Discurso
Excelentísimo Señor Presidente de la República, Lic. Danilo Medina en
el Almuerzo Conmemorativo al XXV Aniversario de la Fundación
Institucionalidad y Justicia, FINJUS.
Tomado de Dicom
Sr. Rafael A. Del Toro Gómez, Presidente Fundación Institucionalidad y Justicia;
Sr. Servio Tulio Castaños, Vicepresidente Ejecutivo de la Fundación Institucionalidad y Justicia;
Señores Directivos de la Fundación Institucionalidad y Justicia;
Señores Ministros;
Señores Funcionarios del Gobierno;
Señores Legisladores;
Señores Invitados Especiales;
Señores de la prensa;
Señoras y señores,
Es un honor ser parte de este 25 aniversario de la Fundación Institucionalidad y Justicia, FINJUS.
Quiero
aprovechar esta oportunidad para agradecer a FINJUS su acompañamiento, a
veces crítico, pero siempre relevante, en este gran proceso de
transformación que está viviendo la República Dominicana.
Y quiero también aprovechar la ocasión para explicar la naturaleza y el sentido de estos cambios.
Lo cierto es que nuestro gobierno tuvo, desde el primer día, una visión clara.
Comprendimos,
escuchando al pueblo dominicano en todos los puntos del país, que era
necesario, en primer lugar, reducir drásticamente la pobreza y la
desigualdad.
Entendimos
que, para terminar con los males endémicos de nuestra sociedad,
debíamos comenzar por garantizar oportunidades a todos y todas por
igual.
Y nuestra prioridad ha sido esa desde el primer día: Construir una sociedad más justa, más solidaria y menos desigual.
Cada
una de nuestras iniciativas tiene como horizonte último garantizar que
nadie se quede atrás en el desarrollo de nuestro país y en cada una de
nuestras acciones nos guía la voluntad de cumplir, siempre con la
palabra dada.
Comenzamos por cumplir, por supuesto, con el 4% del PIB para la educación y con la puesta en marcha de la revolución educativa.
Muchos
pensaban que sería imposible, pero antes de que finalice el año
tendremos ya un millón de estudiantes en la tanda extendida.
También
pensaban que superar el analfabetismo sería imposible, y ya superamos
la meta de inscritos en el plan Quisqueya aprende contigo.
Y
lo hicimos porque para nosotros, como les dije siempre, la educación es
el otro nombre de la libertad. Queremos una nueva generación de hombres
y mujeres completamente libres, mejores formados y capaces de competir
en el mercado global.
De
la misma forma, apostamos fuerte por la reducción de la pobreza, y ya
hemos conseguido que 778,000 personas hayan podido superarla.
Dijimos
siempre que nuestra prioridad sería crear empleo y generar ingresos
para que los dominicanos y dominicanas tuvieran una vida digna en todos
los lugares del país. Y me llena de satisfacción decirles que vamos a
superar nuestra meta de crear 400,000 puestos de trabajo. En los
primeros 38 meses de gestión se han creado 390,000 empleos.
Apoyamos
a nuestros productores y emprendedores desde el primer día, no solo con
las visitas sorpresa, sino con políticas integrales que están haciendo
del crédito un derecho. Y con él, han permitido el surgimiento de una
nueva generación de empresarios en nuestro país.
Cumplimos
también la promesa de eliminar las cuotas de recuperación en los
hospitales públicos del país. Hemos cumplido también con la
incorporación al SENASA de 800,000 nuevos afiliados, porque estamos
convencidos de que la salud es un derecho de todos y todas. Además,
estamos construyendo o renovando 56 hospitales, para garantizar una
atención de salud digna. Ya superamos nuestra meta de tener una farmacia
del pueblo en cada uno de los municipios del país.
De
la misma forma, hicimos realidad proyectos que parecían inalcanzables,
como el 911, que muy pronto llegará a la zona norte del país con el
único objetivo de dar la mejor atención a los ciudadanos en situaciones
de emergencia.
Y estamos cumpliendo, para miles de familias, el sueño de tener un hogar digno.
Tanto
si se trata de familias que estaban en situación de vulnerabilidad,
como los habitantes de Boca de Cachón o de la Barquita, o del Riíto en
La Vega, o la Mesopotamia en San Juan de la Maguana. Como si se trata de
familias trabajadoras, que ahora pueden comprar su casa en proyectos de
primer nivel, como Ciudad Juan Bosch.
