El Arba, El camino, Un atajo
José López/Tomado de El Pincel del Sur
El
ARBA, un proyecto concebido desde una perspectiva colectiva y
alternativa para negar práctica política arraigada en los cimientes de
una sociedad excluyente como la dominicana, y en particular en el caso
que nos ocupa en estas líneas, la barahonera.
Con
una estrategia de construcción desde abajo hacia arriba, y una relación
horizontal con la población en su más amplia expresión social.
Pienso
que en estas líneas describo la esencia de este proyecto de pueblo; en
la experiencia del corto tiempo que nos tocó vivir allí, pude ver a un
pueblo entusiasmado construyendo su propio destino.
La
gente vio la propuesta como aquello necesario que venía a provocar la
ruptura con viaja práctica, ser protagonista, romper el silencio; bajar
de las gradas y jugar su juego sintiendo la adrenalina.
Participar y ganar; un ideal que pienso mal manejamos todos.
¿Qué
es más importante?, ¿Ir al ayuntamiento ? ¿Construir la propuesta y
consolidarla? ¿Construir una poderosa propuesta que estremezca la gente y
que denuncie el estado actual y ponga en evidencia irrefutable su
gestión de asalto y despilfarro? Debieron ser preguntas antes de tomar
el atajo.
Creo
que la historia de la humanidad ha sido el pacto, el compromiso de las
fuerzas para lograr fines comunes. Esas fuerzas pueden ser adversas en
posiciones estratégicas y de tamaños y condiciones diferentes.
Digo
esto para enmarcarme y ubicarme dentro de los que creemos que hay que
dar paso firme hacia la consecución de posiciones en el marco de la
actual coyuntura, y para ello hay que tomar amargas decisiones y asumir
sus consecuencias.
Pero
eso no significa tomar atajos. En el caso del ARBA era preferible el
camino largo de construcción hasta consolidarnos; para eso no
necesariamente hay que estar en el Ayuntamiento.