.
Mella
Mejías pudo haber ingresado al régimen de Medina por el ministerio de
Salud Pública, ejercido ahora por la doctora Altagracia Guzmán
Marcelino, quien volvió a la alta posición a raíz de la destitución del
doctor Freddy Hidalgo, en octubre de 2014.
La
doctora Guzmán Marcelino volvió al puesto que había ejercido con
anterioridad, en lo que algunos entendieron como un error ético, debido a
que ella había encabezado la comisión que investigó la crisis en Salud
Pública y el hospital Robert Read en esa época.
Al
retornar al tren del gobierno, el doctor Hidalgo es al parecer
resarcido del daño moral que causó su inexplicable destitución, cuando
se creía que había obrado correctamente en el desempeño de sus funciones
y cuidado su reputación profesional.
García
Duvergé es un dirigente moderado del PRD vinculado al doctor Peña Gómez
y al sector sindical magisterial. Antes de la última división que dio
origen al PRM, el político propugnaba por una convención pactada entre
Hipólito y Abinader.
El
ingreso de los dos políticos al régimen de Medina, aunque el doctor
Mella Mejías no se juramentó ayer, parecería que dará paso a nuevas
designaciones en el tramo de aquí al próximo 16 de agosto, en el tercer
aniversario del gobernante. El aval político que ofrece ese partido no
se compensa con dos o tres puestos.
Medina
estaría listo para complacer el poco disimulado deseo de acceder al
gobierno de varios dirigentes del PRSC, en medio de cierta brega para
reforzar el mando de su presidente, Federico Antún Batlle, experimentado
negociante.
Antún
Batlle expulsó hace días a los dirigentes Modesto Guzmán, director de
IMPOSDOM, y a Alexandra Izquierdo, directora de PROINDUSTRIA, quienes
responden a la línea del expresidente Leonel Fernández, aunque ahora son
reeleccionistas.
Cambios en PN y AMET
Los cambios más relevantes pudieron ser la designación del mayor
general Nelson Peguero Paredes, nuevo jefe de la Policía Nacional, en
reemplazo del general Manuel Castro Castillo, y el general Frener Bello
Arias, en la dirección de AMET, por el general Pablo Pujols.
Castro
Castillo tenía más de dos años en el puesto. Pese a su reclamo de que
la violencia y la inseguridad que azotan la RD era percepción, el
presidente Medina parece que oyó la voz de la calle que pedía el cambio
del jefe de la institución y remociones en su plana mayor.
Para
el nuevo jefe de la Policía la situación es compleja. Angustiados por
la situación de la inseguridad muchos dominicanos reclaman limpiar las
calles de delincuentes y criminales a cualquier precio. Las violaciones a
los derechos humanos que eso conllevaría echarían lodo a la reputación
del régimen.
Sin
su nueva ley demorada por años, la PN ha perdido prestigio con el
tiempo y sin planes concretos para poner orden en las calles y con una
justicia deficiente, la represión brutal parece su escuela. Los salarios
bajos dañan también el trabajo policial.
El
caso de AMET ha sido un dolor de cabeza para el país. Fundada sobre
bases modernas y por una necesidad nacional, la organización no ha
tenido la fuerza para ordenar el tránsito, mientras se enfrenta a
sindicatos y federaciones que imponen el desorden.
Cuando
el año pasado la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández reclamó
disciplina para los motoristas, la respuesta del entonces director de
AMET, general Brown, fue el silencio. Al destituido general Pujols al
parecer le quedó grande la posición.
Transparencia
El reclamo de transparencia persigue moralmente al régimen del
presidente Medina, quien promulgó el año pasado la ley 311-14 sobre
Declaración Jurada de Patrimonio, la cual no ha sido cumplida por 1,222
funcionarios de diversos rangos y de alcaldías.
El
pasado lunes la presidenta de la Cámara de Cuentas, Licelott Marte de
Barrios, entregó al procurador general, Francisco Domínguez Brito, una
lista con 32 embajadores, 37 cónsules, 205 directores de distritos
municipales, 11 titulares del Consejo de Seguridad Social, 213
comandantes de la PN, 152 vicealcaldes y 146 dirigentes de la AMET, que
no han presentado declaraciones.
Un embajador, Víctor Grimaldi, dijo que
había cumplido.
La
CC cree que está compelida a reclamar el cumplimiento de la ley y la
doctora Marte de Barrios al reclamar el mismo, reconoce que la tradición
dominicana no invita mucho a la transparencia y a que la gente diga con
qué entró y con qué salió del gobierno, lo que evitaría mucho del
descrédito en el sector público.