Todas
estas y otras muchas acciones que hemos llevado a cabo están sentando
las bases del nuevo Estado de bienestar dominicano. Y, con él, la
construcción de una ciudadanía activa, participativa, con derechos
reales y, repito, verdaderamente libre.
¿Y quiénes formarán la espina dorsal de esa nueva ciudadanía?
La formarán los cientos de miles de dominicanos que hoy están saliendo de la pobreza.
La formarán los cientos de miles de niños y jóvenes que están recibiendo el doble de horas de docencia.
La formarán las familias que nunca más tendrán que mendigar una ayuda para un medicamento cuando uno de los suyos esté enfermo.
La formarán personas que tiene un empleo productivo y que para mantenerlo dependen únicamente de su propio trabajo.
Es ahí donde empieza una nueva República Dominicana.
Esa es la visión que nos inspira y alienta en el trabajo diario.
Amigas y amigos,
Como ven, este Gobierno tiene muy claro a dónde queremos llegar.
Y, lo más importante, tenemos igual de claro cómo vamos a llegar hasta ahí.
Sabemos,
desde el primer día, que debemos hacerlo de la mano con todo el pueblo
dominicano. Juntos, trabajando codo a codo y sin dejar a nadie atrás.
Porque
solo forjando una gran alianza, basada en la confianza mutua y en la
palabra cumplida, lograremos enfrentar con éxito los grandes retos del
país.
Solo
mediante los grandes acuerdos seremos capaces de construir los grandes
cambios que necesitamos y las soluciones duraderas que merece nuestro
país.
Así
fue con la firma del Pacto Educativo, así está avanzando el Pacto
Eléctrico. Así creamos el primer fideicomiso para la construcción de
viviendas populares. Así diseñamos también el Plan de Turismo Sostenible
de Pedernales y un sin número más de proyectos locales de desarrollo.
En todas y cada una de estas iniciativas salimos a buscar aliados. Y los hemos encontrado.
Porque sabemos que, aunque las capacidades del Estado son fundamentales para desarrollar este país, nunca van a ser suficientes.
La
educación, los derechos humanos o incluso un tema aparentemente más
técnico como el problema eléctrico, son retos en los que las
responsabilidades nos alcanzan a todos.
Y
donde necesitamos, por tanto, de las ideas de todos y del esfuerzo de
todos para alcanzar las soluciones que precisa nuestro país.
Amigos y amigas,
Hablamos
de grandes consensos y pienso que, si hay un tema que necesita de un
amplio consenso social y de la firme voluntad de todos es, sin duda, la
lucha por la transparencia. Y sé que éste es un tema que FINJUS entiende
muy bien.
Porque,
necesitamos, efectivamente, un gran acuerdo entre todos los sectores
del país. Como necesitamos, igualmente, hacer una reflexión conjunta y
responsable de nuestra sociedad.
Lo
cierto es que, por diferentes causas, arrastramos desde hace siglos una
cultura de la informalidad y la ilegalidad, en la que a menudo vivimos
inmersos sin siquiera darnos cuenta.
Una
cultura que condena al otro pero que calla cuando recibe su propio
beneficio. Y que se ha visto incentivada con el culto, cada vez más
exacerbado, del individualismo y el materialismo.
El
bien común y los valores éticos, que antes se aprendían en la familia y
en la comunidad, palidecen ahora ante la voracidad de una sociedad que
busca siempre la recompensa inmediata con el mínimo esfuerzo.
Es la misma cultura que se manifiesta en el soborno que estamos dispuestos a pagar para evitar una multa.
O en el trato de favor que buscamos con un conocido, en vez de seguir el camino establecido para hacer un trámite.
Y
este no es un fenómeno que existe solo en nuestro país. Claro que no.
Es lo mismo que hace posible las tramas internacionales de evasión de
impuestos, como las que la OCDE se ha propuesto erradicar el mes pasado.
Es,
en definitiva, el caldo de cultivo del delito con el que tenemos que
acabar. Y el primer paso es reconocer que será una lucha larga.Y que
debe ser una lucha de todos.
No es cierto que un gobierno solo puede ponerle cerco a una plaga que permea todos los estratos de nuestra sociedad.
