Miguel Guerrero/Tomado de El Caribe
Varios
medios publicaron una medición de las simpatías electorales de una
firma colombiana sin antecedentes en el país, en lo que parece anticipar
una nueva guerra de encuestas.
La empresa Laboratorios de
Investigaciones Sociales Aplicadas (LISA) dice que su investigación,
realizada a través del WhapsApp, abarcó medio millón de usuarios con una
participación de más de 200 mil de ellos. Según ese sondeo, de ser las
elecciones ahora, la ventaja del presidente Danilo Medina sobre su rival
Luis Abinader sería tan estrecha que obligaría una segunda vuelta.
La
publicación coincidió con una encuesta previamente anunciada de la
conocida MP Mark Penn, contratada por el grupo de noticias SIN, que
concede a Medina una victoria amplia sobre su rival.
Los
medios publicaron el sondeo de LISA ignorando la regla elemental de
respeto a los lectores, al no ofrecerles ninguna información sobre la
firma encuestadora y la empresa o el grupo que la contrató. De haberlo
hecho, no habrían encontrado en el Internet ninguna página de la misma.
Tampoco se interesaron en indagar el posicionamiento de esa empresa en
el Consejo Nacional Electoral de Colombia, en cuya página figura un
listado de las 84 compañías, 18 personas naturales y 66 personas
jurídicas, registradas como firmas encuestadoras en su Oficina de
Comunicaciones, Encuestas y Relaciones Internacionales, autorizadas para
realizar ese tipo de trabajo, donde no aparece el nombre de LISA.
En
el Internet la sigla con la que la firma encuestadora se presentó a los
medios dominicanos, sólo identifica un laboratorio de investigaciones
semióticas y antropológicas, de una universidad en Venezuela. Y el señor
Israel Navarro, su director, no figura como experto encuestador, sino
como “estratega político”.
La
guerra de encuestas que se perfila sólo contribuirá a confundir a
muchos de los actores del proceso, nublándoles la realidad e
induciéndolos a moverse en un escenario de fantasía.