POR MIGUEL E. FÉLIZ GÓMEZ
Las
Provincias de Barahona y Bahoruco, son las más numerosas del País, en
cuanto a la condición de tener Residentes Haitianos, sean éstos ilegales
o no, pues el Ingenio Central Barahona, tradicionalmente ha empleado
Braceros originarios del vecino Haití, cuyos descendientes, que no
ejercen el oficio de Bracero, pasan a realizar trabajos de diferentes
índoles, principalmente en los Proyectos de Construcción de
Edificaciones, en todo el País.
En
el actual Conflicto, que está afectando sensiblemente a los Habitantes
de la Isla de Santo Domingo, con la aplicación de la Ley de
Naturalización, que está implementando la República Dominicana, con la
finalidad de regularizar el status de los residentes de origen
extranjero, principalmente los Haitianos, han habido voces apresuradas,
que se han tomado el derecho de opinar y tratar de decidir, pero sin
plantear una solución definitiva al problema.
Esta situación ha sido agudizada, por declaraciones del Gobierno de la República de Haití, que de ninguna manera quiere asumir su responsabilidad de recibir en su País, a los Ciudadanos Haitianos, que no tienen situación de residencia legal en Dominicana y cuyos funcionarios han expresado epítetos muy ofensivos, en perjuicio de nuestra Nación.
En
forma de supuesto apoyo y solidaridad, con el Pueblo Haitiano, es como
la Organización de Estados Americanos (OEA), en voz de su Secretario
General, ha opinado en el sentido de que la República Dominicana, no
debe hacer repatriaciones y el ataque a este País, ha tenido diferentes
vertientes internacionales, de quienes no conocen en su intrínseca
condición, la Historia de solidaridad que le ha brindado
tradicionalmente, el Pueblo Dominicano a sus hermanos Haitianos.
El
apoyo de los Dominicanos hacia los Haitianos, no se ha limitado al
simple hecho, de haberles acogido durante muchos años, a través de una
emigración continua, desordenada y constante, sino que además les ha
dado apoyo, para concederles terrenos y otras facilidades, de tal forma
que éstos obtengan habitas adecuados, como ha sucedido con los
residentes de Comunidades básicamente pobladas por Haitianos. Ejemplos
de estos casos, los tenemos con los innumerables Proyectos de Viviendas,
Sistemas de Acueductos y otros servicios, construidos en las Provincias
de Barahona y Bahoruco, por Instituciones No Gubernamentales,
principalmente con fondos diligenciados en Instituciones
internacionales.
Los
391 Kilómetros de Frontera Dominico – Haitiana, son una longitud muy
amplia, para que la República Dominicana, pueda mantener una vigilancia
efectiva y permanente, en el control de la inmigración ilegal, lo que
determinará, que por muy efectivos que sean los resultados del Plan de
Naturalización, los vecinos Haitianos, continuaran indefinidamente
violando las fronteras, con la esperanza de una mejor vida, por las
precarias situaciones en las que viven esos hermanos del vecino País.
La
primera y básica necesidad del Ser Humano, es su subsistencia física o
dicho popularmente, buscarse la comida, por lo tanto nuestros vecinos
del lado Oeste de la Isla, con pocas esperanzas de subsistencias en su
País, seguirán arriesgando sus vidas, en busca de nuevos horizontes, que
les permita la mejoría de Ellos y sus Familias, aunque en esa aventura
puedan perder la misma vida y en el caso más extremo, estas situaciones
pueden conllevar a la desesperación colectiva, reviviendo antiguos
ánimos naturales de belicosidad y conquistas, que conduzcan en
consecuencias, a un masivo derramamiento de sangre, producto de una
encarnizada contienda armada.
En
esta misma semana, el Secretario de la Organización de Estados
Americanos (OEA),, expresaba su pesar, en unas excusas 50 años tardías,
por la invasión del año 1965, cuando ese Organismo que hoy Él dirige,
autorizó la intromisión armada a la República Dominicana, con las
Fuerzas Interamericanas de Paz. Sin embargo no es deseable, que en la
actualidad se repita una situación semejante, que luego en muchos años,
sea reconocida como un Error, porque es ahora cuando se hace necesario,
que la actual OEA, organice un Plan Efectivo que produzca una reversión
al conflicto presente y lo transforme en una situación de Paz y
Progreso, como la que plantearemos en los siguientes párrafos.
Lo
que necesitan la mayoría de los Haitianos y muchos Dominicanos, son
condiciones adecuadas de Trabajos y Habitas, que les garanticen
condiciones de vidas adecuadas, en sus calidades de Seres Humanos. Esto
se puede lograr, con el apoyo de los Países componentes de la
Organización de Estados Americanos (OEA),, que muy atentos han estado, a
la situación del Conflicto que nos ocupa.
Recomendaciones de solución Factible al Conflicto :
En
una Nueva Reconciliación de Hermandad, los Gobiernos Dominicano y
Haitiano, deben hacer un Solicitud Conjunta, para que la Organización de
Estados Americanos (OEA),, Planifique, Apoye, Financie y Ejecute, un
Proyecto con las Características siguientes :
- Construcción de Núcleos de Zonas Francas, en la línea fronteriza Dominico – Haitiana, para trabajadores de ambos Países.
- Construcciones de Proyectos de Viviendas y sus Estructuras de Servicios Básicos Comunitarios, en ambos lados de la Frontera.
- Con el pago de reembolso muy módico de las Viviendas, hacer la apertura de un Fondo Rotatorio, para mantenimiento general.
- Los Recursos del Proyecto General y el Fondo Rotatorio, sería Administrado por una Comisión de Notables de ambos Países.
- Todo el Conjunto del Proyecto, estaría bajo la estricta Supervisión de una Comisión de la OEA, con Evaluaciones Periódicas.
- Que la OEA, a través de sus Países Miembros, garantice el Mercado, para la venta de los productos de las Zonas Francas.
A
grandes dificultades, grandes soluciones, consideramos que más que la
opinión aérea de Organismos Internacionales y Personalidades que no
procuran más que obtener grandes titulares periodísticos, debemos
aterrizar con hechos tangibles, que definan de una vez por todas, el
futuro de nuestros Pueblos, que a la postre ese debe ser, el objetivo
final de un Organismo de gran prestigio como la OEA.
Los
Pueblos Dominicano y Haitiano, esperamos que las soluciones a la actual
situación de Conflicto, no se diluyan en interminables Comisiones de
Análisis y Estudios, que dispersen los Recursos y terminen siendo una
entelequia Internacional.
Necesitamos
Ver Resultados inmediatos, a una situación que sin dudas causa grandes
penurias al Pueblo Haitiano y además está consumiendo los escasos
recursos del Pueblo Dominicano, por eso debemos aplicar la Máxima que se
expresaba en los Edictos de los antiguos Faraones Egipcios :
“Que así se Escriba y que así se Cumpla”