Necesitamos
del acompañamiento responsable de la ciudadanía. Del compromiso de
todos los poderes y los tomadores de decisiones. Necesitamos de
políticas inteligentes, de esperanza. Pero sobre todo, del
convencimiento y la voluntad unánime de todo nuestro pueblo.
Señoras y señores,
Ustedes
saben que paso mucho tiempo cerca de la gente, me gusta escuchar sus
puntos de vista y, además, estoy convencido de que ustedes, el pueblo,
deben ser la verdadera brújula del gobierno.
Comprendo
y comparto su rechazo a las viejas prácticas abusivas. Comparto su
indignación y su desesperanza algunas veces. Pero no puedo compartir la
opinión de aquellos que quieren meter a todos en el mismo saco y que se
niegan a ver los esfuerzos que están en marcha.
En
todos los sectores hay manzanas podridas, esa es la verdad. Sin
embargo, eso no debe llevarnos a tirar una cesta completa, sin salvar
aquellas que están frescas.
Como
presidente, no estoy dispuesto a aceptar esa generalización. Debemos
dar la batalla desde el rigor, la verdad y la justicia. Y no desde la
caza de brujas o el oportunismo político.
No
les quepa duda, este Gobierno, se ha propuesto impulsar el cambio de
mentalidad que el país venía pidiendo desde hace décadas.
Un
cambio que se resume en pasar del imperio de la excepción al imperio de
la ley. Del estado de privilegio al estado de derecho.
Tenemos
la firme voluntad de trabajar con responsabilidad, ética y
transparencia. Y tenemos un mandato muy claro desde que el pueblo me
eligió Presidente en el 2012: Velar porque hasta el último centavo del
presupuesto público se gaste en servir a los dominicanos y dominicanas.
Desde
entonces, estamos cerrando los espacios a las malas prácticas, tanto en
el presente como en el futuro. Estamos arrojando luz sobre todos los
aspectos de la administración pública.
Y lo cierto es que el país, en temas de transparencia, ha avanzado en estos tres años lo que no había avanzado en décadas.
Amigos y amigas,
Un
mecanismo fundamental para la transparencia y la democratización que
todos ustedes han visto en funcionamiento en estos tres años han sido
las concesiones de obras públicas.
En
este periodo se han asignado en obras un valor de más de 90 mil
millones de pesos, que equivalen a más de un periodo de gobierno del
presupuesto de Obras Públicas. Y esto se hizo, por primera vez, mediante
el sistema de sorteos abiertos, libres y transparentes, alejados de los
colores políticos.
Este sistema de sorteos es, en sí mismo, un cambio estructural, ustedes lo saben bien.
Hablamos
de miles de ingenieros y arquitectos que tienen, por primera vez, la
oportunidad de realizar obras para el Estado, sin que se les haya
preguntado a que partido político pertenecen.
Los
resultados de esta política mandan a la población un mensaje muy claro:
Que las medidas de transparencia pueden traducirse de forma sencilla y
evidente, en una redistribución equitativa y rápida de las oportunidades
y de los recursos.
Eso es lo que ocurre cuando hacemos las cosas de otra forma y es necesario que se sepa y se valore en su justa medida.
Estamos rompiendo con situaciones que parecían inamovibles y que, sin embargo, han cambiado para bien y para siempre.
De
la misma forma, el sistema de subastas públicas para la adjudicación de
los permisos agropecuarios ha abierto lo que era un coto cerrado,
favoreciendo así la libre competencia y al consumidor dominicano.
Esto
fue un cambio en el acceso a las oportunidades y en la gestión sin
privilegios. Tanto es así, que ahora recibimos críticas de aquellos que
vieron perjudicados sus intereses con esta apertura de las reglas del
juego. Pero eso no nos ha hecho, ni nos hará retroceder.
Sin
embargo, señoras y señores, a pesar de su importancia y visibilidad, no
son éstas las únicas medidas que hemos tomado, ni quizá las más
importantes.
En
concreto, me gustaría hablarles hoy de cuatro áreas del Estado que
constituyen su corazón administrativo y financiero. Y que se han
transformado de manera radical en estos 3 años, para garantizar el
correcto uso de los recursos públicos.
Soy
consciente de que estos cambios no son siempre visibles a toda la
ciudadanía, pero su repercusión en el funcionamiento transparente y
eficiente de la administración es inmensa.
