Tomado de Pasando el Tiempo
(Archivo)-- (Foto: Fuente Externa).
Cada
año que pasa, la miseria, hambre, enfermedades, hacinamiento,
contaminación ambiental, falta de oportunidades, entre otros males, se
acrecentan cada vez más en los bateyes de la zona cañera del ingenio
Barahona, producto de la indiferencia, la dejadez, desinterés y apatía
de los ejecutivos del Consorcio Azucarero Central (CAC), arrendatario de
la que una vez fue una empresa perteneciente al Consejo Estatal del
Azúcar (CEA).
En
esa zona la juventud emigra a otros lugares del país en busca de una
mejor suerte, cada año mueren varias personas, en especial niños,
afectados de enfermedades infectocontagiosas, ante la mirada indiferente
de los jefes del CAC, de los funcionarios gubernamentales y municipales
en las provincias Barahona, Bahoruco e Independencia, así como de los
políticos y precandidatos a cargos electivos de cara a las elecciones de
2016, de los diferentes partidos políticos.
(Archivo)-- )Foto: Fuente Externa).
Hay
casas destartaladas que no son viviendas, sino verdaderos cuchitriles,
en cuyo interior y entorno abundan ratas y otras alimañas transmisoras
de enfermedades contagiosas. Cuando llueve en las calles de tierra, así
como en los patios de los cuchitriles se acumula mucho agua que al
transcurrir de los días, junto al lodazal que allí se forma, emanan
olores fétidos que se diseminan por toda la zona, profundizando aun más
los males de salud que padece mucha gente de la que allí reside. Estas
son algunas de las cosas que mueve cada vez más a los habitantes de esa
empobrecida zona a repudiar la presencia del CAC.