Me
refiero específicamente al área de Presupuesto Nacional, a la Dirección
de Compras y Contrataciones, a la Tesorería Nacional y a la Contraloría
General de la República.
Cada
una de estas cuatro áreas es responsable, de una u otra forma, del uso y
gestión responsable de los fondos públicos. Y en cada una de ellas
hemos logrado mejoras sustanciales, casi me atrevería a decir que
históricas.
Para
empezar, si hablamos de presupuesto, podemos decir que gracias a la
planificación y ejecución con que es elaborado ahora, tenemos un
presupuesto más predecible y transparente que nunca.
Pero
no lo digo solo yo. En septiembre pasado, el Informe Mundial sobre el
Índice de Presupuesto Abierto informó que la República Dominicana es el
tercer país del mundo con mayor crecimiento en ese índice.
Pasamos así de una puntuación de 29 en la evaluación del 2012 a 51 en la evaluación que se hizo en el 2015.
Y
a esta mejora en la planificación, se suma también al esfuerzo
realizado para hacer el presupuesto más accesible a la población y al
escrutinio público.
Muestra
de ello es la iniciativa “Presupuesto Ciudadano”, una guía que pone al
alcance de la gente, en la página web de la Digepres, todos los detalles
del presupuesto anual, explicados con un lenguaje sencillo y
comprensible.
Pueden
estar seguros; nunca antes un gobierno había puesto tanto esfuerzo en
dar a conocer cómo y en qué emplea los recursos del Estado.
En
segundo lugar, si hablamos de cerrar espacios a la discrecionalidad,
por supuesto, no puedo dejar de mencionar a la Tesorería y su iniciativa
más importante: La cuenta única del tesoro.
Lo que fue un compromiso que firmé en la campaña electoral pasada.
En estos tres años, 254 instituciones se han incorporado ya a este mecanismo. Pero veamos con detalle: ¿Qué significa esto?
Significa
que antes teníamos 254 instituciones que, por diferentes conceptos,
cobraban tasas, impuestos, multas, etc. Y estos fondos los administraban
en cuentas propias.
Concretamente, teníamos más de 75 mil 700 millones dispersos por 3,443 cuentas.
Obviamente,
esta no era la forma más eficiente ni más transparente de gestionar
estos fondos, pues quedaba sujeta a la discrecionalidad de cada
funcionario. Pero esa situación ha cambiado para siempre.
Ahora,
con la cuenta única del tesoro, el dinero que reciben estas 254
instituciones está centralizado y pasa por todos los controles
estatales, siguiendo los mecanismos que establece la ley. Es decir, como
debe ser.
Asimismo,
la Tesorería ha avanzado notablemente en la incorporación de
instituciones al Sistema de Información de la Gestión Financiera: SIGEF.
Esta es otra herramienta diseñada para la modernización y transparencia
en la gestión de las cuentas públicas.
Desde 2012 se han sumado 107 instituciones a este mecanismo, lo que significa un incremento de más del 80%.
Señoras y señores,
Otro
gran ejemplo de la transformación irrefrenable que está viviendo el
Estado dominicano es la Dirección de Compras y Contrataciones.
Muchos de los presentes asistimos el mes pasado a la Conferencia de la Red Interamericana de Compras Gubernamentales.
El
acto tuvo lugar aquí en Santo Domingo, puesto que este año Dra. Yokasta
Guzmán fue elegida como Presidenta de la red, en reconocimiento al
trabajo que viene haciendo.
Para
que se hagan una idea, la nómina de proveedores del Estado cuando este
gobierno tomó las riendas era de un poco más de 19 mil suplidores. Hasta
agosto de 2015, era de 57,525; es decir, solo en esta gestión, esa
lista aumentó en 38 mil 525 nuevos proveedores.
En
buena medida, esto lo estamos logrando gracias al Portal transaccional
de Compras y Contrataciones, que ya se ha implantado en 30 instituciones
que manejan cerca del 50% del presupuesto nacional. Y el año que viene
serán 130 instituciones que se incorporarán.
Gracias
al portal, el proveedor puede seguir todos los procesos que le
interesen, hacer ofertas, e incluso impugnar el proceso si sospecha de
cualquier irregularidad. Y se les está formando con talleres que les
explican cómo usar y aprovechar este nuevo sistema.
Y,
por supuesto, hemos prestado especial atención para que estas
contrataciones sean bien distribuidas. Por ejemplo, la participación de
las mujeres se ha multiplicado por más de 6 y hoy día representa un 25%
del total de proveedores. Pasando de 2 mil proveedoras en agosto del
2012 a más de 13 mil en agosto del 2015.
En resumen: Se acabaron para siempre los tiempos en que los concursos públicos estaban cerrados para unos pocos.
En
cuarto lugar, pero no menos importante, quisiera referirme a la labor
que viene realizando la Contraloría, empeñada igualmente en mejorar
sustancialmente la eficiencia del Estado.
Una
de las principales tareas en la que nos ha apoyado esta institución ha
sido la eliminación de duplicidades en las nóminas del Estado. Para que
se hagan una idea de la importancia de esta acción, vale decir que a la
fecha se han eliminado 12,892 duplicidades.
Junto
a esta acción, se ha puesto en marcha también un nuevo sistema de
registro de contratos en línea, que tiene una doble función: Por una
parte, ha reducido sustancialmente el plazo para realizar un trámite de
contratación. Lo que antes tardaba entre 7 y 15 días, ahora toma un
máximo de 48 horas.
Pero
además, el sistema está pensado para evitar irregularidades, porque
solo emite los contratos si superan los controles establecidos.
Asimismo,
la contraloría ha establecido un sistema de consulta en línea, que
permite a todos los contratistas y proveedores del Estado conocer, 24 / 7
el estatus de sus pagos o certificaciones de contratos.
Como
ven, estamos buscando todos los medios a nuestro alcance para llevar
certeza y confianza a los suplidores y a la población en general.
Estamos, en definitiva, construyendo institucionalidad.
Amigos y amigas,
Somos
conscientes de que ahora necesitamos reforzar la vigilancia en otro
campo, que no es el de las compras propiamente dichas, sino el de los
pagos.
Las
malas prácticas toman nueva formas, cuando las cercamos por un lado
buscan como aparecer por otro y, así, su combate se convierte en una
carrera de obstáculos permanente.
Quisiera
aprovechar esta intervención, si me lo permiten, para dejar claro que
estamos actuando con todos los mecanismos a nuestro alcance para atajar
todo tipo de irregularidades y cerrar las puertas a que puedan ocurrir
en el futuro.
En
este contexto, la decisión de instituir comisiones de veeduría
ciudadana es un paso fundamental para avanzar hacia una administración
abierta al escrutinio público.
Es
bueno que recordemos que ya hemos tenido varios casos en los que han
sido los veedores los primeros en detectar fallas en los procesos. Y el
gobierno ha escuchado sus recomendaciones.
Fueron
ciudadanos voluntarios los primeros en tener acceso a la información y
señalar la posibilidad de que hubiera irregularidades. Y esto fue
posible por iniciativa del propio gobierno, que fue quien constituyó las
veedurías.
Eso demuestra que el escrutinio ciudadano está funcionando y estamos actuando sobre las alertas que nos hacen llegar.
El
modelo de veedurías ciudadanas ya funciona con éxito en 25
instituciones, entre las que se cuentan el Ministerio de Obras Públicas,
el de Educación, el de Salud Pública, la Policía Nacional, el Plan
Social de la Presidencia, Aduanas o el Ministerio de la Presidencia.
Pero
además de esta vigilancia contamos ya con otra herramienta fundamental
para agilizar y transparentar los procesos de pago. Me refiero al portal
transaccional, desde él, como les decía, la contraloría ya está
emprendiendo acciones para acotar cualquier tipo de mala práctica.
En resumen, estamos actuando con total responsabilidad y poniendo todos los medios a nuestro alcance para cambiar las cosas.
Señoras y señores,
Aún puedo darles más ejemplos.
Como
muchos sabrán, el ministerio de Energía y Minas está preparándose para
la inclusión de nuestro país a la Iniciativa para la Transparencia de
las Industrias Extractivas. Éste es uno de los compromisos que
adquirimos como gobierno al llegar a la presidencia, y estamos camino a
cumplirlo.
La
adopción de este estándar global facilitará una gestión aún más
responsable de nuestros recursos naturales y nos permitirá garantizar a
la población el desarrollo de una minería responsable, moderna y
respetuosa con nuestro medio ambiente.
Por
su parte, la Dirección General de Ética e Integridad Gubernamental, ha
establecido ya 335 comités de ética que operan a nivel nacional y a los
que se da seguimiento y formación permanente.
Contamos,
además, con 212 oficinas de acceso a la información y otros tantos
portales de transparencia institucional, a través de los cuales los
ciudadanos pueden acceder a todos los datos que precisen sobre cada
institución.
Cabe
resaltar también que 675 funcionarios de alto nivel del gobierno ya han
firmado el código de ética, este servidor fue el primero de ellos.
De
la misma forma, como quizá recuerden, al llegar al gobierno reforzamos
la presentación de declaraciones juradas de bienes con la presentación
de informes financieros anuales, que permitieran un mejor seguimiento de
los ingresos de los funcionarios. Y me complace informarles que este
año hemos recibido ya 1,561 reportes.
Además,
pronto estará listo un nuevo reglamento aún más específico para la
correcta presentación de las declaraciones juradas de bienes por parte
de los funcionarios.
De
la misma forma, la Mesa Presidencial Contra el Contrabando,
Falsificación e Informalidad de Bienes, que Preside el Ministro
Montalvo, trabaja día a día para unir a las instituciones públicas con
el sector privado en la lucha por eliminar la competencia desleal y las
prácticas fraudulentas.
Actuando
juntos y con decisión, estamos cerrando los espacios a estas
sofisticadas formas de delincuencia en sectores como los del tabaco, las
bebidas alcohólicas, el hormigón y los fármacos, entre otros.
Y
las iniciativas siguen…Muy pronto la ley de concesiones, actualmente en
el Congreso, contribuirá también a transparentar y regular este tipo de
contratos entre gobierno y empresas privadas.
Como
ven, tenemos muchas acciones encaminadas a reforzar la transparencia y
buen gobierno en marcha. Y muchas más que están por venir.
Quiero
por tanto pedirles, a los miembros de FINJUS, que sigan participando
como hasta ahora de manera constructiva junto a las instituciones. Que
participen en las comisiones de veeduría, participen en el Observatorio
Ciudadano, en el Pacto Eléctrico y en todas esas otras iniciativas que
habrá en el futuro.
Señoras y señores,
Hace un par de semanas, hablé en la conferencia que la COPPPAL celebró este año en Santo Domingo.
En
esa ocasión, mencioné a los asistentes que nuestras sociedades, las
sociedades latinoamericanas, habían cambiado mucho y muy rápido.
Un cambio que supone una silenciosa pero imparable revolución de las expectativas.
En
los últimos años, decenas de millones de latinoamericanos han salido de
la pobreza, han recibido más años de educación y se han conectado al
mundo, y entre sí, a través de internet.
Es indudable que una ciudadanía cada vez más autosuficiente y participativa es también más crítica y más exigente.
Como todo cambio profundo, este también trae sus nuevas oportunidades, y sus propios riesgos.
Hay
mucho que podemos hacer, si trabajamos juntos, para aprovechar al
máximo este impulso crítico; y evitar tanto los abusos del poder, como
las tentaciones de la anti-política y el populismo.
Desde
el gobierno, nos decidimos a entrar en esta nueva era de la tecnología
y, así, fuimos el primer país del Caribe en suscribir la iniciativa de
Gobierno Abierto, que busca fomentar una cultura de transparencia y
participación ciudadana en el siglo XXI.
Publicamos
en febrero de 2014 la Norma Datos Abiertos del gobierno dominicano y
tenemos en línea ya el portal DATOS.GOB.DO, con 31 instituciones
incorporadas a la fecha, con más de 200 bases de datos que pueden ser
descargadas por los ciudadanos.
Nuestras
acciones en pos de la transparencia se evidencian en la publicación del
Estudio Latino-barómetro, publicado en febrero de este año. Que coloca a
República Dominicana entre los 3 primeros países de Latinoamérica con
mejor percepción de transparencia, junto a Uruguay y Ecuador.
Como les decía, hay mucho aún que Gobierno y ciudadanos podemos hacer para que nazca una nueva cultura de la responsabilidad.
Sabemos
que los grandes cambios culturales sólo son posibles cuando los
impulsan los pueblos. Necesitamos, por tanto, del entusiasmo y la
voluntad de todos.
Vamos
a seguir sumando nuestros esfuerzos con la sociedad dominicana en pro
de una mayor participación ciudadana que nos haga a todos mejorar día a
día.
Vamos
a comenzar los cambios desde los hogares, desde las escuelas, desde las
empresas y, por supuesto, desde cada una de las instituciones públicas.
No
tengo ninguna duda de que, si contamos con el compromiso de todos,
lograremos instalar el imperio de la ley, la eficiencia y la
transparencia en todas sus formas y tendremos aún más energía y recursos
para dedicarlos a nuestro mayor objetivo: Llevar desarrollo y progreso a
todos los hogares de nuestro país.
Amigos y amigas,
No
quiero despedirme de ustedes sin una última reflexión. Sé que muchos de
los aquí presentes lamentan la pervivencia del clientelismo en nuestro
país, y entiendo plenamente su preocupación.
Sin
embargo no será solo la crítica moral la que nos lleve a superarlo. Es
necesario combatir la raíz del problema. Es decir: Las condiciones de
vulnerabilidad de las personas.
Y
ese ha sido nuestro objetivo desde el primer día: Transformar la
vulnerabilidad en fortaleza y bienestar para las familias, en todos los
lugares del país.
Garantizar,
diariamente, condiciones de vida dignas para las personas, que les
permitan ser, como les decía al principio, verdaderamente libres.
Y lo hacemos tanto en lo más grande como en lo más pequeños, porque tenemos ese principio siempre en nuestro corazón.
Por
eso, cuando pensamos en construir o remodelar un hospital, pensamos
primero en los pacientes, y nos aseguramos de que las habitaciones
tengan solo dos camas y las instalaciones sean dignas.
Cuando
pensamos en las madres y sus hijos, decidimos protegerlos desde el
primer día, con la creación de estancias infantiles gratuitas y de
primera calidad.
De
la misma forma, pensamos en nuestros jóvenes y sabemos que lo que
necesitan son oportunidades para estudiar y luego trabajar. Por eso
estamos ampliando la formación técnica en todo el país y dinamizando
sectores que generan miles de empleos, como el turismo y las zonas
francas.
Pensamos
también en la gente del campo, por supuesto, y ustedes saben bien que
les estamos llevando proyectos productivos transformadores, para que no
pasen dificultades ni vivan más a expensas de los favores de nadie.
Esa es la misma razón que nos llevó a sacar a más de 800,000 personas de las tinieblas del analfabetismo.
Y
la que nos impulsó a poner en marcha el proyecto más ambicioso para la
construcción de viviendas populares de los últimos 50 años.
Es
el mismo objetivo que nos lleva a sustituir caminos polvorientos por
carreteras asfaltadas y a modernizar el transporte público, con obras
como el nuevo tramo del metro y el Teleférico de Santo Domingo que se
construye y estará listo en esta gestión de Gobierno, para servir de
transporte a las personas que viven a las orillas de los ríos.
Hacemos
todo esto, amigos y amigas, porque queremos ciudadanos y ciudadanas que
puedan salir a la calle con la cabeza bien alta, con la sonrisa en el
rostro y con confianza en sus corazones.
Padres
y madres felices, que tienen garantizada la alimentación y educación de
sus hijos. Que cuentan con un seguro de salud, que viajan a su trabajo
cómodamente.
En
definitiva, ciudadanos educados, sanos, informados, capaces de tomar
las riendas de su destino y el de nuestro país en sus manos, y de
construir la nueva República Dominicana que queremos.
Esa es para mí la verdadera justicia, la justicia social que no permite que haya ciudadanos de primera y segunda clase.
Esa
es la verdadera política, la que transforma la vida de la gente, la que
se refleja en la dignidad y libertad de todo un pueblo.
Ese
es el sueño que compartimos y que nos sigue llenando de esperanza día a
día, porque sabemos que es posible y que se está haciendo realidad. No
les quepa duda, vamos a seguir construyendo este sueño, vamos a seguir
transformando nuestro país.
Sobre todo, vamos a seguir dibujando sonrisas en el rostro de las dominicanas y los dominicanos.
Los invito a acompañarnos en este camino.
Muchas gracias!
Si quieres conocer más: Discurso del presidente Danilo Medina en XXV Aniversario de la FINJUS. Video
Discurso
Excelentísimo Señor Presidente de La República, Lic. Danilo Medina en
El Almuerzo Conmemorativo Al XXV Aniversario de La Fundación
Institucionalidad y Justicia, FINJUS